Telaraña

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(Este capítulo presenta escenas de violencia)

Jimin se encontraba en un gran predicamento, pues trabajar con Jungkook y en su casa, sería un problema mayúsculo. Su atracción era innegable, cada vez que lo veía y se acercaba le hacía sentir miles de sensaciones que jamás había imaginado que existieran. Jungkook era el hombre más hermoso que había conocido y para él era una trampa de la cual no podría salir. 

Mientras tanto al otro lado de la ciudad, Taehyung seguía observando a Yoongi, quien tenía su mirada fija en las fotos de Hoseok  y su amado Taemin. Era un simple abrazo, pero no encajaba nada en esto, Taemin  siempre había  mostrado su interés en él y verlo con esta chica. Taehyung se acercó a su bar a tomar otra copa de vino, sus ojos verdes brillaban pensando en lo que podía hacer para arrinconar a esa belleza. Sus ojos eran tan inocentes que él deseaba verlos brillar de placer, el chico Taemin  no le importaba podría hacerlo insignificante en dos por tres, Taehyung se consideraba un hombre con una belleza extraordinaria así que para él la belleza de Taemin no era ni el 10 % de la que el poseía.

—¿Yoongi? Créeme que ya me estás asustando con esa cara, podrías reaccionar y decirme ¿Qué piensas?

Yoongi no dejaba de pensar en Taemin y su reencuentro pasado, habían intercambiado tarjetas, pero no se habían comunicado en mucho tiempo y no sabía que pensar de todo eso. Lo amaba desde siempre y no deseaba que estuviese en una relación con Hoseok pues Taehyung lo mataría sin pensarlo dos veces. Taehyung lo observó hasta que Yoongi se giró hacia él y finalmente habló. —No parece romance, por el rostro de Taemin puedo ver que no es deseo. Pero ¿Por qué se ven a escondidas? Conozco cada reacción de Taemin y veo algo muy familiar.

─Bueno eso lo descubriré el próximo jueves. Al parecer cada jueves él asiste a ese lugar, voy a divertirme con esta situación, ya que gozaré acorralando a esta dulce cereza.

Yoongi  sabía los métodos de Taehyung  y le preocupaba un poco lo que haría, era capaz de envolver a ese chico  como a un mosquito en una telaraña. Pero esperaba que no lastimara a Taemin, pues en cuanto se deshiciera de su familia podría ser feliz con él. Yoongi veía a Taehyung con un rostro que parecía que lo ahogaría, bueno en su cabeza pues antes de tocar a Taehyung este le cortaría las manos en un santiamén. 

—Ya no me veas así, Yoongi. No lastimaré a tu chiquillo me divertiré con él los hombres no son mi fuerte, excepto Hoseok, mi padrastro. Ya sabes solo le haré...─ Hizo unos gestos de retorcer y arrancar uñas y Yoongi reaccionó. 

— ¡No! ¡Deja de un lado a Haru no hagas estupideces con él!

Taehyung hizo un gesto exagerado de asombro colocando su mano en el pecho. Taehyung tenía demasiadas habilidades para el drama. 

—¿Estupideces? Yoongi  me ofendes ¿Cuándo me he portado de esa forma? Me siento dolido y traicionado, quieres mis dagas para que me las entierres en la espalda. Creí que eras mi amigo, pero veo que solo Jungkook lo es.

—Solo te advierto que controles tus manías psicópatas con él... ¡Ah! Por cierto, Jungkook y tú son cortados con la misma tijera.

─ La tijera más sexy del mundo.─ dijo Taehyung viendo al cielo. 

Yoongi  salió de la casa de Taehyung  un poco confuso por la actitud de Taemin  y preocupado por las manías de su amigo, pero confiaba en ese joven retorcido que muchas veces le había mostrado lealtad. Se conocieron durante unos estudios que había hecho en el extranjero cuando por un error de su padre se vio envuelto con una mafiosa interesada en la belleza de Yoongi. Fue ayudado sin querer por Taehyung, quien llegó con una sonrisa maniática al club de aquella bella Señora.

(Flashback)

Taehyung  vestía unos jeans rotos en las rodillas y muslos, dejando ver su hermosa piel blanca y piernas tonificadas una camiseta cuello V y una chaqueta de cuero color negro, su mirada estaba puesta en aquella mujer , alta rubia, de buenas caderas y pechos exuberantes, vestida con un abrigo de piel blanco . El club consistía en una mansión en las afueras de la ciudad de Berlín, un club donde se subastan mascotas jóvenes para Sugar Daddy, se servía una gran cantidad de licor de buena calidad y drogas. Las paredes del lugar eran color rojizo y dorado, con cortinas oscuras y candelabros elegantes. Por todo el salón habían vitrinas donde se exponían a los sugar baby. Y otros hermosos sillones de piel con viejos que disfrutaban su compra. 

Under My Skin In The Twisted WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora