Jimin se encontraba en casa, recordaba el descaro de Jungkook y cómo había aprovechado el momento robándole un beso. Pero tenía razón era la única opción que tenía, nadie en la ciudad se atrevería a emplearlo, pues su padre se encargaría de destruirlos. Sentía mucha frustración, pues estar cerca de Jungkook sería un suplicio y una tentación, peor después de la escena que había visto con aquella mujer. Habían jugado cruelmente con sus sentimientos y ahora solo tenía ese trabajo, sin embargo esperaba ser menos débil y luchar contra las sensaciones que el menor provocaba en él. La pregunta era ¿Por qué Jungkook no se preocupaba por las acciones de su padre? ¿Quién era este chico?
Volvió a perderse en los recuerdos y la sensación que le provocaba, "¡Dios!" Pensó Jimin. Él besaba muy bien, uno solo de sus besos lo transportaba al paraíso, sus labios eran adictivos y llenos de una esencia que lo hacía perder la razón. No podía negar la química y la conexión que sentía con él, sus labios, su piel y aquellos ojos que lo desnudaban; pero no debía seguir así, él estaba decidido a resistir.
Al día siguiente, Jimin se preparó, se colocó un jeans verde, según él era más seguro otros que solía usar en la universidad. Según Jimin, Jungkook se iba a controlar al no verlo vestido como el docente que le impartía clases, sin embargo el menor era capaz de cualquier cosa y Jimin obviaba ese detalle. Se decidió por una camiseta blanca con una chaqueta color rosa y cruzó su bolso, siempre fueron más cómodos que las carteras elegantes de su madre, tenía hombros que no sostenían bien las carteras y se deslizaban, al igual que algunas chaquetas, siempre del hombro izquierdo.
Cuando llegó a la mansión, Jungkook no estaba, así que conoció a su estudiante un chico de trece años, Dongpyo tenía el cabello castaño, ojos como los de su hermano, al menos Jimin los veía de esa forma, un rostro angelical con un aura sofisticada, llevaba un libro y vestía una camiseta roja de un grupo de rock y un short azul, se sorprendió al verlo descalzo, pues se notaba un chico diferente a esos que les fascina correr por el jardín llenándose de polvo o lodo los pies y la ropa. Al verlo sonrió de una forma maliciosa, pero luego la saludo, eso también le recordó a Jungkook.
—¡Hola profesor! Mi hermano me dijo que es muy bueno, espero pueda ayudarme soy bueno en matemática, pero pésimo en literatura.
— Bueno, espero poder cumplir con tus expectativas, soy muy estricto y haré que superes cualquier dificultad.
El chico lo vio un poco dudoso, sin embargo, estuvo atento a las orientaciones que Jimin le daba para poder realizar análisis de las obras que leía. Su hermano le había dicho que Jimin era muy especial, sabía que él y el demente de Taehyung planeaban algo importante y por alguna razón Jimin era una pieza importante. Jimin no era tonto y descubrió que el chico no era malo en la clase, aprendía demasiado bien, estuvo callado solo realizando las actividades, pero al finalizar le preguntó
— ¿Tú y mi hermano se gustan?— Jimin sonrió, más una mueca que una sonrisa, pues nada en su relación con Jungkook era recíproco.
— Soy solo su maestro y mayor que él, es imposible. Además el tiene a su novia.
—Eso no es problema, en realidad nada de lo que has dicho lo es. Además creo que tú no conoces bien a mi hermano. Aunque él es transparente cuando está frente a ti.— Él se levantó y despacio, con aquel caminar acompasado y relajado, se dirigió a las escaleras, al llegar al primer escalón giró hacia Jimin y le dijo. — Por cierto, dijo que lo esperaras o te irá mal profesor Park.
Dijo con una sonrisa maliciosa para luego seguir su andar. Jimin se quedó boquiabierto con aquella actitud del mocoso malcriado, sin saber que decir. — ¿Qué les pasa a estos hermanos? pero lo mejor será que espere o quién sabe lo que hará ese idiota. Sinceramente, espero que ese niño no crezca igual que su hermano con esa actitud de todo poderoso.
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Under My Skin In The Twisted World
FanficDos historias paralelas y un mismo objetivo A veces las familias pueden ser un desastre, pero para Jimin, un profesor amable de universidad, su familia es una maldición, pero, todo cambia, cuando aparece un chico en su salón de clases que esconde...