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El dios del hielo les contó a Claude, Byron y Candela todo lo que había sucedido con el robot.

— ¿Pero entonces quién es su creador? – preguntó el dios del fuego.

— No nos dijo nada, cuando queríamos sonsacárselo llegó en ese instante la policía y no sabemos nada acerca de él – explicó Strange – lo que me llamó la atención es que llevaba puestos unos brazaletes como los vuestros, pero de color negro.

— ¿No se supone que los brazaletes solo lo pueden usar seres vivos? – preguntó Candela – un robot no debería de poder usarlos.

La chica de pelo castaño tenía razón. Los brazaletes solo podían ser usados por seres vivos. Aunque una persona que no era muy fuerte no podía levantaros, pues pesaban muchísimo.

Más tarde, por la noche, Byron subió a la azotea de la casa y se tumbó, observando el firmamento. El cielo estaba precioso aquella noche.

El dios escuchó que una persona estaba subiendo a la azotea, se trataba de Candela.

— ¿No puedes dormir? – preguntó el chico.

Ella negó con la cabeza. Se acercó a Byron y se tumbó junto a él, notó como su brazo derecho rozaba con el izquierdo de él. Los dos se quedaron observando las estrellas durante un buen rato.

— Así que tienes poderes como nosotros – dijo Afuro – lo cierto es que al principio lo sospechaba.

— Quería mantenerlo en secreto – dijo la chica preocupada.

Byron se levantó y se puso sentado, mirando a Candela, y dijo:

— ¿Sabes? Me encanta pasar tiempo contigo, cuando estoy a tu lado me siento muy seguro de mí mismo – explicó el chico – solo quería decirte eso, nada más.

Ella le miró a él, y él le miró a ella. Candela notó como se le iluminaron los ojos a Terumi, parecía que las estrellas estaban reflejadas en sus pupilas. Se acercaron el uno al otro y se besaron bajo la luz de la luna aquel diecinueve de febrero. Cuando terminaron se lanzaron una sonrisa.

— Gracias por todo, Byron – dijo la chica de cabello castaño.

— No tienes que agradecerme nada – le respondió.

Candela le lanzó una última sonrisa y se fue a dormir. Byron se quedó allí arriba un poco más y después bajó a su habitación para conciliar el sueño.

Al día siguiente, en la cuidad, Byron Hate hizo un nuevo ataque. Strange y los demás fueron allí a detener al villano. Cuando llegaron a la escena, había un montón de agentes persiguiendo a Hate mientras éste estaba corriendo. Strange apareció delante del chico y dijo:

— ¿A dónde crees que vas?

Sacó su espada y se puso en posición de combate, el villano hizo lo mismo y se preparó para la pelea.

Hate sacó unas grandes alas negras de su espalda, voló hacia arriba y creó una gran bola de energía.

— Eso es...

— ¡¡Sabiduría oscura!! – gritó.

Copió la super técnica de Byron Love y se la envió al Hechicero Supremo. Enseguida el doctor guardó su arma y movió las manos y los dedos para hacer un escudo místico mediante un hechizo.

La esfera hizo contacto con la defensa de Stephen, éste consiguió parar el ataque y la sabiduría oscura desapareció, no obstante, le había costado mucho trabajo, pues esa super técnica era muy poderosa.

"¿Cómo ha podido hacer el ataque de Byron? No entiendo nada" pensó Strange.

— ¿Te ha gustado doctor? – dijo Hate en tono desafiante.

El villano era muy fuerte y tenían que colaborar entre todos para poder derrotarle.

Claude y Bryce atacaron al mismo tiempo, éste esquivaba sus ataques, pero los hermanos cada vez iban más rápido y Beacons consiguió golpearlo y enviarlo al suelo de un puñetazo. Era el momento perfecto para que los dos hiciesen su técnica conjunta. Ambos usuarios saltaron en el aire y realizaron la ventisca de fuego.

Hate la recibió de lleno y se quedó muy débil.

— Es muy fuerte, ¿qué podemos hacer? – dijo Terumi.

— Tengo una idea – dijo Stephen – no se si saldrá bien, pero vale la pena intentarlo.

El Hechicero Supremo desenvainó su espada y corrió hacia Byron Hate, el villano se puso de pie para poder bloquearle, pero Strange saltó y golpeó a los brazaletes con su arma.

Estos estallaron en mil pedazos y el chico de pelo naranja cayó al suelo. Miró al doctor y después se desvaneció como si de polvo se tratara.

Byron Hate no volvería a atacar más a nuestros héroes ni a gente inocente. Los cinco lograron una vez mas poner fin a las maldades que amenazaban el mundo y al fin podían descansar en paz, al menos por el momento.

Byron Love - La Espada PlateadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora