Roulette Of Memories

Compañía

-Taichō, ¿Y usted por que se unió a la Legión?

-Ah, quien sabe...

-Taichō, ¿Siempre había querido unirse a la milicia?

-...No estoy segura.

-Taichō, si algún día logramos acabar con esos bastardos... ¿Que planea hacer después?

-...Nunca lo he pensado. Supongo que cuando eso pase, veremos.

-Y usted, Taichō... ¿No tiene algún sueño?

-...Recuerdo haber tenido uno cuando era una niña... ¡Jaja! ¡Se que sonará muy raro, pero ya no soy capaz de recordarlo mas!

-...

Levi, inconmovible, observaba en silencio la figura de su mujer junto a las improvisadas lápidas de madera frente a ella. La tierra cercana a sus pies luciendo como si nunca hubiese sido movida, puesto que en realidad no había ningún cuerpo debajo de ella.

El viento invernal agitó los largos sobretodos beige que los cubrían a ambos, los largos mechones de cabello a los lados del rostro de la mujer moviéndose en la misma dirección en que lo hacía su ropa y sus ojos mirando vacíamente hacia la inscripción de las lápida mientras sus manos sujetaban un gran ramo de flores blancas.

"Lucius Jacob White" 

"Magnus Jacob White" 

"Dimitri Zedd" 

"Peter Stod" 

"Alexander Lawson" 

"Lin Fa Tsung" 

"Kristoff Von-Hoddie" 

"Hanz Dieghuter" 

"Camille Blur"

Nueve tumbas vacías. Nueve vidas perdidas junto con las memorias del tiempo que estuvieron juntos ademas del cargo de conciencia que conllevaban. Eso era todo lo que quedaba de los primeros amigos que ella había tenido y del primer escuadrón al que había dirigido. Y el cual había terminado muriendo no mucho después en la primera expedición a la que habían asistido juntos.

Lo que mas perturbaba a Levi, en todo esto, era el hecho de que ella no había derramado ni una sola lagrima desde entonces, solo mirando hacia la nada, con una expresión desentendida, confundida. Como si estuviese dudando de algo desde que las ultimas cuatro muertes habían ocurrido. Ella parecía estar intentando buscar algo...

-Aunque pasara toda mi vida pidiéndoles perdón, sé que no sería perdonada.

Eso fue lo primero que le escuchó decir mientras permanecía de píe frente a la lápida que había corrido la suerte de quedar en el medio, siendo esta la de Alex. ¿Qué significaban sus palabras? ¿Qué significaban estas pequeñas lapidas hechas por ella misma durante tres días y tres noches, solo para colocarlas en un pequeño rincón alejado de los campos de entrenamiento? Era la primera vez que ni siquiera él era capaz de saber que era lo que estaba pasando por la mente de esa chica, aun cuando creía conocerla mejor que a la palma de su mano.