Roulette Of Memories

Bala Fantasma

Nota de la autora: ¡Muchas gracias por su apoyo hasta ahora! Ahora les dejo con el penultimo capitulo. Dentro de cuatro días, el final de esta historia.

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-Te contaré la historia de un miserable matón del subsuelo y sus compañeros... Eres la primera persona a la que se la muestro. Presta atención... Y no la olvides, Diamant D'Hiver.

-... Desde entonces todo ha sido el mismo ciclo... Supongo que lo único que no me esperé nunca fue conocerte.

El sonido de las balas silbando al atravesar el aire y golpear contra el centro de las dianas te hizo saltar en tu sitio. Aun no estabas acostumbrada a ese sonido ensordecedor.

Recordabas muy bien que tu padre tenía una escopeta en casa, con ella salía a cazar animales o a ahuyentar a personas que pudiesen irrumpir en los terrenos de su hogar con intensiones maliciosas. Recordabas haber hablado con uno de sus antiguos compañeros de la Policía Militar, el cual te había dicho que, sin lugar a dudas, tu padre había sido el mejor pistolero que había pasado por esa fracción de la milicia. Sin embargo, al enseñarte a cazar, en vez de darte la escopeta simplemente te entregó un arco y una flecha. Siempre estuvo prohibido para ti y tus hermanos el tocar la escopeta o alguna de las dos pistolas que él y tu madre guardaban en su habitación.

Su razón para ello: Las pistolas no son juguetes.

Y viendo a Levi disparar de esa forma ante tus ojos te daba a entender que, efectivamente, no eran juguetes. Las cabezas de los tres muñecos de paja y tela que se encontraban en la parte trasera de la base de la Legión terminaron destrozados cuando el Líder de los Soldados apuntó y disparó en fracciones de segundos, tan rápido que ni siquiera tuviste tiempo de ver en qué momento le disparaba a uno y cuando comenzaba a apuntar al otro, siempre dando en el centro de la diana, sin errores, sin siquiera dar tiempo a recuperar el aliento o de hacer un movimiento en falso. Las balas que salían de su arma volaban... Matándolos en un parpadeo de haber estado vivos.

A ti, a pesar de que te habían enseñado a desarmar una escopeta y a disparar con ella en tu entrenamiento como cadete, jamás habías podido disparar con la facilidad con la que Levi lo hacía en ese momento. Cada vez que un arma de fuego caía en tus manos comenzabas a temblar, nerviosa. Nunca habías confiado en el poder inestable de algo como una pistola. El saber que con esa cosa podrías acabar con la vida de alguien o con incluso tu propia vida en menos de un segundo te causaba incomodidad.

"...Si la vida de alguien será puesta en mis manos, al menos me confortaría sentir el momento en que se apaga."

El Líder de los Soldados bajó el revolver, girándose para observar como yacías sentada solitariamente en las gradas del campo de tiro. Sus ojos se entrecerraron ligeramente, notándote demasiado tranquila mientras se acercaba a ti, cargando aquella arma de forma descuidada. ¿Qué pasaba si accidentalmente apretaba el gatillo y una bala salía disparada? Con lo que te había estado contando hasta antes de comenzar a disparar, ya te imaginabas que eso era algo a lo que hacía mucho tiempo le había perdido miedo.

-... Eso es todo lo que tengo que contar... Ya no hay nada más que esté oculto para ti.

Levi cerró la boca, dejando que sus palabras fuesen arrastradas lejos junto con el eco del estallar de las balas, quedándose grabadas con fuego en tu memoria.