Cada vez era imposible ocultar los morerones y golpes preducidos por aquel hombre que soñe seria "mi príncipe azul" y termino siendo lo contrario, amaba a edgar pero ¿Quien te ama te golpea? Seguro que no pero mi corazón no le entendía, el era mi primer amor y yo no sabia el significado de "amar".
Volví a la caja despues de ir al baño a limpiar la sangre de mi nariz provocada de una cachetada y como si nada pudiera ir peor Roberto estaba frente a mi.
-¡Leilany! Que mierda te paso en el ojo?- dijo roberto despegando su vista del celular -No es nada, me golpie con la puerta- tape el moretón con un mechón de pelo -Ese mal nacido te lo hizo cierto? ,lo estuve investigando y estuvo en prisión dos meses por violación pero salio por "buena conducta"- me mostró "pruebas" de lo que decia -¿Que claro que no, ademas con que derecho lo investigas- -Lei solo intentó ayudar- -Si eso es lo que buscas dejame en paz alejate de mi y te pido que si solo vienes a reclamarme retirate o llamo a seguridad- el se retiro con una cara de desepcion y tristeza
Perfecto la unica persona de confianza acaba de ser tirada por un tuvo ¡Felicidades Leilany, eres grande!
Acabo el día y el miedo me imbadia no queria entrar a aquel departamento, la llave grio y la cerradura se abrió, la puerta se abrió y un fuerte alcohol inundó mis fosas nasales, di dos pasos al frente y un tiron de pelo me hizo retroceder.
-Eres una maldita, acaso no entiendes la palabra prohibido?-
-De que hablas?- tartamude mientras trataba de formular las palabras
-Te prohibi una y mil veces hablarle al estúpido de Roberto-
-Y lo he cumplido no lo he contactado-
-Ademas mentirosa, hoy te vi hablando con el- una cachetada volteo un poco mi cuello
-Pero le dije que se fuera-
Aquellos golpes incrementaron al igual que el alcohol en su cuerpo ¿De qué sirvió irme de casa si volvería a lo mismo? , estaba tirada en en el piso tratando de ocultarme cuando el apareció de vuelta ahora más borracho y furioso, se sentó a mi lado mientras retiraba su cinto y lo tiraba por algun lado, y de un momento a otro yo estaba sentada bajo la regadera trantando de quitarme la suciedad, porque el trauma jamas se ira.
