Sentí el flash de un celular, abrí los ojos y encontré a mi grupo de amigos parados en la puerta con el celular en la mano, mientras reían grababan, al darse cuenta que los miraba cerraron la puerta. Mi cabeza me daba vueltas y al mismo tiempo me punzaba.
Gire mi rostro encontrando a Iván, un streamer que había conocido en persona hace unas horas, el se despertó y me miro.
—¿Quisiera saber cuál es tu nombre mujer?—
—Daiara imbecil—
—Lo decía de joda, ¿Pero que horas son?—
—Las 6 AM—
—¿Que tanto fue lo que pasó?—
—Yo no recuerdo, solo se que amanecio y tenía a unos pendejos grabando—
—Pero que confusión—
—Ni siquiera conozco tu cara pero amaneciste aquí en mi cama—
—Me voy a cambiar—
Realmente no recordaba nada de lo que pasó ayer, me cambié y salí al living donde estaban charlando todos.
—¿Que tal la pasaron ayer?—
—Preguntale al cuello de Ivan—
—Y a las piernas de Dai—
—¿Al menos lo recuerdan?—
—Ya no me acuerdo de nada no tengo nada en la mente
—Estabas tomando mucho ron con agua ardiente, rumbeando en la disco estaba prendido el ambiente—
—Ese es mi único recuerdo hasta que estuve consiente, se acababan las botellas de camino otra venía—
—Ari te estaba hablando y no sabías lo que decía—
—Donde se entere el Luzu te van a madrear Iván—
—Deja de joder, tengo un re sueño—
—Nosotros recién llegamos, vamos a dormir y al rato hacemos unos chilaquiles—
Todos asentimos y nos fuimos a las respectivas habitaciones, yo me fui con Iván el cual al entrar cerro la puerta con seguro.
—Eu, yo no quiero que esto sea de una sola noche—
—¿Disculpa?—
—Lo que oíste, yo no quiero que lo que pasó haya sido solo por el alcohol, vos realmente me gustas y no sabes cuánto, se que suena muy estúpido lo que te dije pero lo digo en posta—
—Ivan...—
—Escuchame, de verdad te me haces una mina re linda, tenés un cuerpo increíble a eso súmale tu personalidad, tu carisma, todo lo que vos tenés es... increíble, déjame, al menos dame la oportunidad—
—Vas—
No pasaron ni 10 minutos cuando Iván estaba sobre Daiara besándola de manera feroz y desesperadamente mientras acariciaba de arriba para abajo todo su cuerpo, ella se limitaba a soltar jadeos bajos.
—Sos increíble — Dijo una vez se separó de sus labios para bajar a su cuello.
—Lo decís porque estamos a punto de cojer—
—Eso es aparté— Volvió a besar sus labios
—No mamen wey ya que alguien les aviente un camión de agua a esos calenturientos—
—Si wey llevan desde las 6 y ya van a dar las 8—
—Ni dormir dejan, con sus gemidos y la cama es imposible —
Iván salió de Daiara y se recostó a su lado
—¡Dejen de joder amigo!—
—Vayanse a un motel mínimo —
—¡Como vos tenés tanto que no cojes te da envidia!—
—Lo mismo digo, pinche urgido!—