-Oh sí. -Fue más un largo gemido que dos palabras distintas-. Exactamente así.
Los dientes se deslizaron, apenas, por la parte de abajo de la polla de Caleb antes de que los labios se cerraran con fuerza en torno a ésta, haciéndole subir de un tirón las caderas. Zach lo mantenía sujeto con facilidad, con un brazo le presionaba la pelvis y con la otra mano rodeaba la base de su erección.
Conocía con exactitud lo que Caleb quería esta noche, sabía que tenía que expulsar la irritabilidad, la inexplicable necesidad que, últimamente no le había estado dejando en paz. En especial el último par de días. Lo chupó con fuerza. Su boca, lengua y dientes estaban castigando, exigiendo mucho. Casi brutales.
No obstante, Caleb era un werewolf; podría soportar lo que fuere que Zach le propinase. Y más.
Caleb se corrió como un cohete, pero después del primer trago, Zach se apartó. Y usando su semen, lo frotó alrededor de su culo. Lo usó como lubricante antes de meterle la punta de la polla. Caleb apretó los puños.
Era poco común que él dejase a Zach manejarse así. De los dos, Caleb era el más dominante, aunque Zach no era exactamente un enclenque tampoco. Ahora mismo, Caleb leía demasiada preocupación, demasiadas preguntas en los ojos de su amante. Tensó los músculos un poco, sólo lo suficiente para distraerlo y los ojos de Zach se pusieron amarillos, cambiando a lobo cuando se hundió hasta la empuñadura con fuerza y sin mucho cuidado.
Las primeras estocadas fueron bruscas. Caleb estaba duro otra vez para cuando Zach disminuyó a un ritmo más estable y controlado. Cuando lo miró a los ojos vio ternura y esta noche... no bastaría. Con su mano rodeó la nuca de Zach y tiró de ella con fuerza hacia abajo.
-Tal vez debería ser yo quien te folle a ti.
cuando obtuvo la reacción que quería. La boca de Zach aplastando la de él. Su polla entrando y saliendo con fuerza. Ninguno de los dos podría durar mucho más tiempo así. Ninguno de los dos en verdad lo quería. Tan pronto como Zach se corrió, Caleb le dio la vuelta y lo tomó desde atrás. Todo terminó en segundos. Yacieron uno al lado del otro durante mucho tiempo. Jadeantes, sudorosos y tranquilos.
No fue hasta mucho más tarde, después de que se hubieran duchado y vestido que Zach rompió el silencio.
-Deberíamos encontrar una mujer esta noche.
-Sí.
Sonaba bien. Cualquier cosa para quitarse la necesidad que seguía sin dejarle en paz. Era como si su cuerpo supiera algo que él no. Como si estuviera calentando motores anticipadamente. Levantó la mirada para encontrar la expresión pensativa de Zach antes de que pudiera ocultarla, y puso los ojos en blanco. Realmente no estaba de humor para ser psicoanalizado esa noche.
-¿No has llamado aun?
Mierda. Zach no iba a dejarlo pasar.
-No -le contestó bruscamente. Antes Zach había compartido su teoría de que algo andaba mal en la manada de Caleb. Que éste estaba experimentando algún tipo de extraño sexto sentido. Era una peligrosa suposición para hacer sobre un werewolf, incluso si su manada no tenía las mismas inhibiciones sobre las brujas que el resto.
La sola idea era suficiente para traer la imagen de ella a la mente de Caleb. Liza. Sentía la mezcla usual de emociones al recordarla. Lujuria y rabia. Furia y actitud posesiva. Respiró hondo para serenarse. No podía tenerla. Mierda, ella, muy probablemente a estas alturas, se habría apareado con alguien. Su lobo se levantó cerca de la superficie de su mente y gruñó su descontento.
-¿Bien?-preguntó Zach.
-Encontraremos a alguien mañana. -Él ignoró la segunda pregunta y contestó a la primera.
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Luna Hechizada • ¡A la una...
Hombres LoboLiza es un Paladín, la tercera en poder en la manada Redhawke (Halcón Rojo). Mitad bruja, mitad mujer lobo, pero sin la capacidad de cambiar de forma, tiene una historia áspera con Caleb, el heredero del Alfa. En una noche explosiva, exploran el...