Los sabios de Buer.

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-Adelante primer sabio de Buer-

Lumine desvaino su espada en contra del dios mecánino en nombre de la verdadera arconte dendro, si Lumine; la viajera de otro mundo culminaba con éxito su parte del plan entonces toda la operación del escriba habría tenido éxito y Sumeru volvería a estar en manos de la arconte Dendro; Nahida.

-¿disculpe a donde se supone que vamos?-

Tras varias horas en silencio y el arquitecto hiendo detrás de aquellos Fatui durante unos cuantos kilómetros se sintió prisionero acusado de algún crimen cuyo castigo no era menos a la pena de muerte, por mas que intentaba hacer conversación, ninguno de los otros dos le hacia segunda. No fue hasta varias horas después en transporte que llegaron al desierto Escarlata, Kaveh se sorprendió mucho cuando llegaron a un campamento bastante elegante, sin embargo no parecía haber alguien ahí aparte de ellos tres.

-Nuestro jefe va a llegar pronto, mientras tanto puede beber y comer lo que quiera-

El rubio solo asintió mientras lo dejaban solo con su maletín disfrutando del ambiente y la tranquilidad  del lugar, el desierto era uno de los lugares mas traicioneros de Sumeru así que estar ahí cómodamente le resultaba satisfactorio, no obstante tuvo que aceptar los aperitivos ya que después de su viaje de Liyue su mente se había imaginado estando en la comodidad de su hogar dándose un relajante baño, comer algo e ir a dormir y si a su despertar no se encontraba con el escriba ya habría ganado la energía suficiente para ir a buscarlo por cielo mar y tierra.

Sin embargo tras varias horas de haber estado ahí varado y viendo como el sol poco a poco se metía, decidió que ya era suficiente y justo cuando se levanto para poder irse de ahí tres personas se acercaron a él haciendo que el arquitecto por inercia retrocediera poniéndose ligeramente a la defensiva.

-Me disculpo por la demora, tuve un pequeño inconveniente que hizo que me retrasara-

El rubio lo miro de pies a cabeza intentando recordar si aquel hombre alto de cabello negro y lentes lo había visto en alguna parte, pero por su porte y su forma de hablar quedaba claro que no era de Sumeru.

-¿usted es?...-

-soy su nuevo cliente, vengo de Fontaine, mucho gusto Celebre arquitecto Kaveh-

Aunque Kaveh nunca supo el nombre de aquel hombre que resultaba mucho más alto que él, solo se limito a seguir indicaciones pues el sujeto desde su punto se vista se veía que estaba de paso y que tenia prisa por abandonar las tierras de la sabiduría.

-parte de mi trabajo es supervisar las obras para que queden justo como las visualizo, así que...-

-No será necesario joven ilustre solo necesito los planos y listo, como se que es un trabajo de ultimo momento le pagare como "proyecto urgente"-

Kaveh le miro atento y con profesionalismo prestando atención a los detalles de la visión del cliente, a ciencia cierta no era nada del otro mundo, sin embargo una vez que termino su explicación el rubio empezó con un pequeño cuestionario pues no se sentía cómodo entregándole solo el plano sin si quiera tomarse la molestia de ir a inspeccionar la zona.

-Yo trabajo por principios y aunque me ahorre trabajo solo dibujando me temo que no podría hacer eso, me gustaría al menos echar un vistazo-

-no se preocupe por ese tipo de detalles, la obra en si no tiene fecha para su elaboración pero si es urgente que haga esos planos, no todos los días viajas a una tierra lejana solo para tener una consulta suya, ya eso genera ingreso-

El contrario intento delegar sin embargo aquel hombre le detuvo de forma amable causando la intriga del arquitecto, Kaveh y su mal habito de ser innecesariamente inexpresivo, de inmediato su cliente supo que le estaba exasperando.

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