【¿ ᴅᴇ ᴠᴇʀᴅᴀᴅ ᴍᴇ ᴀᴍᴀꜱ?】/ᴴᵒʷˡ ˣ ᴸᵉᶜᵗᵒʳᵃ

En el que dejan el castillo.

No sabe como, tampoco sabe cuándo es que se quedó dormida en el refrescante pasto debajo de ella, pero a decir verdad no le importaba mucho , estaba haciendo todo lo posible para no recordar la comprometedora situación en la que se vio envuelto el mago Howl unas horas atrás.

Las horas transcurren lentamente, y ahora todo lo que llenaba de tranquilidad y paz a la chica apenas unas horas atrás es lo que más le había irritado los últimos minutos. El suave pasto parecía ahora una terrible hiedra venenosa que picaba sus piernas, brazos y cuello cada vez mas y mas fuerte, esto debido a todos los insectos que apenas hacía un rato le atraían por su fascinante capacidad de permanecer despiertos tanto tiempo, por trabajar siempre, con lluvia o sin ella, tampoco les importa el sol o las tormentas según ella.La suave brisa que apenas unos segundos atrás le brindaba tanta serenidad ahora se convirtió en una torrente de aire fuerte y frío , para nada comodo, asi que seria mejor que recogiera las pocas cosas que tomo para distraerse y emprendiera un muy corto camino hacia el imponente castillo no muy lejos de ella.

Bastante irritada entró al castillo, donde yacía un pequeño Calcifer dormido en su muy cómoda cama de leña, realmente parecía un ser bastante pacifico y para nada grosero demonio cuando duerme. Comenzó a caminar de puntillas suave y sigilosamente , subiendo con éxito los escalones sin hacer ningún tipo de ruido que pudiese molestar a Calcifer.

Muy bien, ahora dejando al pequeño Calcifer de lado tenía que preocuparse por los demás habitantes del castillo, pues por un lado estaba Michael el cual no disfrutaba dormir muy tarde debido a la explotación laboral infringida por el egoísta mago Howl, tendiendo así que levantarse bien temprano en la mañana para comenzar a atender a los clientes que buscaban tanto al poderoso mago Pendragon y a su nueva y muy bonita asistente; apodo que recibió _____ por algunos habitantes de cada pueblo en Ingary.

Por otro lado se encontraba durmiendo Howell, el cual odiaba con cada pizca de su alma ser interrumpido en medio de sus muy preciados sueños, para él no había mucha explicación, solo odiaba que lo hicieran, ya que se comenzaba a poner mucho más irritante de lo que _____ ya lo consideraba. Ah, y por último no quería despertar a la " acompañante" del rubio ya mencionado anteriormente.

Llegó a la habitación, parándose frente a la puerta de esta, lista para abrir y recostarse por fin en la cómoda cama con bonitas sábanas blancas adornandola , pero algo la distrajo de un instante a otro; la puerta de la habitación no muy lejos de ella se abrió rápida y bruscamente, dejando ver a un apuesto y desaliñado rubio , frotando sus ojos cual niño pequeño después de despertar de una siesta.El apuesto mago miró a _____ por unos segundos, la chica se mostraba un poco confundida, pero de un momento a otro decidió comenzar a abrir la puerta de su cuarto, decidida a entrar le lanzó una seria mirada a Howl, quién aún no paraba de mirarla . " Buenas noches" fue lo único que dijo la chica antes de cerrar la puerta no muy fuerte, pero si lo suficiente para que el rubio notase el enojo de la chica.

Ya lista para dormir, yacía en su cómoda cama una muy cansada _____, cansada de esperar casi toda la noche fuera en el prado frío e incómodo para que su anfitrión terminase de hacer todo lo que a ella no le importaba .

Pocos segundos transcurrieron después de que la chica comenzará a retomar el sueño, pero algo la despertó de golpe . ¨El sonido de la puerta abriéndose, los suaves y cortos pasos que se detuvieron apenas a mitad de la habitación, ese suave y magnífico aroma que no sabía cómo describir, ese aroma que solo el mago portaba¨ Ahora comenzaba a romantizar cada acción y aspecto del mago Howl que tanto ¨odiaba¨.

Una pequeña risita salió de los labios de Howl para luego cerrar delicadamente la puerta de la habitación. 

- Sé que estás despierta, señorita fisgona - Dijo en voz baja, casi susurrando. Así que _____ abrió los ojos lentamente, se dió la vuelta y se sentó en el borde de la cama, para encontrarse con Howl ya recargado sobre la puerta y su cabeza levemente inclinada hacia su izquierda.