Cuando acabamos de comer recogemos la mesa y Finn y Adam limpian los platos. La comida ha sido muy incómoda, mientras los chicos hablaban, Dylan me miraba y cuando yo le miraba se giraba hacia otro lado. No puedo mirarle normal después de lo del beso, me mira como si me tuviera rábia...
-Ya casi son las 15pm, Tyler vendrá de aquí poco, Haley.- Me dice Adam desde la cocina.
-Ya lo sé.- Me levanto y me siento sobre la mesa de la cocina.
-¿Te ayudo a recoger tus cosas?- Adam se seca las manos con un trapo y lo deja sobre la encimera. Se acera a mí, pero no demasiado.
-No llevo nada, sólo el móvil... Que no sé dónde está.
-Te ayudo a buscarlo.- Me ofrece una sonrisa de las suyas y me bajo de la mesa. Vamos a la habitación de Dylan y empezamos a buscar mi móvil.
-¿Porqué siempre pierdes las cosas?- Dice Adam riéndose de mí. Lo empujo y lo hago caer sobre la cama de Dylan.
-No pierdo las cosas.- Me río.
-Claro que sí, sinó dime dónde está tu móvil. -Le intento pegar en el brazo pero me coje de la muñeca y me hace caer encima de él.
-No lo sé, pero no lo he perdido, ¿Vale?- Me revuelvo en la cama para que me suelte pero me tiene cogida entre sus fuertes brazos.
-Claro, claro... Lo que tú digas, princesa.- Se ríe más e intento soltarme de su agarre ríendome también.
Entonces la puerta se abre y entra Dylan, al instante pone cara de asco y dice:
-¡En mi cama no! ¡Adam me das asco! -Dylan se tapa los ojos y se gira pero no se va.
Adam y yo saltamos de la cama y nos quedamos de pie, uno al lado del otro. Tengo la cara roja como un tomate pero Adam no parece que le importe y dice:
-Tío, no íbamos a hacer nada, estábamos buscando el móvil y...
-¿Y qué? ¿Estábais buscando el móvil tumbados en mi cama? -Lo corta Dylan.
-Nos hemos caído.- Defiendo a Adam.
-¿A la vez? ¿Uno encima del otro? Qué casualidad ¿No creéis?- Dylan se cruza de brazos.
-Cállate Cappiello.- Suelta Adam.
-¿Cappiello?- Miro a Adam confusa.
-Sí, Cappiello, es mi apellido, mi padre es italiano.- Me explica Dylan canviando su tono de voz enfadado a uno más suave.
-Ah, vale. No habrás visto mi móvil, ¿Verdad?- Le digo.
-Claro que lo he visto, lo tengo yo, idiota. Ahora venía a dártelo pero os he visto tan concentrados...- Dice él casi molesto.
-¡Dylan! ¿Y por qué no lo has dicho antes?- Le grito.
-Porque estábais en vuestro mundo.- Rueda los ojos y sé que su voz refleja moléstia.
-¿Puedes dármelo?
-¿Podemos hablar a solas?- Me dice y mira a Adam con cara de: "O se va o lo echo a patadas."
-Vale...- Murmura Adam sabiendo que no pinta nada ahí y sale por la puerta dando un portazo.
-¿Me darás mi móvil?
-¿Qué hacías con él en mi cama?
-Nada, estábamos jugando y me he caído encima de él y...
-Tyler te lo dijo y yo también te lo digo, ten cuidado con él, no es bueno para ti.
-¿Qué más te da lo que me pase a mí?
-Déjalo, no lo entiendes... Toma tu móvil. -Se lo saca del bolsillo y me lo da. ¿Por qué, desde que nos conocimos, tenemos que acabar discutiéndonos? Cojo el móvil y me apresuro a salir por la puerta, pero antes de que toque el pomo él me coje del hombro y me dice:
-¿Volverás?
-Tal vez.
-¿Pronto?
-No lo sé.
-¿Me dejas despedirme?
-¿Qué?
En cuanto pronuncio esa palabra sus labios se posan sobre los míos y mis ojos se abren como platos, pero se cierran unos segundos después cuando empieza a moverlos. Me lame el labio inferior y lo muerde con delicadeza. Abro la boca e immediatamente introduce su lengua en ella para enrollarla con la mía. Sigue besándome pero derrepente para y se aparta. Sus ojos verdes miran los míos azulados y una sola palabra sale de su boca que tiene una amplia sonrisa:
-Adiós.
Me quedo allí, apoyada contra su puerta, y no dudo en salir. Tengo las mejillas rojas pero me da igual. Voy al comedor y veo a Tyler sentado en el sofá, me alegro de verle otra vez porque esta casa es de locos.
-Hola Hal, ¿Qué tal con los chicos?- Me abraza.
-Hola Ty, bien, me han tratado bien, son buenos.
-Me alegro. ¿Vamos? Tu madre ya está ansiosa por cortarme las pelotas.
Tyler siempre me saca una sonrisa, en parte quiero irme de esa casa pero la otra parte dice que me quede, que la echaré de menos. Me despido de los chicos y me subo a la moto de Tyler.
Cuando llegamos a mi casa nos bajamos de la moto y Tyler ya está sudando de los nervios. Llamo al timbre porque me doy cuenta de que me dejé la llave ayer. Una señora madre abre la puerta (así es como llamo a mi madre cuando está enfadada).
-Tyler, querido, ¿A qué hora te dije que trajeras a Haley en casa?- Dice mi madre exagerando el tono de sarcasmo.
-A-a las tres, señora Loreen.- Dice él asustado, ya que le da miedo mi madre cuando está enfadada.
-Bien, veo que lo recuerdas. Entonces, ¿Qué te parece si te digo que no te veas más con Haley?- Dice haciendo cara de buena.
-¡Mamá!- Le grito.
-Haley, no te metas.- Dice ella.
-Señora Loreen, es la primera vez que pasa, fue culpa mía, bebí demasiado y no pude llevarla, hubiera sido peligroso. Pero estuve con ella toda la noche, no la dejé sola ni un momento.- Dice Tyler seguro de sí mismo.
-Que no vuelva a pasar.- Dice mi madre con tono de superioridad.
-Sí, señora Loreen.- Dice Tyler obediente. Me da dos besos y se marcha con su moto. Entonces le digo a mi madre:
-Eres cruel.
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Feeling like...
Teen Fiction¿Qué pasa cuando a una chica buena se le rompe el alma? Que cambia radicalmente, aún no se si para bien o para mal. Ella sólo cambia.