CAPÍTULO 16

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Llevo una hora esperando a Aria en el las escaleras de la entrada a su casa. He llamado al timbre como cinco veces y la he llamado veinte veces al móvil y no me lo coge. Me estoy poniendo de los nervios. No sé cuanto más va a tardar.

A la media hora la veo caminando rápido por la calle. Se da la vuelta y de dirige hacia aquí. Está enfadada. No sé por que, pero está cabreada. Va con los brazos cruzados y con mala cara. La saludo, pero ella no me devuelve el saludo. Me acerco para que me diga algo.

-Hola, Aria. Hey, ¿qué te pasa?

-Déjame en paz Dylan.

-¿He hecho algo que te moleste?

-Dylan vete.

Caminaba muy rápido y me costaba un poco seguirla.

-Venga, Aria ¿qué te pasa?-Abrió la puerta de su casa y con un portazo añadió:

-¡QUÉ ME DEJES EN PAZ!

-¡Si no me dices que te pasa no te podré ayudar!

-¡Es que no quiero que me ayudes!

Estábamos hablando con la puerta cerrada, ya que ella no me quería abrir.

-¡Por lo menos dime que te ha pasado!

-¡No es asunto tuyo!

-¿Perdona?¡Somos novios Aria, y en una relación no puede haber secretos!

-¡QUÉ TE LARGES!¡No estoy de humor para hablar con nadie de nada!

-¡A veces me parece que soy yo el único el que se preocupa por esto!

Abrió la puerta y tenía cara de malas pulgas.

-¿A qué te refieres con "esto"?

-A que eres tu la que está enfadada por algo, y no sé si es conmigo o te ha pasado algo y no me lo quieres contar. A qué al preguntarte, me da la sensación de que soy yo el que se preocupa por la relación, nuestra relación. Y, por favor, déjame entrar por que estamos pegando unos gritos que va a salir todo el vecindario a ver que pasa.

-No te voy a dejar entrar.

- Por qué no?

-Te he dicho que lo que me pasa no es asunto tuyo, y punto.

-¿Estás enfadada conmigo?¿He hecho algo que te ha molestado?

-No.

-Entonces, ¿qué pasa?

-No te lo voy a contar.

-Te he esperado como una hora y media, Aria. Por lo menos dame una explicación.

-Será mejor que te vayas, Dylan.

-Será lo mejor. No pienso seguir preguntándote ya que no me vas a contar nada.

-Pues eso.

-Cuando estés de humor y no parezcas una niña de ocho años, me llamas y me lo explicas.

Me di la vuelta con la intención de irme a casa, pero, ¿qué iba a hacer allí? Iba a estar comportándome como un niño con una rabieta. Tendría que ir a otro sitio e intentar relajarme y que se me pase el enfado.

-Dylan.

Miré a Aria y tenía la cabeza gacha, se estaba mordiendo el labio. Cuando levantó la mirada tenía los ojos vidriosos por las lágrimas que estaba reteniendo.

-Si piensas que eres el único que se preocupa por esta relación, deberías pensar que hacer.

Me volví a dar la vuelta cuando volvió a hablar de nuevo.

-Y, esa teoría tuya, es mentira -me miró por última vez a los ojos y cerró de un portazo. Oía sus gritos dentro de la casa y como tiraba cosas al suelo. Me puse mis cascos y me fui andando. no sabía a donde ir. Me sentía perdido en estos momentos. Lo único que quería hacer era gritar y romper cosas. Como hacía ella.

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