-Despierta. Vamos ,Dylan que nos tenemos que ir.
-¿Qué, qué pasa Liam?
Mi hermano había entrado gritando en la habitación y no paraba de moverme y sacudirme los hombros para que me despertara.
-No sé que le pasa a Sky que se ha despertado gritando y que no podía respirar. Arriba que nos vamos a urgencias.
-Voy.
Me puse una sudadera para no tener frío y nos fuimos todos a urgencias. En el coche, Sky iba encima de mi madre respirando por la boca muy fuerte y temblando. Mi madre estaba llorando. Se mecía con Sky en brazos para tranquilizarse y también a ella.
Llevamos una hora en la sala de espera. No sabemos nada sobre lo que le ha podido pasar y cada vez estoy más nervioso. Me estoy mordiendo las uñas y dando golpecitos en el suelo con las piernas. Mi madre estaba meciendo a Thomas para dormirlo y Liam y papá no podían parar de andar de aquí para ya. Estoy frustrado al saber que no puedo hacer más que otra cosa que esperar que el médico salga y nos diga algo. Me estoy poniendo malo.
Sale el médico y todos nos dirigimos hacía él menos mi madre.
-¿Qué le ha pasado doctor?-Dice mi padre.
-Tiene los pulmones llenos de líquido. Hemos quitado la mayoría, pero todavía le queda. ¿Podría hablar con usted señor Harrys?
-Sí por supuesto. Chicos sentaros y esperarme aquí.
Mi hermano y yo nos miramos y nos dirigimos a los asientos. Me siento al lado de mi madre.
-¿Qué tal estás mamá?
-Preocupada.
-Yo igual.
-Son las cinco de la mañana, si queréis podéis ir al instituto.
-Yo no me voy de aquí mamá; no voy a dejar a Sky hasta que salga de aquí.
-Como quieras cariño.
A los quince minutos vino mi padre con la cara descompuesta. tenía los ojos rojos y no apartaba la mirada del suelo. Miré a mi madre. Estaba preocupada. Ver a mi padre así no era bueno.
-Daniel, ¿qué ha pasado?¿qué te ha dicho?
-Me han dicho que, lo más probable es que tenga cáncer de pulmón.
Se me cayeron dos lágrimas al suelo. No me podía creer que estuviera pasando esto. Mi madre se tapó la boca y comenzó a llorar mi padre la abrazó. Mi hermano había salido corriendo por el pasillo.
-Dylan, ve a por tu hermano.
Me levanté y salí corriendo detrás de él. Se tropezó y calló al suelo llorando.
-Liam, tranquilo. No va a pasar nada. Va ha estar bien.
-¿Y tú cómo sabes eso eh? Ya pasé por esto una vez cuando le diagnosticaron cáncer en la pierna, no quiero que vuelva a pasar.
-Ni yo Liam. Ni yo.
Nos quedamos en el suelo mientras le abrazaba. Nunca me ha dado vergüenza abrazar a mi hermano, y ahora es cuando más necesita un abrazo.
Han pasado dos días. Sky está ingresada en el hospital y no sabemos por cuanto tiempo. Hemos vuelto a casa para coger ropa y dinero. Aria me llamó para saber por qué no he ido a clase ni el lunes ni el martes. Le expliqué lo sucedido y me dijo que iba a venir. Dijo que no me quería dejar solo. Tengo mucha suerte al tenerla. Conoció a mi familia el otro día y hizo muy buenas migas con Sky. Mientras se lo contaba, notaba que estaba llorando.
Ahora mismo, estoy esperando a que venga. No sé cuento va a tardar, pero la voy a esperar. Veo el coche de su madre que para en la puerta del hospital y a Aria salir. Me ve y corre hacia mí. Cuando llega a mi altura, se abalanza sobre mí y me da un gran abrazo. Envuelvo mis brazos entre su espalda y ella sus manos entre mi pelo. Está llorando y no puedo evitarlo y me echo a llorar también. Nos vamos escurriendo y acabamos en el suelo sentados abrazados y llorando. Se aparta y le limpio las lágrimas con mi mano.
-¿Se sabe ya que tiene?
-Le están haciendo las pruebas ahora mismo.
-¿Entramos?
-Sí.
Caminábamos por los pasillos hasta llegar a la sala de espera. Nos sentamos y no me dejó de dar la mano en todo momento.
A la media hora, vino el médico con cara de malas noticias.
-¿Familia Harrys?
-Nosotros-respondió mi madre levantándose del asiento lo más rápido que pudo.
-Tengo malas noticias. En el escáner se ha detectado un tumor en el pulmón izquierdo. En cuento firmen aquí- tendió una hoja a mi madre- y, nos den su consentimiento, la operaremos para que no se haga más grande.
Aria se abrazó a mí y le devolví el abrazo. Le dí un beso y apoyé mi frente en su cabeza. Las lágrimas corrían por mis mejillas empapando su pelo. Ella lloraba sobre mi camisa.
-¿Podré ver a mi hija primero ,doctor?
-Sí. Pero, cuanto menos tiempo mejor.
Todos pasamos por la habitación de mi hermana y, cuando me tocó a mí, Aria me acompañó.
-Hola Sky.
-Hola Dyl.
-Venía a decirte a que te vas a poner bien, que eres una luchadora y que no nos vas a dejar. Todo se va a poner bien. Alcanzarás cualquier meta y voy a estar contigo.
-Te quiero.
La abracé y comenzamos a llorar. No podía dejarla. Tenía que superar esto e iba a estar allí para recibirla cuando saliera. Me aparté y miré a Aria que también estaba llorando.
-Pequeña. Se que no sé mucho sobre ti, pero cuando te conocí, fui muy feliz. Eres la mejor cuñada que podría tener cualquiera, y sé que nos conoceremos más y compartiremos momentos felices juntas- le toca la mejilla con los dedos y se seca una lágrima-. Nos tenemos que ir ya. Nos vemos luego.
-Adiós Sky.
-Adiós Dylan.
Cerré la puerta y me derrumbé. Pensar que a lo mejor no volvía a verla dolía mucho.
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Life's Dance
أدب المراهقينDylan, un chico como otro cualquiera, vive su vida normal hasta que se muda desde Los Ángeles hasta Madrid. Lo que no sabe, es que un día como otro cualquiera, su vida se derrumbará y no querrá volver a sentir nada. #wattys2015