CAPÍTULO 12

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"Ding dong". Sonó la puerta. Sabía que era mi hermana, y como le dije, le guardé el secreto. Mi madre se levantó del sofá y abrió la puerta. No le podía ver la cara por que estaba de espaldas, pero en cuento vio a Ariana, se lanzó hacia ella.

-Pero, ¿qué haces aquí?

-Dos semanas libre en la universidad.

-No entiendo.

-Había huelga estas semanas de los estudiantes. Así que aquí estoy.

-Ay que alegría hija. Daniel ven aquí y mira quien ha venido.

-¿Qué quie...¿Ariana?

-Hola papá.

Se dieron un abrazo y yo me levanté del sofá para saludarla.

-Ari.

-Dyl. Gracias por guardarme el secreto -me dijo en un susurro-.

-De nada. Ehh... Mi novia quiere conocerte mejor.

Me miró con los ojos abiertos y yo me mordí el labio de la vergüenza que estaba pasando al decirlo.

-¿La novia del pequeño Dyl quiere conocerme más a fondo?

-De pequeño nada -intervino mi padre-. Es más alto que tú.

-Ja ja que gracioso papá.

-Es la verdad.

-Si sé que me vais a empezar a llamar bajita no vengo.

Todos estallamos en una carcajada y nos empezamos a reír.

-Y... esa novia tuya, ¿por qué me quiere conocer?

-No sé. Se le ocurrió a ella.

-Okay.

-Seguramente venga hoy a casa.

-Oh. ¿Y que va a hacer aquí en casa?

-Iba a venir a cenar a casa con su madre.

-Chicos, he tenido una idea -intervino mi madre-. Mejor nos ponemos elegantes y vamos a cenar a algún restaurante. ¿Os parece?

-Perfecto. Así podré opinar sobre ella.

-Es muy maja. Siempre que viene está ayudando -dijo mi madre. Algo que nunca han hecho los novios que tú traías.

-Eran idiotas mamá. Por eso ahora estoy soltera.

-Si, haber si te echas novio Ari -dije yo en tono de burla.

-De verdad, que malo ere conmigo eh. ¿Dónde está Liam?

-En su cuarto. Seguro que todavía no se ha enterado de que has llegado.

-Probablemente. ¿No ves que a veces parece que está sordo?

Llegó la hora de irnos y Ariana se vistió tan elegante con un vestido rojo y tacones (algo que no es raro en ella por que siempre viste muy elegante), mi madre se puso un traje de dos piezas, la camisa azul cielo y la falda negra. Mi padre mi hermano y yo nos pusimos camisas con pantalones más formales. Mi camisa y la de mi padre, son azules y la de mi hermano amarilla con cuadros negro y blancos. Tommy llevaba unos pantalones rojos y una camisa azul que le compró Aria hace mucho. Sonó la puerta; Aria. Abrí la puerta y allí estaban ellas. Aria iba muy guapa. Llevaba un vestido negro con unos tacones a juego. Y su madre iba con un vestido blanco y negro.

Salimos todos de casa y comencé a hablar con Aria. Ariana estaba pegada a mis talones.

-Estás muy guapa con tacones.

-Gracias.

-Pero sigues siendo más baja que yo.

Me sacó la lengua y me dio un codazo.

-Y además no tienes fuerza.

-No seas tan malo con ella Dyl -era mi hermana-. Estás muy guapa.

-Gracias Ariana. Tú también estás muy guapa.

Le cogí la mano a Aria y ella me la apretó.

-¿Estás nerviosa?- lo dije tan bajo como pude para que mi familia no me oyera.

-Un poco. No quiero fastidiarla con alguna de las tonterías que suelto por la boca sin darme cuenta.

-Mis padres y mi hermano te adoran, Aria. Estoy seguro de que a mi hermana la vas a gustar. Los dos somos iguales respecto al carácter, y yo estoy enamorado de ti.

Me cogió con una mano la mejilla y me dio un beso en la otra.

La noche transcurrió tranquila. Cenamos y volvimos a casa. Me despedí de Aria y, en el trayecto desde el coche hasta su casa se tropezó con los tacones y por poco no se cae. Ariana me contó que le había caído bien. Mañana, sábado, se lo diré a Aria.

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