Llevo una semana sin hablar con Aria. La veo en clase, pero no me habla. También la he llamado unas cuantas veces, pero no me lo coge. He probado a ir a verla a su casa, pero o no me quiere abrir, o me abre su madre dándome la escusa de que no está o que está estudiando y no quieren que la moleste. Estoy frustrado. No sé por que puede estar así, y ella tampoco quiere decírmelo. Ya no sé que hacer. Ariana se marchó de casa hace dos días. Si digo la verdad, la hecho de menos. Ella siempre me aconseja que hacer cuando tengo una duda. Ella sabría que hacer en estas ocasiones.
-¿Tú que crees que debería hacer, Liam?
-Yo creo que deberías dejarle su espacio. Te lo va a contar. Es tu novia. Además -añade con una sonrisa para consolarme-, nunca os guardáis ningún secreto.
-Ya lo sé. Lo que me preocupa es cuando me lo va a contar.
Pasa unos minutos en silencio asta que vuelvo a hablar.
-Me como la cabeza dando vueltas a lo que puede ser. No sé si es conmigo, que es lo que me preocupa más
Que esté enfadada conmigo, es lo peor que me puede pasar ahora mismo.
-Dale su tiempo, Dylan.
-Será lo mejor.
Será lo mejor. Fue lo que le dije cuando peleamos. No sé que pasa que no le paro de dar vueltas al tema.
"Ding, dong" suena la puerta y voy. La abro y veo a Aria con la cabeza gacha y llorando. Se da cuenta de que soy yo y levanta la cabeza y se tira a darme un abrazo. Le devuelvo el abrazo de mala gana. Soy una persona muy rencorosa.
-Looo siento, lo siento, lo sieeento Dylan -no para de llorar por lo que le cuesta pronunciar bien las palabras-. Soyy tan tonta. No sssé como no he podidooo contártelo.
Noto como se limpia la nariz y como caen sus lagrimas en mi hombro. Me da pena verla así, pero merezco una explicación de por que ha hecho esto.
-Aria, para de llorar.
-Nooo puedo.
-Pues inténtalo -dejo de abrazarla y la aparto de mi-.
-¿Puuedo pasar por lo menos?
Me aparto de la puerta para que pueda pasar. Entra y camina unos pasos hasta que se da la vuelta y me mira. Me cruzo de brazos para que pille la indirecta de que estoy enfadado con ella.
-Merezco una explicación, ¿no crees?
-Sí, claro que te la mereces.
-No contestas a mis llamadas, no me hablas en clase, cuando voy a tu casa haces que tu madre ponga una excusa para que no te vea. ¿Qué ha pasado para que no me lo cuentes y estés así conmigo?
-Tienes todo el derecho a enfadarte -había dejado de llorar y ya pronunciaba bien-, me porté muy mal contigo cuando peleamos y tu no tenías la culpa. La tomé contigo y no debería haber hecho eso.
-Vale.
-Mira, estaba así, porque me crucé a mi hermana por la calle. -Cuando me dice eso, abro los ojos de par en par. ¿Qué se ha cruzado con su hermana?¿La que no ve desde que su padre murió?- Me la crucé y me paró. Me empezó a hablar diciéndome que se sentía fatal, que quería volver a casa, ver a mamá y empezar de nuevo. Le dije que no, que nos dejó una vez y que yo por lo menos, no quería tener más relación con ella. Que me dejara en paz. Que mi madre perdió a mi padre y a ella cuando él murió. -Se le llenan los ojos de lágrimas cada vez que va hablando más- Decía que la perdonáramos, que estaba arrepentida y muy frágil cuando mi padre murió, que necesitaba escapar de todo aquello. Después de veinte minutos discutiendo en medio de la calle, me fui enfadada a casa. Me empezó a seguir hasta que la dije que me dejara en paz que me lo pensaría. Me dio su número para que la llamara cuando decidiera, pero todavía no he decidido. No quiero que vuelva a mi vida después de tanto tiempo, después de que nos dejara solas a mi madre y a mí, pero es mi hermana. No sé que hacer.
Estoy paralizado. No sé que puedo decir ni hacer. Me siento culpable por haberla gritado.
-Siento haberte gritado así, Aria. No debería haberme comportado así yo tampoco.
-Yo habría hecho lo mismo, así que no te preocupes por eso.
-Me siento mal ahora.
Se acerca a mi y nos damos un abrazo que dura demasiado. Cuando se aparta me mira a los ojos y dice:
-¿Podemos olvidar la pelea que tuvimos?
-Sí, claro.
-Ahora tengo que pensar que hacer con lo de mi hermana.
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Life's Dance
Teen FictionDylan, un chico como otro cualquiera, vive su vida normal hasta que se muda desde Los Ángeles hasta Madrid. Lo que no sabe, es que un día como otro cualquiera, su vida se derrumbará y no querrá volver a sentir nada. #wattys2015