Life's Dance

CAPÍTULO 15

-Daniel, ¿puedo subir el volumen de la música? Es que me encanta esta canción.

-Si, claro.

Iba en el coche con Aria y mi padre. Estaba guapísima. Llevaba un vestido rojo de encaje con unos tacones negros. Mi padre nos estaba llevando a el restaurante en donde había reservado una mesa para celebrar mis dos meses con Aria. Sé que parece un poco precipitado, que a los dos meses ya la lleve a cenar, pero han sido los dos mejores meses de mi vida. Empezaba a sonar la canción de "All hands on deck", que a Aria le encantaba. Me acuerdo de cuando la vi bailar por primera vez. Esta canción era la que sonaba en su clase.

Give it to me I'm worth it.

Baby, I'm worth it.

Uh huh i'm worth it.

Gimme gimme I'm worth it.

Aria estaba medio gritando mientras la cantaba. Me encanta cuando es ella misma, sin tener que actuar. Llegamos al restaurante y mi padre se fue con el coche. Quedamos de que nos recogería a las once.

-Ahora entiendo por que querías que me pusiera un vestido. Este restaurante es impresionante.

Tenía razón. Era impresionante. Todo era muy elegante.

-Feliz aniversario pequeña.

-Feliz aniversario -nos fundimos en un beso y noté como alguna gente no paraba de mirarnos y sonreír-.

-Todo el mundo nos está mirando.

-Siendo tan guapos, es normal que miren -dijo con una gran sonrisa-.

-Venga vamos a sentarnos.

Cenamos pasta de primero, y de segundo carne. Todo estaba riquísimo y, llegó la hora del postre.

-Aria, tengo un regalo para ti.

-Ayer lo decía en broma.

-Pues si no lo guardo.

-Anda tonto. Dámelo.

Saqué la caja de terciopelo que llevé toda la noche en la chaqueta del traje y se la di. Cuando la abrió se llevó la mano a boca y vi como le caían unas lágrimas por las mejillas.

-Al verlo, vi que era como tu. Pequeño, bonito y valioso.

-Me encanta Dylan. Pónmelo.

Me levanté y me puse detrás de ella. Era un colgante con una llave preciosa.

-Es la llave que da a mi corazón. Nunca la pierdas.

-Te lo prometo. Nunca la perderé.

-Lleva mi nombre por detrás.

-No hacía falta que lo llevara, me acordaré siempre de la persona que más he amado en mi vida.

-Te quiero.

-Yo también. Y, yo también tengo algo para ti. Sacó algo del bolso y me entregó una cajita azul. La abrí y vi una pulsera.

-Tiene nuestras iniciales y el día en que nos dimos nuestro primer beso.

-Me encanta, Aria. Eres la mejor.

Cuando llegamos a su casa, salí del coche para despedirme de ella.

-Gracias por una de las mejores noches de mi vida, Aria.

-Gracias a ti por hacerme la chica más afortunada del mundo.

-Nos vemos mañana.

-Claro.

Me dio un beso y se metió en casa.