Capitulo 2

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Jungkook nunca había estado tan distraído durante un entrenamiento. Normalmente, su tiempo en el gimnasio era la única forma en que lograba que su mente se calmara. Hoy no. Hoy, todo en lo que podía pensar era en su nuevo profesor. Nadie le había hecho frente nunca, ni siquiera los otros profesores. Eran casi todos Omegas, y le tenían miedo incluso antes de que cruzara la puerta. Todos se hicieron de la vista gorda.

Sin embargo, probablemente le tenían más miedo a su padre, si Jungkook era honesto. Su padre era el decano de la Universidad de Briarwood. Todos sabían que si a Jungkook no le gustaba un profesor, encontraría la forma de despedirlo. Así que todos se quedaron callados.

Excepto por el Dr. Kim.

Jungkook miró al profesor tan pronto como salió del salón de clases. Su nombre era Kim Seokjin. Se había mudado a su universidad ese año desde un lugar que tenía el doble de tamaño.

Tan pronto como entró en la habitación, algo sobre Seokjin había llamado a Jungkook.

Cuando dijo algo acerca de que Jungkook llegaba tarde, no había nada que el Alfa quisiera hacer más que dominarlo. No solo dominarlo verbalmente, Jungkook quería inclinar al hombre sobre el escritorio y tomar el control total sobre él.

Algo sobre un Omega tratando de gobernar sobre un Alfa era una completa excitación para Jungkook, y el Dr. Kim enfrentándose a él lo había vuelto loco. Esto era algo que Jungkook nunca había experimentado, y el profesor era imposible de quitarse de la cabeza. Era adorable, y eso no ayudó con los pensamientos dominantes de Jungkook.

El Omega tenía cabello castaño claro que le recordaba a Jungkook el verano y la arena.

Estaba un poco despeinado, lo que le quedaba genial. Sus ojos verdes habían estado parcialmente ocultos detrás de lentes, pero sin embargo, eran impresionantes. Eran de color verde oscuro, como una esmeralda. Completamente único y apasionante. Y era unos centímetros más bajo que Jungkook, lo que le parecía adorable.

No había cómo negarlo. Jungkook quería a su profesor. Y lo que Jungkook quería, Jungkook lo conseguía.

Los fuertes brazos de Jungkook se movían hacia arriba y hacia abajo, sosteniendo una barra de metal muy pesada. Estaba en una sesión de entrenamiento para el equipo de fútbol y solo estaba tratando de aclarar su mente. No había necesidad de que alguien lo viera, no cuando se darían cuenta de que tenía una erección. Su situación lo estaba distrayendo por completo de su entrenamiento.

El Alfa se incorporó con un gemido y tomó su teléfono. La canción que sonaba tenía un fuerte sonido sexual en el ritmo. No estaba ayudando en absoluto. Mientras buscaba una nueva canción para tocar, recibió un mensaje de texto de su hermana.

Jungkook, sé que estás en la práctica de fútbol, ¡pero llámame lo antes posible!

Jungkook suspiró a su melodramática hermana y comenzó a recoger sus cosas. Salía temprano de su entrenamiento, algo que nunca había hecho antes. En su mente, no tenía sentido tratar de hacer ejercicio cuando estaba tan distraído. Mientras caminaba hacia su auto, un deportivo Mustang amarillo brillante, le respondió a su hermana.

Me voy temprano. Encuéntrame en nuestro lugar.

Jungkook se había referido a uno de los viejos restaurantes de la ciudad como "su lugar" desde que tenía memoria. El comedor era donde los llevaban a tomar un helado cada vez que sus padres sentían que se lo merecían. El lugar estaba lleno de recuerdos felices para los hermanos, y con frecuencia se reunían ahí para hablar sobre lo que tenían en mente.

Ashley llegó antes que Jungkook al restaurante. Cuando él entró, ella ya estaba sentada en su mesa habitual, sorbiendo un batido de fresa.

—¿Qué pasa? —Jungkook preguntó mientras se deslizaba en la cabina frente a ella.

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