Capitulo 17

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Unos Meses Después

Un golpe sobresaltó a Seokjin. Su cabeza se sacudió hacia arriba mientras miraba hacia el sonido solo para ver que era Jungkook. El Alfa estaba parado en la entrada, apoyado en el marco de la puerta y luciendo como un sueño. Su cuerpo alto y ancho ocupaba la mayor parte del espacio. Su cabello rubio caía en ondas doradas y sus ojos azul cielo atravesaron a Seokjin de una manera a la que todavía no estaba acostumbrado.

Jungkook sonrió cuando Seokjin oficialmente había estado mirando durante demasiado tiempo.

—¿Estás listo para ir a casa?

Seokjin miró alrededor de su oficina. La verdad es que lo tenía todo empacado desde la hora del almuerzo. Se sentía raro. No se iría para siempre. Pero esta sería la última vez que estaría en esta oficina antes de que tuvieran a su bebé. Era oficial. Su licencia de maternidad comenzaba hoy, y el bebé podría nacer cualquier día a estas alturas.

El Omega volvió a mirar a Jungkook antes de asentir lentamente. Su pareja cariñoso estuvo instantáneamente a su lado, sabiendo que Seokjin se sentía molesto, muy probablemente debido a todas las hormonas. Pasó un brazo alrededor de los hombros de Seokjin y apretó el derecho.

—Sé que se siente raro, pero todo estará bien. Podrás usar el resto del tiempo para descansar y asegurarte de que todo esté listo para el bebé, —le aseguró Jungkook.

Seokjin asintió en respuesta, agradecido. No sabía exactamente cuál era la extraña sensación en su pecho, pero Seokjin se alegró de que Jungkook estuviera ahí para él de todos modos.

—Vamos, bebé. Vamos a llevarte a casa a descansar antes de cenar esta noche.

Dejó que Jungkook lo ayudara a levantarse de la silla y salir por la puerta. Realmente estaba exhausto. Los días se habían hecho más y más largos, y parecía tener menos energía con cada hora que pasaba.

Hacer crecer a un ser humano no era un trabajo fácil.

Apenas habían llegado a la puerta cuando obligaron a Seokjin a sentarse. Jungkook estaba frente a él en un instante, sus manos agarrando las de Seokjin con fuerza.

—¿Estás bien?

Seokjin sonrió suavemente.

—Estoy bien, Kook. Solo estoy cansado.

La mirada preocupada de Jungkook examinó a Seokjin de pies a cabeza antes de que dijera algo.

—Vamos a meterte en la cama. Te despertaré cuando sea hora de prepararte para la cena.

—Eso suena como una buena idea.

* * * * * *

Jungkook se mantuvo fiel a su palabra y regresó para despertar a Seokjin cuando llegó el momento de prepararse. Su cálido toque condujo suavemente un rastro por la cara del Omega. Su amor era tan palpable que dejó a Seokjin sin aliento. Se alegraba cada día de que los dos hubieran encontrado una manera de estar juntos, incluso cuando parecía completamente imposible.

Sus ojos se abrieron para encontrarse con los azules helados de Jungkook.

—¿Ya es esa hora? —gruñó.

Jungkook asintió antes de colocar un beso en la frente de Seokjin.

—Lamento decir que lo es —respondió él.

Seokjin estaba agradecido por el sueño que había podido adquirir, pero, sinceramente, se sentía como si solo hubiera estado dormido durante cinco minutos.

La cena iba a parecer mucho más larga de lo habitual. No es que a Seokjin no le gustaran el padre y la hermana de Jungkook. Eran buenas personas. Simplemente era difícil ver a su jefe, quien solía coquetear con él como el padre de su pareja y el futuro abuelo de su hijo.

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