『Día 14』

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Día nuevo. Ramo nuevo.



Esta tan encantado con los diseños y deseaba de todo corazón que Katsuki estuviera igual que él con cada ramo o Bouquet que le entregaba pues en las flores venia transmitido los buenos deseos de la florista y el amor que solo Deku podía profesar para él.

Katsuki estaba nuevamente en la Sala, a su lado Yoshio se concentraba en leer haciendo muecas y gestos de frustración, quizá por palabras que no lograba comprender. Y en sus brazos Kaori durmiendo la siesta.



La imagen perfecta de una feliz y tranquila familia. Lo deseaba ver todos los días y noches llegando de trabajar, un largo patrullaje y su batería espiritual llenada de nuevo con ver la sonrisa de Yoshio, las quejas de Kaori por su atención y un precioso Omega que lo reciba con un beso.

Hah, soñar no cuesta nada y si es sincero desde que conoce esa hermosa familia a fantaseado todas las noches con ese escenario espectacular.

Cuidando de no hacer ruido se acercó al Omega sentándose a su lado sin darle tiempo de reaccionar beso su mejilla y plantó el ramo nuevo frente a él.



—Hola de nuevo.— susurró cerca de su oído.

No pudo moverse demasiado para no despertar a Kaori, pero su omega saltó y se revolcó de emoción al ver a Deku otra vez con ellos. ¡Y con un ramo jodidamente hermoso!

¡Se sentía sumamente complacido!

—Hey, héroe —canturreó, juntando sus narices cariñosamente en un beso esquimal—. Bienvenido.

Recibió con mucho placer y gusto las caricias en la punta de su nariz en un dulce y significativo beso. Su mano libre de flores tomó con cuidado la mejilla del contrario manteniendo así la distancia entre sus rostros. —¿Cómo están?— No tardó en dar un beso en la comisura de los esponjosos labios del Cenizo antes de voltear a su lado, en dirección al cachorro. Sonrió —¿Yoshio si ha estado estudiando?— pregunto con tono juguetón sin moverse de su lugar.

Yoshio quería saltar a los brazos de Deku, pero no quería despertar a Kaori. Parecía un cachorro aguantando las ganas de correr y gritar, mientras miraba con una gran sonrisa.

—Claro que sí— le respondió el Omega compartiendo sonrisa con el Alfa —Se ha estado esforzando mucho en sus estudios.

—¿De verdad?

—¡De verdad! — Exclamo el menos levantándose en su lugar apoyando sus manitos en la mesa, inmediatamente Katsuki le recrimino mientras arrullaba a su hermanita, el grito del menor casi despierta a Kaori de su siesta —Perdón mamá, perdón Kaori-chan— murmuró volviendo a sentarse.

El pecoso solo rió bajito acariciando la melena del menor.

—Eso es bueno cada vez estás más cerca de tu recompensa— dijo desordenando los cabellos cenizos del cachorro quien le correspondió con una infantil y linda risita.

—¿Y los otros héroes me podrían hablar de sus increíbles historias? — preguntó el menor animado mirando al peliverde quien asintió con una sonrisa.

—Por supuesto que lo harán.

—¿¡Y sus historias en la academia de héroes!?

—Yoshio no levantes la voz— regañó el Omega arrullando a la bebé que comenzaba a despertar por el alboroto que su hermano mayor estaba haciendo.

—Lo siento.

Izuku no demoro en volver a desordena su cabello con una sonrisa tratando de levantar los ánimos del regañado Yoshio —Les encantará contarte todas sus historias.

El cachorro sonrió nuevamente. Lo cierto era que le entusiasmaba la sola imagen de verse hablando con los mejores héroes de Japón y amigos de Deku.

—Pero no lo harás si no terminas de estudiar— volvió a hablar Katsuki pasándole la cachorra a Deku quien estaba haciendo berrinche por cambiar de brazos. Midoriya la acepto con gusto dándole un gran beso en la mejilla de la cachorra quien rio en respuesta del acto de afecto del Alfa.

—Lo intento mamá, pero aún hay Kanjis que no entiendo.

El Omega asintió y se acercó a ayudarle y explicarle.

Terminado el tiempo de estudios Yoshio se levanto de la mesa recogiendo sus cosas antes de salir corriendo a guardarlas en la habitación y jugar, Kaori volvía a dormir en brazos del pecoso y esté mirándola con tanto cariño y admiración.

Podía decir que es la bebé más bella de todo el mundo y no dudaba que cuando creciera sería el doble, no, el triple de hermosa. Tendrán problemas con eso y los chicos que estén detrás de ella. Oh eso no le gustaba.

Por su parte Katsuki a su lado admirando lo perfecto que se veía Izuku cuidando a su hija. Desearía tener un Don para imprimir fotografías mentales. Suspiró. Aprovechando que estaban relativamente solos demoró nada en acurrucar su cabeza en el hombro del Alfa mirando en su posición a su cachorra que dormía tan tranquila; sin ninguna preocupación el peliverde en cuestión solo se giro un poco para plantarle un beso en la cabellera ceniza de su enamorado.

—Es tan linda cuando duerme— murmuró.

—Lo sé, no se de quien saco toda su belleza— respondió igual en un murmullo Katsuki.

—¿Qué pregunta es esa? Es obvio que de ti.

—Claro que no.

—Puedo ser todo menos un mentiroso ¿Me oíste? — Sentenció con voz sería dándole otro beso al cenizo quien aún apoyado en su hombro se escondió avergonzado... ¿Esta loco o por qué le cautivo tanto ese tono de voz seria de él?

Era diferente; mucho, a cuando le hablaban con seriedad. La de Izuku era cálida a diferencia de su anterior alfa que era frio y lastimaba.

Izuku era... perfecto.

Esta vez no lloró, esta vez solo ronroneo embriagándose con el aroma del Alfa. Un aroma que lo hacía sentir tan seguro... Amado. No deseaba nunca separarse de él.




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Wowowowowo ¿Qué esta pasando aquí? ¡Dos capítulos seguidos!

Inesperado, lo sé, jajajaja hoy desperté con más inspiración y debía aprovechar, jajajaja.

Bueno, espero les haya gustado este capitulo

¡Nos leemos en el siguiente capitulo!

30 days to fall in love (DekuBaku) [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora