Alguna vez leí que uno vuelve siempre a viejos sitios donde amó la vida.
Es así, uno siempre vuelve.
Volvemos a lugares donde nos sentimos acogidos, volvemos a las personas que amamos y nos hacen sentir amados,volvemos a hacer las cosas que en algún...
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// 𝐌𝐞𝐧𝐚'𝐬 𝐏𝐨𝐯//
Nuestra estilista estaba terminando de maquillarme, el dress code del evento eran colores blancos, negros y plateados. Mi primer outfit es un vestido largo con una pierna abierta, lleno de lentejuelas negras y con escote de corazón, Andy nos convenció de llegar semiformales y para la presentación usar otra ropa.
Cuando entre a la sala me encontré con un sin fin de zapatos regados por todo el lugar, eso significaba una sola cosa, Liz no sabía cuáles ponerse. La antes nombrada paso a un lado mio descalza con un vestido plateado que le quedaba precioso. Pese a que solamente le faltaba el calzado, soltó un sollozo de desesperación.
– ¡No se cuales ponerme!
Ni pío pude decir ya que volvió a salir de la sala en busca del par perfecto. Me senté en la sala en espera de la rubia, Gise tenía cara de fastidio ya que solo nosotras dos estábamos listas. Al igual que yo opto por usar un vestido negro que a diferencia del mio el de ella era de encaje que le acentuaba las curvas; llevaba el cabello planchado y con un flequillo. Mi mirada se dirigió a Andy que acababa de entrar a la sala, tomando asiento en el sillón individual. Él llevaba un traje que tenía un cinturón y unos guantes que lo hacían ver elegante.
– ¡Ya es super tarde y aún no está lista! - Gise se paró del sillón en busca de la rubia. Andy y yo solo la vimos irse. Se escuchó en toda la casa los gritos de Gise. La tía Janna entró a la sala viendo todo el desastre.
– ¿Q-qué..? - señaló todo el lugar.
– Liz - contestamos al mismo tiempo y ella entendió todo.
En eso se sentó Luca en el antiguo lugar de Gise, traía cara de fastidio.
– No quiero ser grosero, saben que los aprecio pero... - hizo una pausa y volteamos a verlo - Pueden irse ya, verlos va en contra de mi paz mental.
– Que lindo, deberías de vender tarjetas con tus muestras de amor - dijo Andy.
– ¡Que te den!
No pasó mucho tiempo para que aparecieran Gise y Liz, la última nombrada de mal humor por tener que ponerse unos tacones que no quería.
– ¡Al fin! - Andy dio un salto para dirigirse a la entrada principal - ¡Vamos que el carro espera!
Nos despedimos de la tía Janna y nos deseo mucha suerte, ya que vería el evento por televisión. Intentamos convencerla de que nos acompañara pero desistió diciendo que ya era muy grande para ir a esos eventos. Al igual que la tía Janna, mi hermano prefirió quedarse para ir a casa de su no-novia.
Carlos había mandado un coche, y no dude en subirme primero. En el trayecto escuchaba las quejas de Gise por lo tarde que era, los chillidos de emoción de Liz y el egocentrismo de Andy al verse a cada rato por el espejo. Cuando al fin llegamos note escuché el griterío que había afuera.
