Alguna vez leí que uno vuelve siempre a viejos sitios donde amó la vida.
Es así, uno siempre vuelve.
Volvemos a lugares donde nos sentimos acogidos, volvemos a las personas que amamos y nos hacen sentir amados,volvemos a hacer las cosas que en algún...
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//𝐓𝐨𝐦'𝐬 𝐏𝐨𝐯//
Gise había regresado a la sala, mientras tanto yo me quede en la cocina buscando algo de comer. Cuando alfin encuentro algo y estaba a punto de darle un mordisco, una voz se escucho a mis espaldas.
– Tom
Me gire y me encontré con Taylor.
– Quiero que sepas que respeto mucho la relación que tienes con Milena - mire a todos lados tratando de entender qué ocurría - No se muy bien qué ocurrió entre ustedes pero veo que ella es muy feliz contigo, y no me gustaría que pensaras que vine a recuperarla.
Seguía sin entender muy bien las cosas, los dos ex de Mena siempre trataban de sabotear nuestra relación. Era extraño que él no.
– ¿Entonces a qué has venido? - enarque una ceja.
Él me miró unos minutos y de su bolsillo sacó una caja de terciopelo.
– Me voy a comprometer y ella me ayudó a conseguir este anillo, desde que lo vi en una revista supe que era perfecto. Pero nunca lo pude encontrar y Milena si lo hizo - me enseñó el anillo y era bonito - Ella es de las pocas amistades que siguieron conmigo a pesar de estar en rehabilitación.
Y entonces me di cuenta de algo, lo había juzgado mal. Las miradas que me lanzaba cuando Mena sonreía era porque intentaba decirme que era de fiar, realmente no presumió.
– Lamento si fui descortés en algún momento - le extendí la mano.
– Eres buena persona Tom, solo que desconfías muy rápido de las personas - apretó sus mano con la mía - Espero que todo está resuelto, me encantaría invitarlos a la boda aunque aún no le propongo matrimonio.
Reímos un poco.
– Tranquilo hermano, seguro que acepta.
Le di una palmada en la espalda y nos fuimos a la sala.
Al llegar me senté a un lado de mi chica, quien a penas tenerme a su lado rodeo su brazo con el mío y me sonrió. Es su manera de decirme que todo está bien y si que lo estaba.
Duramos un rato más platicando con más fluidez debido a que entendía porque les caía tan bien Tay. Hasta que decidimos salir a una fiesta que nos invitó una amiga de Tay.
Me puse algo simple debido a que era algo informal, pero al ver a mi chica me di cuenta de que se miraba magnífica con su vestido. No era corto pero la manera que su cuerpo se acentuaba, robaba la mirada de todos.
– ¿Qué tanto piensas Kaulitz? - se acercó peligrosamente a mi.
Podremos estar 100 años separados y siempre sabré perfectamente sus intenciones.
– Pienso en las maneras que puedo quitarte ese vestido - le susurre al oído.
