Capitulo 5

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Era de noche, la luz de la luna ya se empezaba reflejar en la gran ventana de la habitación, en el reloj marcaba las 8 pm lo cuál indicaba que la noche ya comenzaba a caer. Dentro de aquella habitación espaciosa alumbraba una pequeña luz que este era producido por una lámpara de mesa de noche.

El silencio era sumamente apreciado ya que no se escucha ninguna voz, tan solo la linda armonía vocal de la pelinegra quien estaba leyendo un libro, uno de sus libros favoritos que era: "Bajó la misma estrella" de John Green.

Su mirada se dirigía a las letras que contenía el libro que contenían demasiadas escenas que le gustaban, la vuelta de página era constante de no ser por una interrupción.

—Lisa ven a cenar cariño, tu padre acaba de llegar del trabajo—sonrió la joven señora de ojos verdes.

—Si mamá yo ahora bajo a cenar— respondió la pelinegra cerrando su libro y suspirando para después sonreírle a su madre.

—Está bien cielo, no tardes mucho— mencionó dándole una última sonrisa y cerró la puerta de la habitación dejando a una pelinegra con el misterio de saber que paso en su libro.

Acomodó su libro en la mesa de noche y se levantó de su cama para salir después de su habitación y bajar a la planta baja para poder cenar con sus padres.

Al llegar al comedor los señores Manobal estaban sentados platicando anímicamente mientras esperaban a su hija para cenar juntos. La presencia de la pelinegra se hizo presente en el comedor quiénes a los mayores les causó alegría de verla.

—Cariño, toma asiento para poder cenar— anunció el mayor con una voz tranquila mientras señalaba la silla que estaba a su lado.

Lisa tomo asiento al lado de su padre y se acomodo en la silla, empezaron a dar gracias por la comida y después de la oración empezaron a cenar.

— Hija, tu madre y yo... Tendremos que ir a un viaje de negocios y nos quedaremos por 3 meses— el mayor tomo la mano de su hija y esposa mientras empezaba a narrar— quisiera saber si podrías cuidar la casa por el tiempo que estemos fuera de la cuidad— lisa miro los ojos de su padre y con una sonrisa asintió.

— Claro que si padre, puedo cuidar la casa— La pelinegra tomo las manos de sus padres dando una señal de seguridad—¿Su viaje será mañana?—el mayor asintió tomando como afirmación la pregunta.

— Si hija, mañana en la madrugada... iremos por qué en Tailandia se están mostrando problemas en la empresa y quisiera estar ahí para controlarlos.

—Está bien, comprendo que es su trabajo.

—Mi niña te echaré de menos durante esos meses pero te traeré algo de Tailandia para recompensar—la madre de Lisa se levantó de su asiento para ir a abrazar a su pequeña pero no tan pequeña hija.

—No te preocupes madre, no es necesario que me traigas alguna cosa material... Con que ustedes lleguen con bien a casa me conformo— lisa abrazo a sus padres y ambos la miraron con orgullo, sin duda hicieron un buen trabajo.

Un bostezo de una persona se escuchó y llamó la atención de los presentes, el padre de Lisa fue el responsable y tanto su esposa como su hija se rieron de él por qué al parecer tenía mucho sueño.

Las horas habían pasado muy rápido y en menos de un parpadeo ya eran las 10:30 pm.

— Creo que iré a dormir mis amores— mencionó el mayor a sus dos personas favoritas.

—Yo te acompaño cariño— mencionó su esposa—solo deja levantó la mesa.

La señora Manobal apenas iba a empezar a recoger los platos cuando fue interrumpida por su hija impidiendo que los levantará.

𝐶𝑟𝑎𝑧𝑦 𝑓𝑜𝑟 𝑦𝑜𝑢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora