Una castaña era espectadora de tal escena que a su visión no fue de un buen agrado ver cómo aquella chica abrazaba a su Lisa.
Las preguntas que rondeaban por la mente de Jennie era: ¿Quién es?, ¿Qué hace con su Lisa y por qué la abrazaba como su su vida dependiera de ella?.
La castaña siguió observando cómo ambas todavía seguían abrazadas, ya había pasado mucho tiempo desde cuándo iniciaron el gesto tan conmovedor a los ojos de cualquiera.
Para una persona seria normal ver a dos chicas abrazándose por mucho tiempo pero ese no era el problema.
El conflicto era que Jennie empezaba a apretar sus puños en forma de expresar su gran enojo y por supuesto celos de poder ser la chica que estaba abrazando Lisa.
No mentiría que eran celos los que ahora estaba experimentando.
Mientras la castaña tenía un leve conflicto en su mente no se dió cuenta que las chicas ya se habían separado del abrazo y de inmediato unas sonrisas en sus rostros fueron iluminadas al verse.
— Te e extraño mucho Sana—sonrió la pelinegra mientras limpiaba las pocas lágrimas que salían por sus mejillas.
—¿Y crees que yo no?— le dió un leve golpe en su hombro en forma divertida mientras evitaba romper en llanto ante Lisa.
—Mmm creo que no— susurró divertida al ver el rostro indignado de rubia.
— Claro que sí te extrañe y mucho Lili—ese apodo, el apodo que salió de sus labios y que hace mucho tiempo no había escuchado.
—Aver dime otra vez que no escuché— indicó Lisa mientras fingía que no había escuchado, esperando que la llamará por aquel apodo tal dulce.
— ¡Qué te extrañé Lili!— exclamó entusiasmada sin dejar de ver a Lisa.
— Bien, te creo — entrecerró sus ojos intentado ver si lo que mencionó no era una mentira.
—Créeme— la rubia se fue acercando poco a poco a la pelinegra cortando la distancia— que te e extrañado cada día que pasaba y dónde no estaba a tu lado— la palma de su mano viajo a la mejilla de Lisa que fue acariciada suavemente.
— Te lloré al saber que te habías mudado de Tailandia— los momentos tristes aparecieron en la mente de Lisa.
—¿Por qué te fuiste?, ¿Por qué no te despediste de mi?—mencionó cabizbaja rompiendo en contacto visual.
— Lisa yo... —dejó de hablar buscando la palabras adecuadas—lamento mucho no averme despedido de ti.
Los ojos de la rubia empezaban a cristalizarse mientras lágrimas traicioneras escapaban y bajaban por sus mejillas.
—No sabes la terrible pesadilla que estaba viviendo sin ti— la rubia recostó su cabeza en el cuello de Lisa mientras sollozaba.
— Li-li, mis padres... sabían de mis sentimientos—mencionó como pudo en medio de todo el llanto involucrado.
Lisa dejo un pequeño beso en la cabellera rubia de la joven mientras su mano se encontraba dando leves caricias en la espalda de la menor, solo quería lograr transmitir que se podía desahogar con ella.
Lisa se aparto de ella un poco para después decirle que pasará a casa ya que empezaba a hacer frío y además debían hablar de esto en privado.
Al momento de que ambas estuvieran sentadas en el sillón de la sala la rubia empezó a relatar.
—Ellos... yo, después de aquella declaración que mencionamos enfrente del lago, yo enseguida de aver llegado a mi casa les conté con entusiasmo a mis padres—se separó del cuello de Lisa mientras está limpiaba con sus pulgares las mínimas gotas de agua a causa del llanto.
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𝐶𝑟𝑎𝑧𝑦 𝑓𝑜𝑟 𝑦𝑜𝑢
RandomLisa una chica de ojos azules y específicamente de Tailandia se mudó a Corea del Sur a causa de los negocios de sus padres. Al entrar a la universidad Yonsei tuvo la idea que solo era una universidad más y que nada importante estaría pasando. Que eq...