Capítulo 3: Conozcámonos

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- Ashton cariño, ¿Ha pasado algo?.- Fue lo primero que dijo mi madre al descolgar el teléfono, lo dijo con voz tranquila, pero aun así podía notar su preocupación, ella sabía que yo jamas la llamaría mientras estuviera trabajando a no ser que fuera una urgencia.

- Mamá, ¿Se puede quedar Ethan en casa hoy?.- La voz me temblaba un poco.

- Claro, la verdad es que llevaba bastante tiempo queriendo conocer a Ethan en persona, pero ¿Por qué tan de repente? ¿Ha pasado algo?

- ¿Te lo puedo contar cuando llegues a casa?- Prefería decírselo en persona antes que por teléfono.

- Si, no te preocupes, estaré en casa pronto, ¿Vale?-

Mi madre siempre ha sido una persona muy amable y que puede mantener la calma hasta en situaciones de mucho estrés, así que cuando me sentía mal o me molestaba algo acudía a ella en busca de su suave y calmada voz que siempre me relajaba. Cuando colgué después de despedirme de ella me sentía mucho mejor que antes. Volví a las escaleras, donde seguía Ethan, quién ahora también tenía un aspecto mucho más calmado y se había puesto mi camiseta, "le queda muy bien" pensé.

- ¿Qué tal estás?- Pregunté mientras me sentaba a su lado.

- Mucho mejor, gracias por ayudarme.- Me dijo con voz suave y me dedico una sonrisa verdadera. Me alegró al fin volver a verle sonreír de esa forma, los últimos días apenas lo hacía y no voy a mentir, lo echaba de menos. Desperté de mis pensamientos y decidí propornerle el plan que ya había confirmado con mi madre.- No se Ash, no quiero molestaros.

- No nos molestas.- Negué de inmediato.- Además mi madre quiere conocerte.

- Pero mi padre...

- ¿Después de lo que te ha hecho de verdad quieres volver hoy?- Reconocí que soné un poco impertinente, pero el hecho de que en un momento así siguiera pensando en que pensaría quien le había golpeado me ponía algo de los nervios.- Juró que no eres una molestia, nos lo pasaremos genial, piénsalo como si fuera una fiesta de pijamas.

- Vale.- Aceptó al fin, algo renegado aún.- no me vendría mal despejarme.-

Esa tarde la pasamos como si nada hubiera pasado, leímos hasta hartarnos, vimos dibujos animados mientras merendabamos y Ethan me intentó enseñar a dibujar, pero falló horriblemente. El arte nunca fue, ni será, lo mío.

- Pero qué es eso.- Soltó una audible carcajada al ver mi intento de perro a lo que yo me puse rojo como un tomate.

- Es un perro.- Dije avergonzado.

- Parece poseído.- Volví a revisar mi dibujo y yo también me empecé a reír al ver aquella monstruosidad que había dibujado con todo mi empeño.

- Seguro que tu dibujo no es mucho mejor.- Dije todavía riéndome mientras agarraba el dibujo de Ethan que se encontraba sobre la mesa. Me quedé con los ojos como platos al ver aquella obra de arte.- Wow.- Exclamé

- ¿Te gusta?- Preguntó entonces, se le notaba ansioso por saber mi respuesta.

- Es increíble.

En mis manos se encontraba el dibujo de un paisaje primaveral, era un campo cubierto de flores blancas, en la distancia se veía una bonita casa con las paredes cubiertas de enredaderas, no parecía que estuviera abandonada, más bien al contrario, parecía que era cuidada de la mejor forma posible. Él dibujo era precioso, pero si hubiera sido coloreado con unos lápices mejores habría estado incluso mejor, no parecía estar hecho por un chico de 9 años.

- ¿De verdad lo piensas?

- Por supuesto que sí, debería de estar expuesto en un museo.- Respondí ilusionado, en ese momento escuché cómo se abría la puerta de la calle.

Overcome Ourselves (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora