Capítulo 6: Las cuatro fases del enamoramiento

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Aquella noche, en la que me dí cuenta de lo que significaban mis sentimientos me sentí confuso durante unos minutos, sin embargo, no tarde demasiado en rechazar aquella idea, no me juzguéis por ello, era la primera vez que me enamoraba de alguien, y ese alguien era justamente mi mejor amigo, no solos eso, sino que también era un chico. Era obvio que no iba a aceptar esa idea inmediatamente, sino que iba a pasar por lo que a mi me gusta llamar "LAS 4 FASES DEL ENAMORAMIENTO™"

Fase 1: "Negación"

"Pfff si claro, y los cerdos vuelan" fue lo primero que se me pasó por la cabeza después de que esa 'loca' idea hiciera mella en mi. Me giré para estar cómodo e intenté cerrar los ojos para dormirme, pero solo podía fijarme en la cara de Ethan mientras dormía, habría sido muy raro si se hubiera despertado en aquel momento "Se ve tan adorable mientras duerme" Pensé y después me recordé a mí mismo, "¿Pero en qué piensas, imbécil?"

Cerré los ojos intentando ignorar la maraña de pensamientos que había en mi cabeza. Entonces sentí como Ethan me abrazaba y los volví a abrir de par en par. Parecía seguir durmiendo aunque no podía saberlo bien ya que sus ojos estaban cubiertos por su pelo rojizo, me quedé observándolo otra vez, estaba tumbado de lado con parte de su cara enterrada en mi camiseta, se aferraba tanto a mí que pensé que estaba teniendo una pesadilla, retiré el pelo de su cara y pasé el pulgar por su mejilla, justo como él había hecho previamente ese día, había olvidado lo suave que era su piel, sentí como me sonrojaba mientras pensaba "mierda" en aquel momento no dejé de negar que él me gustaba aunque sabía que aquella idea no saldría de mi cabeza en mucho tiempo.

Sin darme cuenta yo también terminé abrazándolo y por fin pude dormirme, considero aquella noche como en la que mejor he dormido en toda mi vida. Al despertar el día siguiente, Ethan ya no estaba, por un momento llegué a pensar que lo de anoche había sido un sueño pero no tardé mucho en escucharle hablando con mi madre en la planta de abajo. Bajé las escaleras bostezando y al verme dejaron de hablar, me dieron los buenos días y se fueron a otro sitio a seguir con su conversación entre susurros.

No entendía nada, así que como de costumbre mi cerebro empezó a sacar conclusiones, "¿Estarán hablando de anoche?" "¿Y si Ethan seguía despierto" "No pasó nada, así que no hay nada de lo que puedan estar hablando" "Y aunque lo hubiera no hay nada de malo en dormir abrazado a tu mejor amigo, ¿Verdad?" Sentí un amargor en mi boca al pensar en aquella palabra "¿Y sí realmente sí que me gusta Ethan?" Sacudí la cabeza intentando borrar aquel pensamiento, pero me resultó imposible.

— Ash, ¿Estás bien?— Escuché la voz de Ethan frente a mi.— Pareces ¿Distraído...?

— Ah, em, no es nada, solo estoy pensando en tonterías, ¿Qué estás haciendo?— Intenté cambiar de tema.

— Estoy ayudando a Jane a plantar flores.— Debí haber puesto una cara rara porque él empezó a reír y me preguntó.— ¿Qué pasa?

— Es solo que, todas las flores que ha tenido mi madre no han durado mucho, ni siquiera los cactus sobreviven a ella.

— No, no, seré yo quien se encargue de cuidarlas.

— ¿Eso significa que pasarás más tiempo aquí otra vez?

— Si...— Soltó un suspiro y se cruzó de brazos para después seguir hablando.— Perdona por haber dejado de venir a tu casa, ha sido un año difícil la verdad es que he echado de menos pasar tiempo contigo.— Me sonrojé un poco.

— Yo también, ¿Te puedo ayudar?

— Claro.

Ethan y yo fuimos al patio y pasamos el resto de la mañana plantando flores y regando macetas, mientras que mi madre se dedicaba a hacer un desastre en el patio, desastre, que por cierto, después me tocó recoger a mí. Él se fue por la tarde a pesar de mis intentos de convencerlo de que se quedara, pero me dijo que era algo urgente, tenía miedo de no volver a verlo, ¿Y si no cumplía lo que había dicho? ¿Y si volvía a dejar de hablarme?

— Ash, te veo preocupado, ¿Todo bien?— Me preguntó mi madre, ella siempre era muy amable con todo el mundo, pero sobre todo conmigo.— Sabes que puedes decirme lo que quieras, ¿Verdad?

— Si, mamá, todo está bien, solo me preocupa Ethan.— Le confesé, no me gustaba tener secretos con mi madre.

— ¿Qué te preocupa en concreto?

— Es que... No tiene a nadie más que a su padre y él es un hombre horrible, me preocupa que le haga daño, más del que ya le hizo aquella vez.— No sabía hasta que punto mi madre conocía la situación de Ethan, así que no comenté nada mas acerca del daño que sospechaba que su padre le hacía a menudo.— ¿Y si le pasa algo?— Me empecé a estresar.

— Ashton, Ethan sabe que siempre puede acudir a nosotros y además no está solo, te tiene a ti.— Me sonroje un poco "Pero que me pasa hoy, deja de pensar en tonterías" me recordé a mi mismo antes de mirar a mi madre a los ojos.— Si te hace sentir mejor, Ethan no ha ido a su casa, ha ido a... Hacerme un mandado.

— ¿Un mandado?

— Bueno, es un secreto.— Me guiñó un ojo, cada vez me picaba más la curiosidad.— Ni siquiera te debería de estar contando esto, así que chitón.

Aquel día Ethan no volvió a aparecer por mi casa, no fue hasta el lunes en clase que lo volví a ver. Afortunadamente tras ese fin de semana empezamos a quedar más a menudo, justo como él había prometido, y casi todos los días iba a mi casa, a veces pasaba la tarde entera, otras incluso se quedaba a dormir. Me alegraba tanto volver a pasar tiempo con él que daba igual cuan horrible hubiera sido el día, siempre que se presentaba en mi casa y pasábamos el rato juntos me olvidaba de todo lo malo.

— ¿Por qué no le plantas cara a esos matones?— Me preguntó un día.

— ¿Para qué? Da igual lo que les diga van a seguir haciendo lo que hacen o incluso peor que si no les hubiera dicho nada.

— Eso no lo sabes.— Replicó Ethan medio canturreando mientras reordena sus CDS.

— Puede que no, pero prefiero no arriesgarme.— Insistí yo.

— Yo les plantaría cara por ti.— Susurró creyendo que no lo escucharía, no pude evitar sonrojarme.

Pasar tiempo con Ethan no solo hizo que volviéramos a ser cercanos sino que también hacía que mis sentimientos por él crecieran, me resultaba imposible no pensar en aquella duda que perduraba en mi mente, pero sobre todo, me resultaba imposible no quedarme mirando sus labios, incluso había veces que me quedaba mirandolo absorto en mis propios pensamientos, fue en esos momentos cuando entre en la fase dos.

Fase 2 "Auto-desprecio"

En cuanto más obvio era que me gustaba, más me odiaba a mí mismo, "¡¿Es que no podría haber sido otra persona?!" "Como he sido tan bobo de enamorarme de él" por las noches abrazaba mi almohada y ahogaba mis gritos de angustia en ella, pero lo peor de todo aquello fueron las noches sin dormir de la impotencia "Si se lo digo me empezará a odiar, pero si no se lo digo no podré estar en paz" "Es imposible que yo también le guste, ¿Cómo le va a gustar un idiota como yo que se enamora de su mejor y único amigo?" "Ni siquiera se si le gustan los chicos, ¿Y si resulta ser homofóbico?" "¿Por qué me he tenido que enamorar de un chico?" "¡Soy tan idiota!"

Solo podían pasarme malos pensamientos por la cabeza, pero afortunadamente en un momento de lucidez a las 3 de la mañana de un lunes, se me ocurrió: "Tengo que pedir consejo a alguien". Al fin una buena idea, pero, ¿A quién? No sé lo podía decir a mi madre, ella era muy buena conmigo, definitivamente me iba a apoyar, pero a mí yo de aquella edad le daba vergüenza hablar de esos temas con ella, "¿Y si se lo pregunto de forma sutil a Ethan?" Si hacía eso me arriesgaba a que se diera cuenta, esa tampoco era una opción, "Samuel..." "Si, Samuel me podría ayudar, se que me apoyará y no creo que pase nada por preguntarle"

Con las ideas un poco más claras, y un plan de que hacer al día siguiente por la tarde, pude al fin descansar 

Overcome Ourselves (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora