Un Perfecto Imbecil

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EDITADO

-¿Ya te sientes mejor?- Le pregunté a Claire. Ya habían pasado varios días desde la ruptura con su novio y de nuestra charla.

Le dió un sorbo a su bebida y contestó.

-Meh, podría estar mejor.- Dijo encogiéndose de hombros. -Al menos ya no lloro.

La miré elevando ms cejas, presionándola para que me dijera la verdad. Quiero decir, nadie deja de llorar por una ruptura tan pronto, ¿O si?

No respondió. Solo blanqueó sus ojos a mi dirección y siguió disfrutando de su comida. Alex se había ido a llevar a su hermano, River, a sus clases particulares, se estaba distrayendo mucho en el estudio.

Mi celular vibró indicando que me había llegado un mensaje.

Mamá:

¿Dónde estás? Ashton me dijo que habías ido con Sasha, pero ella acaba de llegar.

Ups, debía pensar algo antes de meterme en problemas, aún nadie sabía que me veía con Alex. Odiaba mentirles, pero luego de todo lo que pasó, no estaba preparada para decirles.

Cass:

¡Estoy con Aaron! Probablemente Ash oyó mal, en poco tiempo estaré en casa, ¡Lo prometo!

Aunque no quería irme porque había estado poco tiempo con Alex, debía hacerlo rápido antes de que mi madre comenzara a sospechar, o peor, antes de que Ashton lo hiciese.

Luego de unos minutos, llegó.

-¡Ya volví! Iremos al centro comercial.- Dijo gritando. -¡Estén listas!

Sin pensarlo mucho, fui a saludarlo y accedí. Luego recordé que debía volver a casa, así que le dije.

-Oh, Alex, me había olvidado, debo volver a casa, mi madre me preguntó dónde estaba y le dije que con Aaron. Comenzará a sospechar, jamás veo a Aaron tan seguido.- Le expliqué

-Solo serán unos minutos, lo prometo.- Dijo haciendo pucheros. -Anda, acompáñame.

Y bueno, ya me conocen. No pude resistirme a sus pucheros.

Sus malditos pucheros.

-¡Oh, genial! Necesito ropa, mamá me dejó algo de dinero para eso.- Dijo Claire bajando las escaleras. -Cass, tú te vistes bien, ¿Me ayudas e elegir?

-Claro.- Le dije con una sonrisa.

Fuimos hacia el auto y Alex comenzó a manejar. Amaba verlo mientras lo hacía, se veía tan hermoso, no veía la hora de ser su novia. Lo extrañaba demasiado, cualquier castigo que podía ponerme mi madre o cualquier pelea con Ashton, que ver a Alex podía ocasionar, valían la pena por pasar unos minutos más junto a él.

Llegamos al centro. Luego de estacionar, caminamos paseando y viendo locales de ropa para Claire. Se podía notar el aburrimiento en la cara de Alex.

-¡Hace siglos que estamos aquí! Por Dios, Claire, ¿Puedes decidirte?- Alex alzó los brazos con exasperación y miró hacia arriba.

-Alex, cariño, estamos aquí hace, literalmente, menos de diez minutos, ¿Puedes ser mas paciente?- Le dije entre risas. -Agradece que no me acompañas a comprar ropa, ya te hubieras suicidado, reviso el mismo perchero cuatro o cinco veces.

-¡Yo también!- Agregó Claire. -Oh por Dios, esto será divertido, ¡Alex va a molestarse tanto!

El castaño le dió una palmada en la cabeza a su hermana, amistosamente.

Clair por fin entró a un local donde vendían ropa muy linda. Mientras ella ojeaba las prendas, Alex y yo nos quedamos hablando a un costado.

-¿Cuándo le dirás a tu familia que hemos vuelto a vernos? No se mostró muy enojado cuando fui a decirte que necesitaba hablar contigo, tal vez se lo tome bien.- Dijo encogiéndose de hombros.

-Tal vez.- Respondí. -Pero no lo sé, luego no me hizo preguntas al respecto, y siempre que está emocionado con algo, las hace. Ese día tenía otras cosas en su cabeza, cosas mucho, MUCHO más importantes.- Dije haciendo énfasis en "mucho" refiriéndome a lo del bebé.

-Lo extraño, ¿Sabes?- Dijo con una sonrisa ladeada. -Era mi mejor amigo, le contaba todo a el, nos veíamos siempre.-

Sentí lástima por el. Tenía razón, ellos eran muy unidos.

-Siento que arruiné todo por querer estar contigo, aunque no me arrepiento de eso porque eres increíble, a veces cuando me siento a pensarlo, a mí me dolería que mi mejor amigo hiciera eso, darme la espada y arruinar toda una amistad por haberme enamorado de su hermana.- Suspiró, tenía mala cara, pero luego de mirarme a los ojos su boca se curvó en una sonrisa. -No es mi culpa que Ashton tenga una hermana tan hermosa, es decir ¡Mírate! ¿Cómo no iba a enamorarme?

Efectivamente, me estaba derritiendo con sus palabras, aunque no pude evitar sentirme mal y culpable por su relación con Ashton.

-Apenas volvimos a hablar, Alex. Sabes que te quiero pero... Aún las cosas no pueden volver ser como antes, esto tomará algo de tiempo.- Le dije lo mas comprensiva que pude, sin sonar ruda. Sus palabras fueron hermosas, me hizo sentir cosas en el estómago al decirlas. Yo sentía cosas por Alex, de verdad lo hacía. Pero aún era muy pronto como para perdonarlo, u olvidar lo que había pasado y seguir como si nada, es decir, golpeó a mi hermano.

-Entiendo.- Dijo en un suspiro. -Haré lo posible para recuperarte, lo prometo.

-Solo es cuestión de tiempo, en caso de que todo vuelva a la normalidad, Ashton tendrá que aceptarlo, y tú deberás demostrarle que no eres como él piensa. Yo sé que eres mejor que eso.- Le sonreí y me giré en dirección a Claire, dándole a entender a Alex que la conversación había finalizado.

Claire salió del cubículo donde se probaba la ropa. Hacía poses extrañas y graciosas para mostrarnos las prendas. Todo era risas y diversión hasta que la cara de la niña palideció.

-¿Escucharon eso?- Dijo mirándonos con una expresión de terror increíble.

Miré hacia atrás y no vi nada extraño, solo un chico y una chica quienes parecían pareja en el mismo lugar que nosotros.

Miré a Alex en busca de respuestas, pero en cuestión de menos de un segundo, Claire comenzó a correr desesperadamente.

Con ropa que no habíamos pagado.

Y ella tenía el dinero.

Perfecto.

Comenzamos a correr detrás de ella intentando alcanzarle el ritmo. Las alarmas de seguridad comenzaron a sonar.

-¿¡Pero qué diablos le pasó!?- Pregunté con la respiración entrecortada hacia Alex.

-¡Vio a su ex con la chica con la que la engañó!- Respondió de la misma manera que yo.

No pudimos alcanzar a Claire, sino que la alcanzó un guardia de seguridad, tomándola por los brazos.

El señor tenía cara de muy pocos amigos.

-Bien, traviesos, su pequeña broma ha salido mal, tomaremos esto como un delito.- Dijo con una voz muy grave. -Tú irás a devolver la ropa que robaste, y luego los tres quedarán bajo arresto.

Genial, no era la gran cosa.

Oh, esperen...

Mierda.