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EDITADO

-Bien, respira, inhala, exhala, inhala, exhala, ya llegamos al hospital, todo está mas que genial, solo respira, Ashton.- Dije calmando a mi hermano que estaba comiéndose las uñas de los pies.

-Cariño, tranquilo, yo estoy por parir. Si no te calmas, no entras a ver al bebé.- Dijo Sasha entre jadeos y respiraciones. -Cálmate.- Ella parecía mas calmada de Ash.

Ash no parpadeaba miraba a Sasha, a mi, y hacia el horizonte.

-¿Cómo estás Sasha?- Pregunté con cariño.

-¡No me preguntes cómo estoy! ¡Estoy por parir! ¿Es que no me ves?- Gritó histérica.

-Mamá, maneja mas rápido, porque le sacaré al bebé yo misma.- La apuré.

-¿Y mis papás?- Preguntó ya mas calmada. -¿Vendrán?

-Claro que si, cariño, ya los llamé y estan yendo para el hospital.- Mamá saco una mano del volante para tomar la de Sasha.

-¡Pon las dos manos sobre el volante, mujer! ¡Apúrate!- Grité. -Ashton...- Lo llamé. -Respira.

-ESTOY RESPIRANDO, SI NO, ESTARIA MUERTO.- Volteo con los pelos alborotados y un ojo entreabierto.

-Ya, ya. ¿Mamá cuanto falta?- Pregunté.

-Tres cuadras.- Dijo pisando el acelerador.

**

-Ashton, es tu hijo tienes que ir a acompañar a Sasha.- Dije empujando por las puertas.

-¡Pero no me gusta la sangre!- Dijo como niño pequeño.

-¡No mires! ¡Solo dale la mano y cierra los ojos!- Grité haciendo mas fuerza para empujarlo.

-Bien, ¿Cuánto durará?- Preguntó rendido.

-No lo se... Horas, tal vez.- Me encogí de hombros y bajé la cabeza.

Nos quedamos en silencio por unos segundos.

-Cass, tengo miedo.- Dijo cerrando los ojos y suspirando.

-¿De qué?- Pregunté entre risas.

-De esto, de todo esto, del niño, de Sasha, tengo miedo de ser padre, Cass, no estoy listo para esto.- Se tomo la cara en ambas manos y volvió a suspirar, mas bien, bufar.

-Nunca estamos lo suficientemente listos, Ashton.- Tomé sus manos y las saqué de su cara. -Cometerás errores, demasiados, muchos errores, como siempre, pero al fin y al cabo, lo harás bien.- Sonrió y negó con la cabeza. -Eres mi hermano, te conozco, siempre terminas yendo por el buen camino, eres genial.-

-¿En serio lo dices?- Sonrió y luego me abrazó. -Gracias, Cass.- Susurró. -Te quiero.- Luego me soltó y se fue por la puerta.

Y mi ataque de nervios comenzó.

Ash's POV:

Di tres saltos en mi lugar, tome aire, y entré a la sala de partos. Sasha estaba sentada en la camilla, tomándose la panza, tenía la cara contraída, seguro para no gritar, llorar y patalear de dolor.

-¿Lista para comenzar?- Preguntó la enfermera mientras le colocaba la anestesia a Sasha. Ella asintió y se acostó en la camilla, se puso en posicion y llegó el doctor. Sasha respiró profundo y me tomó de la mano.

-Bien, ahora, ¡Puja!- Gritó el Doctor, cerré los ojos en ese instante y comencé a respirar fuertemente y a concentrarme en mi mundo y en lo bella que es la vida, de fondo escuchaba los gritos de Sasha y del Doctor.

-Sasha, cariño, me estas... Rompiendo la mano.- Dije agachadome de a poco. Ella pareció no escucharme. Abrí un solo ojo para mirarla, las lágrimas estaban empapando su cara y se le marcaban las venas del cuello.

Aún así es hermosa, creanme.

Dejé de sentir la mano de Sasha apretandome, cuando escuché los llantos de un bebé: Mi bebé.

-Déjame ver, déjame ver, déjame ver.- Dije corriendo hacia el doctor. -Oh, es un niño.- Murmure enternecido.

-Señor... Es el cordón umbilical.- Dijo la enfermera pasándome mi hija a mis brazos.

-Quieres decir que... ¿Es una niña?- Abrí los ojos a mas no poder y sonreí. -Sasha, tenemos una hija.- Caminé hacia ella y apoye a la niña en su pecho.

-Hola mi amor...- Susurró sorbiendose la nariz. -Te lo dije.- Me miró.

-Mami siempre gana.- Me encogí de hombros, y sonreí apretando los labios. -Hola, Riley.

-Espera, Ash... Tengo una mejor idea...- Dijo Sasha mirándome con el ceño fruncido.

-Tenemos que limpiarla, si nos permite...- El doctor tomó a mi hija en sus brazos y miré su placa: Alfio Ashton Green.

Cassidy's POV:

Mamá, papá, y los papás de Sasha estaban hablando a unos metros mas alejados, Aaron estaba sentado al lado de Alex que llegó hace una hora, Becca y yo estabamos caminando de un lado a otro mordiendonos las uñas, mientras Alex y Aaron estaban dormidos en las sillas de la sala de espera, el doctor nos dijo que el bebé ya había nacido y que podríamos verlo, en cuanto Sasha ya haya sido trasladada a su habitación, hace ya una media hora.

-Cass...- Volteé y Ashton estaba parado sonriendo en la puerta de la sala de partos. -Queremos que seas la primera.-

-¿En serio? ¿Ya puedo verlo?- Dije ansiosa, mientras Becca me miraba con envidia, mamá y papá sonreían y los papás de Sasha miraban a Ashton fulminandolo. Bueno, mas bien el papá.

-Verla.- Aclaró.

-¿Es una niña?- Pregunté con los ojos bien abiertos.

-Ya, ven a verla, vamos.- Rió y me rodeó los hombros con su brazo, encaminándome hacia la habitación.

-¿Es una niña?- Volví a preguntar.

-Si, pero mira.- Abrió la puerta del cuarto, Sasha estaba acostada en la camilla y la bebé estaba dormida en una pequeña cuna de vidrio a su lado.

-¿Puedo?- Dije señalandola. Ella asintió y luego miró a Ashton. -Hola, Riley.- Sonreí y los ojos se me llenaron de lagrimas. -No lloraré, lo juro.

-Ya lo estas haciendo.- Rió Sasha señalandome.

-Cass... No se llama sólo Riley.- Ashton hablo, haciendo que saque mis ojos de la niña.

-¿A qué te refieres?- Pregunté frumciendo el ceño.

-Riley Cassidy Boomer.- Dijeron los dos al mismo tiempo.

-¿Le pusieron mi nombre? ¿Por qué?- Pregunté confundida.

-Queria que las dos personas mas especiales de mi vida tengan algo en común.- Ash se encogió de hombros y luego sonrió. -¿Te gusta?-

-Es estúpidamente cursi y hermoso. Claro que me gusta. Gracias.- Sonreí y la bebé hizo un ruido con su boca, bajé la mirada para mirarla justo en el momento en el que abrió minimamente sus ojos, completamente azules, como los de Ashton, iguales a los de Ashton, con el iris negro bien marcado, hacia que el azul, resalte mas. Yendo a las demas características, la pequeña nariz de Sasha, los carnosos labios de Ashton y el cabello negro azabache de Sasha. Perfectamente hermosa.

-Bienvenida, pequeña bestia.

Un Perfecto ImbecilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora