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EDITADO

9:30am mamá me llamaba para que me despierte. Me fregué los ojos con las manos.

Me iría, no fue un maldito sueño, me iría. Dejaría todo atrás. A las personas que amo, el lugar donde crecí.

-Vamos, Cass, perderemos el autobús de conexión que nos lleva hacia el aeropuerto.- Mama insistió por quinta vez para que me levante.

-¡Lo sé! Lo sé, ¿Puedes esperar un poco? ¿Tantas ganas tienes de irte? Ya me levanto, espera. Sal de mi cuarto. Al menos déjame decir eso una última vez aquí.- Me levanté y fui hacia mi baño. Ultima vez que lo usaría.

-No me vuelvas a hablar así.- Dijo de muy mala manera, caminando hacia mi.

-Es irónico como la mujer que me dio la vida, en este momento la esta arruinando.- Reí sin gracia.

-Cassidy, para.- Dijo con los dientes apretados.

-¿Por qué? Si todo el tiempo me dices que deje de cantar, que no tengo futuro. Yo también quiero decir lo que pienso. ¿Por qué callarme?- Me encogí de hombros.

-¡Porque soy tu madre!- Y me pegó una cachetada que hizo que gire mi cabeza bruscamente. Mis ojos se aguaron, pero las lágrimas desaparecieron al instante, fruncí el ceño y entré al baño.

Ash (9:44):

Estamos yendo los tres hacia la terminal, Riley esta super abrigada, Sasha cree que va a enfermarse o algo así, jajaja

Cass (9:44):

Ash no estoy de humor.

Ash (9:45):

Lo sé... Yo tampoco.

Cass (8:46):

Nos vemos, Ashton.

Bajé a desayunar. Aunque no tenía hambre, por lo tanto no comí. Con algo de suerte me dasmayaria antes del vuelo.

Subimos al auto, me coloqué mis auriculares.

Puse "Crazy" de Shawn Mendes en el reproductor y cerré los ojos...

Sin darme cuenta, estaba llorando. También, sin darme cuenta, habíamos llegado a la terminal.

Vi a Alex parado a lo lejos, a Sasha y a Ashton.

Salí del auto y corrí a abrazarlos.

-No quiero irme.- Dije llorando desconsoladamente en el hombro de Ashton. Agarré su camisa, rasguñando su espalda, como si de esa manera el abrazo durara para siempre.

Sentí las delicadas manos de Sasha en mi espalda, volteé y la abracé.

-Ya, no llores más.- Puso una de sus manos en mi nuca, y comenzó a decir "Shh" como si fuera una niña. -No nos estamos despidiendo para siempre, volverás a visitarnos algún dia.-

Negué con la cabeza.

-No, porque luego tendré que irme de nuevo y volveremos a despedirnos.- Dije como pude, ya que la garganta me ardía.

-Shh, shh, shh.- Repetía Sasha, una y otra vez, una y otra vez... Lograba calmarme.

Cerré los ojos, y respiré. Levanté mi cabeza y vi a Alex, con los ojos caidos y rojos, los labios paspados, y el pelo todo desordenado, no como siempre estaba el, radiante, hermoso, y su pelo perfectamente hecho.

Me alejé lentamente de Sasha.

-Lo siento.- Dije cada vez llorando más, a medida que me acercaba a él. -No quería terminar contigo.- Y rompí en llanto una vez más.

Un Perfecto ImbecilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora