Para el amor, no hay edad

18. En esta y en otras vidas

Enzo

Después de hablar con la prensa, festejar y demás decidimos viajar para Argentina, nos queda un viaje largo, intenso y feliz, ya que, volvemos con la copa en mano.

Vinimos al hotel en busca de las valijas. Las habitaciones son un desastre. Todos estamos de acá para allá. Nuestras familias van a venir en unos minutos y tenemos que tener todo armado. Vamos a cenar acá tranquilos y el avión con familiares sale antes que el nuestro. Para que ellos nos tengan que padecer toda esta locura. Si acá es un lío todo, no quiero imaginarme en Argentina, aunque ya estuvimos viendo videos en Instagram de personas que nos etiquetan y algunos que nos mandan por privado.

Observo mi camiseta, la que usé para jugar la final, la guardo en una bolsa, porque no la pienso lavar todavía. Cuando llegue será otra la historia. Rescato otra que tengo guardada y salgo de la habitación.

El cuerpo técnico está reunido en el comedor, están hablando con Leo, con el chiqui y con los chicos que organizan todo en cuanto a prensa, si, Lali, Marina y los otros dos pibes. Me acerco lo más que puedo y Marina le golpea en el codo a Lali, ya que, ella no me vio todavía. Le hace señas para donde estoy y Lali enseguida sonríe. Pide permiso a las personas que tiene cerca y viene caminando hacia mí.

Lali- ¿Cómo está el campeón del mundo? -dice con esa sonrisa que me encanta y le agarro la cara para que no se me escape del beso que tengo en mente darle.

Enzo- Ahora mejor- logro decirle una vez que nos separamos.

Lali- Te voy a matar a vos. 

Enzo- Sólo por hoy... No me cagues a pedos. Dejame disfrutar este momento por completo. Un beso no se le niega a nadie- Me quedo pensando un microsegundo- ¡Error! Un beso no me podés negar...

Lali- Ya te di más de un beso me parece, la cuota del día ya está cubierta- Río a carcajadas y las demás personas que están en el comedor me miran-

Enzo- En fin. ¿Podemos salir un minutito no más? A dar una vuelta manzana y volvemos. 

Lali- Dale, un ratito no más. Porque ya estamos arreglando todo para irnos. -Me dice mientras vamos caminando hacia la puerta. Tomo de su mano y parece que ese gesto la sorprende.

Enzo- No te voy a morder. Me podés dar la mano tranquila... A menos que quieras que te muerda...

Lali- Callate, Enzo. Hay gente dando vueltas.

Enzo- No entienden nada. Quería que salgamos un ratito porque te traje esto. -Le muestro la camiseta y ella sonríe mientras la agarra con su mano libre.

Lali- Ya me diste una.

Enzo- Sólo quiero recordarte que tenés una apuesta que pagar y quiero que lo hagas acá. Que no esperemos a llegar a Argentina para que lo hagas. Capaz que se rompe el hechizo y cuando llegamos no me das más bola.

Lali- ¡Qué gil que sos! ¿Cómo no te voy a dar más bola? Además ya estamos escrachados por todos lados. ¿Viste que se volvió viral el video del beso?

Enzo- No. ¿De qué beso?

Lali- Hacete el que no sabés. Bueno, recordame qué tengo que hacer.

Enzo- Vos te ponés mi camiseta y posás para que te saque una foto. Despues hacemos una juntos y me tenés que dar un beso. 

Lali- Eso ya es abuso. 

Enzo- No, se llama pagar la apuesta. 

Enzo y Lali se quedaron un tiempo más, se sacaron las fotos que quisieron y se fueron caminando por las calles de Dubai. Volvieron al hotel cuando la gente se dio cuenta que estaba el jugador campeón del mundo y querían sacarse fotos con él.