57. Copa América

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Enzo

Ya está todo listo para que arranque una nueva copa, mi primera copa América con la selección.
Mariana y Marina vinieron unos días antes. Marina se pidió unos días para poder acompañar a Mariana y como está todo organizado el viaje, le dieron permiso.
Ya tenemos la cabeza puesta en lo que viene y el deseo de seguir ganando cosas juntos, como equipo, por Angelito, por Messi, por la gente, es más fuerte que nunca.

Fuimos a entrenar con los chicos y nuestras familias se están quedando en hoteles cercanos al nuestro. En esta oportunidad creen que va a ser un buen estímulo que la familia esté más cerca y que nos puedan acompañar desde el día 1, desde cerca.

Mariana fue parte de la organización antes de dejar su puesto. Así que le ofrecieron quedarse en la misma habitación que Marina. Lo cual aceptó inmediatamente, feliz de la vida de poder estar con su amiga.

Para esta noche organizaron una cena a lo grande, nos quieren hablar y dar la charla motivacional de siempre. Creo que el encargado va a ser Pablo. Si no me equivoco tomó la palabra y me parece una buena opción ya que, es una pieza fundamental en el cuerpo técnico y como apoyo para el equipo.

La habitación la comparto con Julián, como siempre, así que, mientras esperamos la cena y nos acomodamos luego del entrenamiento, nos tomamos unos mates y charlamos un poco.

Enzo- ¿Qué onda vos? Hace mucho no hablamos.

Juli- Todo bien, hermano. Acá andamos. Hace mucho no hablamos porque los problemas te persiguen a vos. ¿Se solucionó todo eso con la pibita del club?

Enzo- Ni hablemos, mejor. Un desastre. Se ve que me sigue desde hace mucho tiempo y yo ni cuenta me di.

Juli- Todo un galán.

Enzo- Callate. La pasamos terrible por su culpa ¿Y vos? ¿Emilia?

Juli- Creo que va a venir para la copa. Pero no sé, hace unos días nos peleamos.

Enzo- ¿Y ahora qué pasó?.

Juli- Me hechó en cara que ayudé a mis viejos y mis hermanos con el viaje. No está decuerdo con eso, últimamente nos peleamos mucho por esta razón.

Enzo- Bueno, no me voy a meter en tu historia. Sólo te voy a decir que vos sos dueño de ayudarlos o no, eso depende de vos, ella puede opinar y dar su punto de vista pero, el que tiene la última palabra sos vos además... -un golpe en la puerta me interrumpe y sin esperar el "pase" la puerta se abre de par en par. Llegaron Lean y Nico

Ota- ¿Qué onda guachines? ¿Se prenden para un fulbito?

Enzo- Yo si. Dale, bro. -digo y le pego a Juli en el brazo- Somos equipo, como siempre.

Juli- Si no me queda otra...

Ota- Dale. Yo voy con Taglia, Rodri va con Lean y se suman Carboni y el hostias tío. -dice en gallego.

Enzo- Joya. Vamos. Llevá el mate, Juli. Hay que mantener la paternidad contra estos y mostrarles a los pibitos quién manda.

Lean- Más respeto, che. Más respeto. Que acá la edad también vale y ya no sos el más chiquito... No te vamos a dejar pasar así de fácil.

Enzo- Dale, ya estás hablando como un viejo choto...

Algunas horas más tarde Julián y Enzo entran a la pieza nuevamente...

Enzo- Yo no puedo creer que estos pibes nos haya bailado como lo hicieron.

Juli- ¡Y qué querés! Deben estar todo el día al pedo.

Enzo- Una vergüenza, mañana hay que recuperar nuestra paternidad.

Juli- Más vale, bro. Yo por lo pronto voy a llamar a Emilia a ver cómo está.

Enzo- ¿Todavía no hablaste?

Juli- No, la iba a llamar pero llegaron los chicos y se me fueron los planes.

Enzo- Bueno, yo mientras voy a llamar a Lali para saber cómo están.

Juli- ¿Están? ¿Con quién está?

Enzo- Ella y... -casi se me escapa lo del bebé pero, estuve más rápido- Marina. Estos días están juntas y no recuerdo cuál es la habitación.

Juli- Te pido por favor que no andes de Romeo que ya bastante tuvimos.

Enzo- No. Solo quería recordar el número. Bastante pesado resultaste ser, hermano.

Juli- Me voy para allá a ver si puedo hablar tranquilo.

Julián se fue al balcón para ver si se podía comunicar desde ahí con Emilia y Enzo se tiró en la cama para ver si tenía suerte con Lali, si atendía el teléfono y si podían hablar aunque sea diez minutos sin ser interrumpidos, aunque Lali esté en el hotel él debe seguir concentrado.

La noche terminó por asomarse en el comedor del hotel. Los jugadores ya se ubicaron en sus lugares, el cuerpo técnico en el suyo y en otro sector algunas personas de prensa que trabajaban meses atrás con Lali.
Como a ella la invitaron por haber sido parte de la organización, una de las mesas cercanas a las puerta, tiene su nombre en el cartel.
Y como todavía las chicas no llegaban. Enzo no dejaba de mirar para la puerta.

Ota- ¿Te podés calmar un poco? Ya va a venir, dijo que la invitaron y ya debe estar por llegar. Pero que te la pases mirando no la va a hacer aparecer más rápido.

Enzo- No es eso. No sé qué es. No me den bola.

Rodrigo- Más enamorado el pibito. Tomá Juli, pasame el agua que está al lado tuyo.

Enzo, Julián, Rodrigo y los demás siguieron hablando y esperando la cena, les habían puesto unos snacks cuando llegaron y ya casi en ninguna mesa había, los muchachos tenían un hambre voraz.
Enzo estaba distraído y Rodrigo le tira una servilleta en la cabeza.

Enzo- ¿Qué hacés papá?

Rodrigo- Calmate Romeo que ahí llegó tu Julieta. -Enzo la mira y sonríe. No puede creer que esa mujer esté llevando un hijo suyo y que sea un secreto de ellos dos.

Enzo- Ahora vengo. -dice y sale apresurado hacia donde se encuentran Marina, Mariana y los demás empleados que pertenecen al área de prensa y eventos. -Hola, mi amor. ¿Estás bien? ¿Están bien? -dice en voz baja.

Lali- Si, todo bien, amor. Callate que nos van a escuchar. -dice con una sonrisa enorme y él besa sus labios sin poder contener su amor y alegría.

Enzo- No puedo creer que estés acá, no puedo creer lo que nos está pasando.

Lali- Basta, Enzo. Te van a escuchar y no quiero tener que inventar excusas.

Enzo- Bueno, basta. Me voy a mi lugar. Te amo.

Lali- Nosotros también. -dice ella y él se va a sentar más enamorado que nunca.

Para el amor, no hay edadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora