|Circo|
Caroline
Estaba cenando junto a Thomas, los dos nos encontrabamos en un silencio cómodo hasta que él habló.
- Caroline, el Sr.Bobinsky te invitó a ver el espectáculo de los ratones esta noche. -dijo el rubio dejando de comer.
- ¿En serio? ¿Solo a mí? -pregunté
- Sí, solo a ti. -respondió
- ¿No te gustaría acompañarme? -sonreí levemente.- así pasamos más tiempo juntos.
- Tienes razón, deberíamos apurarnos. -dijo él.
- Esto será divertido. -dije entusiasmada.
[...]
Subimos las escaleras entre empujones, lo único que nos iluminaba era la luz de la luna, me sentía de alguna forma como en una cita romántica, no había pasado un día así con Thomas desde hace años. Siempre estuvo ocupado en otras cosas, y esto de alguna forma me hacía sentir bien. Era reconfortante.
- Eres una tonta -dijo entre risas.- carrera hasta arriba ¿qué dices? -propuso el rubio.-
Apenas lo escuché subí inmediatamente las escaleras, él siguió mis pasos. Podía sentir como pisaba mis talones, pero seguí subiendo sin mirar atrás hasta que finalmente llegué a la puerta del departamento del Sr.Bobinsky.
Después de unos dos segundos Thomas ya estaba arriba.
- Perdiste, Tommy. -dije burlona.
¿Cuál es el premio por ser ganadora?
-pregunté acercándome a él.- ¿De verdad quieres saber? -Dijo el rubio con picardía.
Me acerqué a él para poder besarlo. Junté nuestros labios y pasé mis dedos al rededor de su nuca profundizando el beso, su lengua tuvo contacto con la mía haciendo que un escalofrío recorra mi cuerpo.
Él bajó su mano hasta mi cintura y la apretó a lo que yo solté un jadeo con sorpresa, él sonrió en medio del beso y se separó de mí lentamente.
- Creo que ya deberíamos entrar. -dijo él.
Sus ojos de botón se veían extremadamente brillantes, su cabello ligeramente desordenado y sus labios hinchados. Creo que me gusta más esta versión de Thomas.
- Sí, tienes razón. -dije mirándolo atontada.
Nos giramos, y la puerta del departamento se abrió justamente dejándonos ver el interior.
El lugar se veía totalmente diferente, no como en el otro mundo. Ahora este se veía más colorido y el olor a algodón de azúcar estaba por todo el pequeño cuarto.
Thomas se sirvió uno de los algodones de azúcar, mientras que yo me fui por el lado de las palomitas.
Una voz fuerte llamó nuestra atención, venía de la pequeña carpa que se encontraba en la mitad de la habitación.Thomas y yo nos miramos. Inmediatamente seguimos la voz que provenía de la diminuta carpa. Cuando entramos quedamos atónitos por lo inmenso que era por dentro. Pues por fuera se veía pequeño.
- Dama y Caballero, para deleitar sus ojos y oídos, poder hacer latir su corazón. Yo... Sergei Alexander Bobinsky. Les presento. Mi sorprendente. Circo de ratones saltarines. -Vocifereaba el Sr.Bobinsky.
Thomas quedó sentado a mi lado, podía sentir su mirada en mí. A lo que yo le sonreí.
Ambos pusimos atención al espectáculo. Apareció un grupo de ratones, estos habían formado mi nombre haciéndome sentir aún más feliz.
- ¡Mi nombre! -chillé emocionada.
Los ratones empezaron a usar trompetas y tambores creando una melodía única y espectacular.
Estos empezaron a formar un circulo perfecto hasta crear distintas figuras mientras saltaban y tocaban alegres.- ¡Esto es maravilloso, Thomas! -dije mirando al rubio.
Él me respondió con una sonrisa.Los ratones seguían tocando, mi vista viajó otra vez hacía Thomas, dejé de prestar atención por un momento, lo miré por unos segundos y... volví a dudar de todo, sentía que no estaba en el mundo real, sino en una ilusión, mi cara cambió y empecé a sentirme confundida por todo. Esto era demasiado perfecto para ser verdad ¿cierto?
Una voz interrumpió mis pensamientos, me giré y vi al Sr.Bobinsky.
Él se veía mucho mejor, se veía estable y sofisticado, tenía una sonrisa de oreja a oreja y me miraba con esos característicos ojos de botón.- Muchas gracias por venir, Dama y Caballero.
Lo miré sonriendo, claramente estaba fingiendo mi preocupación, traté de evadir todo pensamiento y me reincorporé.
- Nos encantó Sr.B, fue algo sorprendente. -dije sincera.
- Uno de los mejores espectáculos, fue excelente -dijo Thomas sonriente.
- Ustedes son bienvenidos cuando gusten verlo. Tú caroline y también tu lindo prometido. -dijo el Sr.Bobinsky.-
Dasvidania, azulita. -se acercó y beso el puente de mi mano con ternura.Ya habíamos llegado a casa.
Thomas y yo nos encontrábamos abrazados en la gigantesca cama matrimonial, nunca me había sentido tan feliz en mi vida, quité todo pensamiento negativo. Definitivamente quería quedarme ahí toda la vida.Sonreí para mí, y dejé un cálido beso en la frente de Thomas.
Cerré mis ojos quedándome profundamente dormida...
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Este cap fue cortito, prometo recompensar eso, jjj.Disculpen si hay alguna falta de ortografía aaah
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Black bottons. | Thomas Brodie-Sangster
Fantasía› Caroline y Thomas, una pareja de casados llegan directo a su trampa. El palacio rosa. Al mudarse a su nuevo hogar, ella descubre una pequeña puerta escondida en su casa. Cansada de intentar llamar la atención de su esposo constantemente, encuentra...