Caminos cruzados - 1 - Wenclair

2

Después de esperar mucho el líder llegó con los Addams.

Wednesday estaba más irritada que cuando llegaron, pero sus ideas terminaban llegando a la misma persona.

Enid Sinclair.

Le llamo mucho la atención como evadió su habilidad para detectar, solo para preguntarle su nombre.

Mientras los adultos hablaban, ella terminó dando vueltas por el patio. Cuando noto la presencia de varias personas llegando. Se volvió a ir junto a su padre.

- padre - Gómez miró a su hija, y le sonrió.

- oh ya era hora que llegaran - dijo el líder.

"Creo que se llamaba Thomas... o algo asi" se dijo ella misma mientras veía como esas personas llegaban junto a ellos y empezaban las presentaciones.

El padre de Enid, Murray Sinclair estaba llamando a unas personas que estaban ahí y se puso a su lado. Gómez aún en medio de la presentación, mientras wednesday solo miraba a esas personas con una fria mirada.

También noto la mirada de una persona, y era la misma Enid que estaba sonriendo a su persona. Normalmente le daba una mirada de muerte a quien se le pusiera enfrente, pero para su sorpresa no le molesto la de ella.

- wednesday - le oyó decir su padre mientras la tomaba del hombro. - es hora de que conozcas a las opciones -

Con una mirada seria fue con su padre para ver a esas opciones, aún con la mirada de cierta chica enzima de ella.

No presto atención a las personas frente de ella, todos eran jóvenes y mayores a ella. Pero cuando ella les daba la mano, sin que ellos sepan ella estaba poniendo algo de su mana para ver si eran compatibles. Pero hasta el momento de checar a 17 personas, nada.

- esto si que es raro, usualmente esto no pasa - dijo el líder mientras seguía wednesday rechazando a todos lo que se acercaban a ella. - no entiendo que pasa - le dijo a Gomez.

Pero Gómez no estaba nada sorprendido por ello, lo imaginaba desde hace un tiempo. Su hija, no era como los demás. Tenia más poder y eso conlleva a que es más probable que tenga problemas en encontrar a su guardián. Aunque también logró notar algo raro en ella hoy, y es que no estaba interesada en esos jóvenes.

Mientras todos estaban observando a la joven Addams, la joven Enid sentia una rara precion en su cabeza. Lo que comenzó a darle dolor de cabeza, y paso algo que hace tiempo temía que pasara, su lobo estaba inestable.

Ella miró a su madre y sabía que si hablaba de su molestia ella terminaría avergonzado a su familia. Aun teniendo el apoyo de su padre, ese día no podía ser igual que otros, ya que era igual de importante para el. Un Addams en sus tierras y consiguiendo un guardián, eso traería más apoyo de otros lados lo que llevaría a mejorar más su pueblo.

Pero Enid ya no soportaba el dolor así que se arriesgó a ser regañada.

- Mamá, me duele la cabeza... ¿será que me pueda ir? - dijo con temor a que le digan algo malo ahora mismo.

O peor, que la chica llamada wednesday la mire como si fuera una molestia. Con ese pensamiento y dado que al parecer todo a su alrededor se quedó en silencio, miro a sitio donde estaba los visitantes y se dio cuenta de unos ojos profundos que solo la miraban a ella.

Y fue como una sacudida.

Fue como si ya su dolor se calmara y que ahora todo tenía sentido.

Pero ese momento se rompe cuando su madre la llama.

- ¿qué estás haciendo? - pregunto con un tono de miedo.

Miro a su familia que estaban alejados de ella y luego a todos los demás a su alrededor. Estaban en posición de defensa, esperando que algo ataque, o mejor dicho... esperando que ella ataque.

Miro sus manos y en ellas estaban sus garras y cuando intento hablar, sintió un pequeño corte en su labio inferior. Eran sus colmillos, habían salido.

Estaba pensando que fue lo que paso cuando oyó la voz del señor Addams.

- fascinante - su voz hizo que todos se calmara. - señor Thomas, porque no nos dijo sobre este magnífico ejemplar. Una chica lobo y sino fuera más... alfa... y con el don de transforme cuando quiera - todos ahí estaban en shock cuando dijo esas palabras.

El señor Thomas no salía de su consternación. Pero fue ahora la vez de la joven Addams la que sorprendió a todos.

- Enid Sinclair - la chica solo la miro. - eres la única que sin que yo tocara respondió a mi mana, así que a partir de ahora eres mi guardián - mientras cada palabra que le salía de su boca daba un paso más a la joven Sinclair, hasta quedar enfrente de ella. - tienes una hora para juntar tus cosas e irnos - con eso se dio la vuelta y se fue directo al auto de su padre.

Cuando wednesday ya no estaba a la visto notó como le tocaban el hombro por el señor Addams. - lo que quizá decir, es que ahora vivirás con nosotros y que espera trabajar contigo a partir de ahora - con una sonrisa se volteó a la dirección de su padre para platicar sobre lo sucedido.

Alfa.

Eso no podía ser verdad.

Los alfas mujeres era casi imposible.

¿Y ella es una?

Cuando miro otra vez a su madre, que se veia sumamente molesta pensó que no sería tan malo ir con los Addams. Pero al mirar a su hermano pequeño, pensó que no era buena idea.

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Cuando dejaron sus padres de hablar con el señor Addams, Murray fue el que se acercó a su hija para hablar de lo ocurrido.

La tomo de la mano y se la llevó algo alejado de todos.

- hija, ¿entiendes que está pasando? - Enid miro a su papá con ojitos tristes.

-no papa, no se que pasa y no se porque desde que wednesday se alejó quiero ir a tras de ella - empezó a decir casi al borde de las lágrimas. - también no se porque paso lo de mis garras y colmillos... no sé porque dicen que soy alfa - su padre la miraba con cierta pena.

Enid estaba ya llorando cuando sintió a su padre agacharse para estar a su altura. Le acariciaba la cabeza y una de sus mejillas mientras intentaba buscar las palabras para explicar lo siguiente.

- sabes... el señor Addams tiene razón. Eres un alfa - la niña dejó de llorar en ese instante. - lo sentí desde que eras una bebé, pero no estaba seguro hasta hoy y ahora mismo me siento muy orgulloso de ello. Eso te convierte en alguien sumamente poderosa, es por eso que la chica Addams te necesita... porque por lo que todo el mundo sabe, solo un Addams posiblemente sea el único que pueda salvar a toda ser viviente de este mundo - su padre de repente la abrazo. - por eso y más... si quieres ir con ellos no te detendremos. Pero sino... - su voz sonaba más a un susurro. - tal vez te manden a la zona de entrenamiento donde no podrás ser tu y eso me mataría -

Cuando Enid oyo eso, sintió una opresión en su pecho.

Es verdad.

La zona de entrenamiento no era considerada un bonito lugar.

Aún en brazos de su padre, tomó la decisión.

Solo dejo que el sentimiento que tenía en ese instante se quede para siempre en su memoria. Y al cerrar los ojos sintió que el tiempo se hizo eterno.

Así como el día que su madre la había castigado y no la dejó cenar ese día, y su padre a escondidas de su esposa fue a su cuarto y la abrazo mientras ella comía algo de galletas y leche. Y como sin darse cuenta se durmio con una canción y la un lento tono de voz que venia de su padre.

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1307 palabras.