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Tanto Wednesday como Enid estaban metiendo las últimas cajas a la casa del lago, ahora su laboratorio.

En solo unas horas lograron el cometido de Wednesday y era que para el final del día todo debía estar en su lugar. Mientras Enid se encargaba de acomodar las cosas pesadas Wednesday se encargaría de los documentos y libros que más usa ennun estante.

Ya que literalmente su orden de Wednesday era muy exigente, solo al principio, ya que cuando se obsesionaba con un hechizo la cosa cambiaba.

Enid dejo de último lo que seria el cuarto de emergencia para Wednesday. Porque era capaz de no dormir días si así lo quisiera la chica, y nadie le convencía de ir a dormir hasta que llegó Enid.

Eso ocurrió unos meses de llegar a la mansión Addams.

Hace 4 años y 5 meses.

Estaba terminando su desayuno cuando vio como la familia Addams llegaban a comer, pero no dijo nada, como era costumbre.

Enid se levantaba temprano y se preparaba su desayuno. Al principio esperaba a encontrar algún miembro de la familia para pedir su permiso y así poder tomar algo de la cocina. Pero después que le dieron permiso para hacer cualquier cosa en esa casa ella ya se sentía algo más cómoda para tomar algo de ahí.

Pero tenía la costumbre de su vida antes de ser la guardiana de Wednesday Addams, osea levantarse, cocinar desayuno para ella misma y para su hermanos, limpiar todo lo que pueda de la casa antes de la hora de ir a clases.

La familia Addams se levantaba en eso de las 8 de la mañana cuando Enid ya estaba al terminar su comida siempre. Aunque últimamente se veían interesados en bajar antes para acompañarla.

Ese día como otro ya tenían servido su desayuno en el comedor y noto algo que ya le estaba preocupando.

Entre los presentes no estaba Wednesday.

Cuando se atrevió a preguntar por ella, estaba sirviéndole algo de café al señor Addams.

- esta en su laboratorio - dijo Morticia. - si puedes ser buena pequeña, dile que ya es hora de comer -

Después de dejar la jarra de café en su lugar se dispuso a ver a la niña para avisarle.

Camino lentamente hasta la puerta que dirige al sótano, donde ya había estado antes pero que aun no tenía permitido estar demasiado tiempo ahí.
Solo la llamada para utilizar algo del poder que ella ya almacenaba en su interior.

Al bajar las escaleras, noto el olor de algún incienso y como no estaba abierta la pequeña ventana estaba saturada en toda la habitación, y era malo para ella lo era peor para Wednesday que lleva todo el rato ahí.

Cuando ya la vio estaba al rededor de varios libros y varias velas aromáticas en todos lados. También notaba el olor de algo muerto y... ?comida podrida? Ya estaba algo mareada cuando se acercó a ella para llamar su atención.

- perdón por interrumpir, pero ya es hora de la comida - Wednesday la miro un momento se puso a buscar algo con su mirada.

- ¿qué horas son? - pregunto la niña.

- las 8:26 a.m. para ser exactos - le respondió Enid.

- ¿ya es de día? - murmuró.

Tal vez nadie la hubiera oído pero, ella si.

- como que si ya es de día... ¿desde que horas esta aquí abajo? - pregunto ya algo molesta.

- no sé... desde la tarde de ayer... - dijo mientras se levantaba e iba por unas cosas al escritorio cercano.

Al escuchar eso, ya no pudo más con su molestia. De una forma u otra, el saber que no ha dormido y que posiblemente no cenó. Eso le colmó la paciencia de la chica y usó su poder de Alfa para dar el siguiente paso.

Le dio una vuelta, le tomó la cintura y la cargó como costal de papas. Empezó a ir a las escaleras y podía oír perfectamente todo lo que le estaba diciendo Wednesday en.. italiano.

Cuando pasó por el comedor para ir a las escaleras del segundo piso vio como toda la familia Addams las miraba con asombro.

Subió rápidamente con la chica en su hombro, y cuando llegó a la puerta de su cuarto la abrió de golpe y la tiró a la cama.

- ¡¿QUE RAYOS TE PASA?! - pregunto una Wednesday sonrojada de tanto que estaba agitada.

Enid la miro con los ojos azules más brillantes, más que cuando se conocieron.

Con voz baja, pero con el tono potente de Enid hablo para la chica de ojos negros. - no haz dormido... ni comido... y sino fuera porque pregunté de seguro tus padres ni se acercarían a ti, pero ya basta. Vas a comer algo ligero ahora y después descansaras un par de horas -

Dicho eso se fue directo a la cocina.

La miradas que les dio los señores Addams, fue de asombro pero solo la señora Morticia dijo algo al respecto.

- Veo que lograste sacar al ratoncito de su madriguera - la miraba como servía un poco de todo en una bandeja. - no quiero que pienses que no nos preocupa su salud, pero bien sabemos que cuando Wednesday está metida ahí, nadie puede sacarla... tu eres la primera - se dio la vuelta pero antes que se valla hablo Enid.

- se que son mejores padres que los míos... por eso digo esto.. yo seré la que cuide de ella a partir de ahora - cuando dijo eso la mirada que le dio fue de un Alfa dispuesto a todo por su Luna, y bien sabía Morticia que no estaba lejos de la realidad.

Cuando volvío al cuarto de Wednesday ella estaba saliendo de tomar una ducha, y tenía el cabello húmedo. Enid pudo oler el aroma de su jabón que era uno neutro pero si tenía algo que podía detectar ella. Dejo la bandeja en la mesita junto a su cama y vio como la chica veía su comida.

En todo el cuarto silencioso se pudo apreciar el sonido de su estómago rugiendo. Eso dejo sonrojada a la chica y fue directo por la comida.

Cuando Enid miro el resultado, estuvo satisfecha para dejarla dormir.

Ya cuando se quedó dormida sin mucho esfuerzo la verdad, salió de la habitación y con un gran suspiro saliendo de su boca se dijo.

- que chica tan rara - y sonriendo se fue de ahí a limpiar la cocina.

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- ¿porque sonríes como tonta? - oyo como le hablaba Wednesday en la puerta de la habitación de esa pequeña cabaña.

Enid se encontraba acomodaba las sábanas en la cama mientras recordaba su pasado.

- nada, solo recordaba algo -

De cierta manera Enid termino siendo una voz importante en las decisiones para la salud de Wednesday. Por eso ella le hacía caso cuando era preciso.

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1116 palabras.

Caminos cruzados - 1 - WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora