We Are The Lost Kids

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Después de un pequeño intervalo de alcohol y cigarrillos. Tony, aun con sus manchas de sangre sobre su ropa, estaba tranquilamente cavilando en una silla junto a la barra del Old Roadhouse. Sintió un poco de sueño y cansancio.

Estoy ebrio -pensó en ese instante,

Hizo a un lado su tarro de cerveza a la mitad y le paso por la mente retirarse. Pero pronto, la idea huyo de su cabeza al recordar lo que le esperaba en casa; una soledad tan pura que el podía respirarla, cosa que a el le enfermaba, pero mas que nada, le causaba unas ansias terribles.

Las pastillas habían a empezado a patearle. Sentía la combinación de cansancio y energía al mismo tiempo. Una especie de corto circuito auto provocado en su sistema nervioso.

Un hombre de aspecto extraño se le acerco a Tony. Llevaba pelo largo y rizado hasta los hombros. Una chaqueta de levys con las mangas recortadas, una camisa negra con el logo de The Ramones y unos pantalones de cuero ajustados con botas de vaquero café. Tony, con toda la loquera que llevaba en su sistema, reconoció al hombre que se le acercaba. Era nada mas y nada menos que el cantante de la banda que amenizo su crudo espectáculo de violencia sin sentido.


Me gusto mucho lo que hiciste. Hisiste que nuestro show fuera más divertido. Nadie de los presentes aquí olvidara esta noche, y con eso digo; a ti, a los chicos tirados en su propia sangre y a la banda que les dio música de fondo. -dijo el cantante de la banda a Tony.

Tony levanto su perdida mirada en el piso y la dirigió a los ojos de su repentino acompañante.

En serio tu crees eso? -dijo Tony con su una voz adormecida. -Para mi no fue mas que una sesión de diversión. -comento finalizando su habla anterior.

Hahaha! -Rió el cantante -siempre eres así de ocurrente? O solo cuando acabas de dejar a otros cabrones en un charco de su propia sangre?

Al oír esto, Tony le dirigió un gesto de amenaza y grito: Acaso te estas burlando de mi, punk?

-Oye! Tranquilo hombre! Solo trato de hacer un poco de conversación. Que modales son estos los tuyos. Mira, me presento, mi nombre es Jhon.


Tony se acomodo en su silla, de un modo que notaba su necesidad de dormir. El sentía las drogas hacer efecto en su sistema. Estaba cerca de quedarse dormido allí mismo. Cabeceo un poco y miro al extraño, que poco a poco intentaba dejar de ser un desconocido. Le clavo la mirada en los ojos y entonces dijo con voz ronca.

-Hola Jhon, vete al carajo y déjame en paz.

Jhon empezó a reír al escuchar el comentario de Tony. Le divertía, de alguna manera, tenia cierta curiosidad extraña por el raro espécimen antisocial que tenia adelante.

-Muy bien, Solo quería agradecerte e intentar hacer un poco de conversación, pero te entiendo. Te dejare solo.

Al escuchar eso, Tony lo miro y comento: Tony, ese es el nombre que buscas. Mi nombre. Hagamos conversación, estoy algo aburrido y tengo que seguir entretenido.

Jhon sonrió al ver que lograba que Tony participara en la interacción. El hablo con cortesía: Mira, me gusto lo que hiciste, solo me gustaría saber si quieres que te invite algo. No lo se, un trago, quizás.

-Invitarme un trago? Bueno, esta bien, vamos a beber.

Tony volteo a la barra del lugar, Jhon hizo una seña y pronto una camarera llego con ellos y les dejo dos tarros de buena cerveza negra. Tony tomo la suya y la bebía lentamente, como disfrutando poco a poco el preciado licor, mientras, Jhon bebía rápido y miraba a su nuevo compañero de bebida.

Rouss StreetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora