El Canto De La Cobra

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Camino por la calle hasta llegar a los puntos mas bajos de al ciudad, dejando atrás Rouss Street para adentrarme en las colonias mezcladas. 

Entro a una de esas colonias donde la calle esta decorada de casas de diferentes modelos. Desde las mas jodidas, que parecen una choza de junkies hasta autenticas mansiones. Todo un mezcladero.

Pronto observe que en realidad eran dos colonias diferentes juntas por una calle que las separaba. 

Saco dos pastillas de la tira y me las tomo. Solo para calmar mis nervios. Luego, en una de las tiendas de franquicia, compro una recarga a mi teléfono celular y uno de esos tragos de whiskey y coca en una lata. Tiene un sabor horrible.

Reanudo la marcha a buscar a esta femme fatale con la que seguro terminare peleando o tirando. 
Solo otro dia en la vida.

Camino lo suficiente como para poder decir que me pase de largo su casa. Generalmente soy muy bueno para encontrar direcciones, supongo que debe ser señal del tranquilizante haciendo efecto.

Luego recuerdo que tengo su numero y le hago una llamada.

Espero a que suene el tono y escucho su voz.

-¿Hola? -Su voz suena como una de esas que te contestan cuando llamas a una linea hot.
-No encuentro tu casa.
-¿Que? -Dice con cierto tono de alarma.
-Mi nombre es Tony, tu me diste tu numero después de aquella fiesta, me dijiste que fuera a tu casa.
-¡Oh! Si, ya se quien eres. ¿Donde estas?
-Para serte honesto, no tengo ni la mas minima idea. -Digo bebiendo de mi lata de alcohol azucarado.
-Yo tampoco, idiota. Dime que vez.
-Hay una tienda de la que acabo de salir. Veo una farmacia y un...
-¡Ya se donde estas! -Interrumpe.
-Perfecto, ¿Ahora que? 
-Ve dos cuadras para atrás en dirección a la iglesia y luego baja toda la calle 9 hasta llegar a una casa donde venden postres, llámame cuando llegues.
-Entendido.
Y dicho esto, ambos colgamos la llamada.

El lugar que dijo no estaba lejos de alli, asi que me hecho a andar. No paso mucho cuando mire una catedral y busque la calle 9. Empiezo a recorrerla tranquilamente. 

Mi lata de whiskey con coca se acaba y la aviento en el primer lugar que veo al final del ultimo trago. Sabe horrible, y ahora, tibio. No camino mucho y veo una casa de dos pisos con un letrero de lona gigante anunciando: "Postres Familiares". Llamo de nuevo.

-¿Diga?
-Soy yo de nuevo, ya estoy en donde dijiste, ¿Ahora que?
-Ahora salgo. -Dice y cuelga.

Empiezo a esperarla. Mis oídos se agudizan para captar señales de audio de alguna puerta abriendo, pasos o esa voz sensual. No escucho nada. Todo esto empieza a ser jodidamente aburrido.

-¡Aqui atras! -Dice la voz, muy chillona ahora. Volteo y la veo. 

Su cuerpo es bello pero fuerte, sus cabellos estan pintados de colores y tiene finta de que no ha dormido en dos o tres dias. Definitivamente una raver mas en espera de otra fiesta.

Me le acerco para saludarme y ella me da un beso en la mejilla. 
-¡Que olor! ¿Estuviste bebiendo?
-¿Que te hace pensar eso?
-Que hueles a borracho viejo; ese olor de entre vomito, alcohol etilico y cigarros.
-Acabo de salir de las rejas. 
-¿Apenas? ¡Pero ya pasaron como dos dias!
-Ya pasaron tres, pero apuesto que para ti solo fue un momento. ¿No es asi?
-¿Que quieres decir? Escucho como estas batallando para hablar e ¿intentas llamarme junkie
-Olvidalo. ¿Y ahora que hacemos?

No se me ocurre nada que decirle o que hacer. Asi que espero a que se descuide para tomar una pastilla. 

-Bueno, Mary, hay que caminar.
-¿Que? ¿Adonde? ¿Conoces algun buen spot

Cada vez que habla con esa voz tan aguda me vuelvo a preguntar si Alex no se equivoco al decir que esta era la temeraria loca lider de una pandilla.

-No, no conozco ningun lugar. ¿Sabes lo que es vagar?
-Si, yo soy muy vaga. 
-Entonces, vaguemos. 

Caminamos calles, callejones, avenidas y terminamos en un parque. Nada interesante. La noche llega y se trae los viejos vagos que se dedican a delinquir, apareciendo sutilmente en todas partes. 

Estoy aburrido. 

Hago preguntas y la escucho hablar de las cosas que habla una chica comun; ropa, amigos, ex novios, bandas, fiestas. Nada interesante.

El mundo se dilata en una sombra de tiempo. Una sombra entre los matorrales del parque que se empieza a mover y se nos acerca. Entonces lo veo venir. Un viejo vago se nos presenta blandiendo una navaja de un filo. Mi mente rapido analiza la situacion: Adicto a la heroina,a la methanfetamina o las dos; busca un asalto facil en nosotros; somos su ticket a una dosis. O por lo menos eso cree este sujeto.

Inmediatamente Mary se levanta y se para como una cobra antes de morder y le grita al hombre: ¡¿QUE QUIERES, MALDITO TECATO?!  ¡¿QUIERES ASALTAR UNA POBRE NIÑA?! ¡PUES TE EQUIVOCASTE DE PERSONA, PENDEJO! 

El junkie mira la escena perplejo, mire en sus ojos un brillo extraño y me levante mientras metia mi mano al bolsillo de mi navaja de barbero dando me cuenta que me la habían decomisado. Aun asi deje mi mano dentro. Probablemente, pensaría que tengo un arma de fuego o algo peor.

Nuestro nuevo amigo salio corriendo diciendo algo de volver al rato por nosotros. 

Miro a Mary. 
Miro sus ojos arder por furia loca y me doy cuenta de que Alex tenía razón.

Esta tipa esta loca, y ademas, muy buena.  



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