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Dabria se encontraba acostada en la cama, pensando en el crimen que acababa de cometer, era su pareja.

Sí, le había sido infiel, ¿pero merecía morir? Esos pensamientos se hacían presentes una y otra vez provocando que un dolor agudo se presentara en su sien.

La fémina hundió su rostro en la almohada, dejando salir un grito de frustración de entre sus labios.

— La culpa puede contigo, ¿no es así?

La mirada de la chica se posó en la puerta, encontrando a Masky apoyado en el marco de esta.

— Sigues siendo una novata.

Un nudo estaba presente en la garganta de Dabria, impidiéndole hablar, el enmascarado se acercó a paso lento hacía la cama para después sentarse en el borde de esta.

— Te acostumbrarás a ello, Dabria, no volverás a tu vida.

Y esa fue la frase que derrumbó por completo a la de cabellos azabache, la cual escondió su rostro en sus propias manos y dejó salir el llanto, todo lo que estaba acumulado en su interior salió.

El de máscara blanca guardó silenció y dudó por unos segundos, pero finalmente se decidió por apartar las manos de su rostro, dejando ver a una chica completamente destrozada, débil ante él.

Una sonrisa ladina se formó en su rostro por debajo de aquella máscara, y una de sus manos fue dirigida al rostro de la fémina para agarrar con fuerza sus mejillas y hacer que le mire fijamente.

Verla de aquella manera, totalmente vulnerable, encendía algo en el interior del chico, sus ojos la analizaban mientras que con su mano libre se deshacía de su máscara, dejando esta a un lado. Se acercó peligrosamente al rostro de la de menor edad, quedando a milímetros de este.

Ambas respiraciones se mezclaban y el corazón de Dabria empezó a latir rápidamente, no sabía que estaba mal consigo misma, pero de algún modo sus lágrimas dejaron de brotar por sus ojos. Y en un abrir y cerrar de ojos los labios de ambos se encontraban en una guerra, en un beso desesperado y lleno de deseo.

El de cabellos castaños recostó a la fémina en la cama,quedando él sobre ella mientras que se acomodaba entre sus piernas, este bajó sus labios al cuello de la chica; mordiendo y besando este a su antojo, dejando notorias marcas.

De los labios de Dabria no salían más que suspiros y leves jadeos mientras que una de sus manos sujetaba el hombro de su compañero y la otra jugaba con su cabello, enredando sus dedos en este. Masky no tardó en quitar la camisa que portaba la contraria y en un rápido movimiento también se deshizo del sujetador de esta, la mirada del chico bajó a sus pechos para luego llevar sus labios y una de sus manos a estos.

La espalda de Dabria se arqueó levemente ante su tacto mientras que sus manos se dirigieron a la cremallera de la chaqueta del de ojos oscuros para desabrochar y poder quitarla, seguido de la camisa que llevaba debajo de esta, la estaba volviendo loca. Los besos del castaño bajaron hasta chocar con el pantalón de la chica, este soltó un gruñido para después quitarle la prenda bruscamente junto su ropa interior.

Masky se separó un poco de la chica para poder observarla con detenimiento.

— Mierda. - murmuró el chico.

Este desabrochó desesperadamente sus pantalones para bajarlos un poco junto con su ropa interior, lo suficiente para sacar su miembro ya erecto.

Volvió a acomodarse entre sus piernas y sin previo aviso y de manera brusca entró en el interior de la fémina, lo cual le hizo soltar un leve grito.

El castaño empezó con rápidas y brutas embestidas,no tenía cuidado alguno, las manos de Dabria estaban aferrándose a su espalda, clavando sus uñas en esta; dejando más que un simple arañazo.

El rechinar de la vieja cama y el sonido de ambos cuerpos chocar en cada estocada inundaban la habitación, seguido de los gemidos y jadeos de ambos.

Las piernas de la morena temblaban levemente y una de las manos de Masky hacia presión en el cuello de la chica, ahorcandola con algo de fuerza mientras que sus ojos estaban clavados en los de ella. Soltó su cuello para dirigir esa misma mano al rostro de la chica para golpear una de sus mejillas, agarrando estas después. Dabria sabía que el golpe había sido lo suficientemente duro como para dejarle un gran moratón, pero en esos momentos le importaba relativamente poco.

Ambos siguieron así por un rato más, entre golpes y movimientos bruscos en su interior por parte del de ojos avellana y gemidos y arañazos provenientes de la chica, el clímax se hizo presente en ella haciéndole soltar un alto gemido mientras que él dio un par de estocadas más hasta salir de su interior y correrse sobre el abdomen bajo de la fémina.

La respiración de ambos estaba agitada y antes de que Dabria pudiera pronunciar una sola palabra, Masky se puso sus prendas de ropa y salió disparado del lugar.

***

Dabria se despertó totalmente adolorida, haciéndola gruñir cuando se levantó de la cama, le avergonzaba salir de la habitación pero sabía que tenía que hacerlo antes de que mandaran a Toby a despertarla como muchos días.

Se dirigió a la cocina para poder beber zumo de tetrabrik y comerse uno de los bollos rellenos de chocolate que habían saqueado en una de las casas, también se moría por poder fumarse un cigarro.

Al pasar los minutos y ella ya se encontraba alimentada y un cigarro estaba entre sus dedos Hoodie entró en el lugar.

— Buenos días.

Este le hizo un simple movimiento de cabeza como contestación, se sentó frente a ella.

Sabía perfectamente que él la estaba observando tras aquel pasamontañas, así que ella posó su mirada sobre él par después dedicarle una leve sonrisa, volvió a darle una calada a su cigarrillo.

— Masky me contó lo de ayer..- no acabó la frase que ella ya estaba tosiendo, golpeó su propio pecho un par de veces, su rostro estaba completamente rojo.- Puede que por ahora te sientas extraña, pero acabar con él era parte del proceso, matar a Luke no es nada más que el comienzo. Pero Dabria, tienes algo especial, un don, como quieras llamarlo, pero tanto nosotros como el operador te necesitamos.

Sus palabras le hicieron tragar saliva, un suspiro salió de entre los labios de la fémina mientras que apagaba la colilla del cigarro en el cenicero.

— Sé perfectamente que no volveré a vivir mi vida tal y como era antes, así que solo tengo que dejarlo pasar, total, era una víctima más.

El chico sonrió por debajo del pasamontañas y se levantó del lugar para poder salir de este no sin antes avisarle de que Toby la necesitaba fuera.

La azabache se dirigió hacia donde se encontraba el de goggles.

— ¿Me buscabas?

El de género masculino se giró para observarla, este asintió con la cabeza.

— Tenemos que ir por provisiones.


***

Dabria y Toby se encontraban en una gasolinera que había cerca de una de las carreteras que daban al bosque, comprando agua y alguna que otras latas de comida, aunque con algo que había sobrado el castaño decidió comprar dos cafés y un bocadillo para ambos.

Salieron del lugar mientras que ella sujetaba los dos vasos de café y él partía el bocadillo por la mitad, entregádole uno de los trozos a la chica.

— Gracias. - murmuró Dabria.

Ambos caminaban y disfrutaban de ese almuerzo en silencio, la chica no aguantaba a Toby la mayoría de veces, pero hoy era distinto, simplemente disfrutaba de su compañía y no sabía si era porque gracias a estar con él podía evitar a Masky en esos momentos.

— El café de gasolinera está asqueroso, pero es mejor que nada. - habló el de ojos marrones rompiendo el silencio.

— Ni que lo digas, pero echaba de menos poder beber café. - una suave risa salió de entre los labios de la fémina tras decir aquello.

El chico carraspeó su garganta antes de volver a hablar.

— Dabria. - esta le miró, haciendo un sonido entre sus labios indicando que hablara.- Masky no es una persona en la que puedas confiar, no seas tan imbécil como para dejar que te engañe.

MONSTER | MaskyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora