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En las calles de aquel pequeño pueblo se encontraban corriendo un grupo de amigos bajo la lluvia, buscando algún lugar en el que refugiarse.

— ¡Vamos,Dabria! - gritó la rubia al ver que su amiga se estaba quedando atrás.

— Voy lo más rápido que puedo - le respondió de vuelta,frenó en seco al pasar por delante de aquel viejo edificio.- ¡Chicos!

Al tener todas las miradas sobre ella, esta se acercó a la puerta del edificio comprobando que este estaba abierto y sonrió mirando a sus compañeros,sin pensárselo dos veces entró al lugar, seguida de sus amigos.

Las cinco personas se encaminaron hasta llegar al último piso donde se encontraba un antiguo sillón y un colchón tirado por el suelo, no era la primera vez que un par de jóvenes entraban en aquel lugar.

Todos tomaron asiento, pudiendo respirar tranquilamente después de aquel maratón.

La morena sacó su paquete de tabaco, llevando uno de los cigarros a sus labios; lo prendió dándole la primera calada.

— Dame uno. - murmuró Beatrice quitándole el paquete de entre sus manos.

Dabria tan solo hizo un sonido de afirmación con los labios cerrados, su mirada recorría el lugar, ''no está mal'' pensaba la chica, graffitis adornando las paredes de la habitación y latas de cerveza más colillas de cigarros tiradas por el suelo, no se alejaba de lo que era donde ellos vivían.

Al decidir seguir sus sueños como artistas tenían que adaptarse a cualquier lugar que les daba el dinero poder alquilar, ellos cinco formaban una banda de rock y no era una vida fácil, se pasaban el día buscando algún lugar en el que poder actuar nuevamente hasta que porfin reconozcan su talento y les ofrezcan algo mejor.

Fumaba su cigarrillo tranquilamente mientras que los demás mantenían alguna conversación sin sentido.

— Hey. - el chico que se encontraba a su lado picó su brazo, llamando así su atención, giró la cabeza para poder verle.

—  ¿Si?

— ¿Quieres venir esta noche? - la ojiverde alzó una de sus cejas, dándole a entender que especificara más.- Fiesta, en casa de Sid.

La chica tan solo asintió con la cabeza, en forma de respuesta. Sus ojos seguían puestos sobre el muchacho, Luke, su pareja, aunque estas semanas no estaban en su mejor momento. Volvió a mirar al frente mientras que tiraba la colilla que tenía entre los dedos al suelo junto con las demás, apoyó su cabeza sobre el hombro del chico.

***

La fiesta estaba en el mejor momento de la noche, la música resonaba por todo el lugar, la morena movía sus caderas al ritmo de la canción que sonaba, no estaba en sus cinco sentidos en ese momento pero eso es lo que estaba buscando.

A paso torpe subía las escaleras que daban al segundo piso, en busca de un baño disponible y bingo. Entró cerrando la puerta con pestillo y cuando estaba por bajarse los pantalones un par de gritos más las pisadas de la gente corriendo por los pasillos la puso alerta.

El característico olor a quemado no tardó en llegar a sus fosas nasales y desesperada trató de abrir la puerta, tardando un par de minutos al haberse quedado el pestillo encallado, el pasillo estaba desierto lo cual le facilitó el bajar corriendo y para su mala suerte el salón estaba ardiendo.

Podía visualizar a varias personas tiradas en el suelo, decidiéndose acercar a una de ellas ahogó un grito al ver la sangre que manchaba los alrededores.

''¿Qué está pasando aquí?'' pensó para sus adentros y rápidamente se dio la vuelta, tratando de ignorarlo y salir cuanto antes de allí.

Las llamas rodeaban el lugar, el fuego cada vez era más denso y para Dabria la dificultad para poder ver y respirar entre el humo aumentaba. Miró a su alrededor en busca de alguna salida pero esta se posó sobre la figura humana que se encontraba a escasos metros de ella.

Ahí se encontraba ella, en el centro de aquel desastre, cara a cara con quien sería su nueva pesadilla.

MONSTER | MaskyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora