— No entiendo porque tengo que hacer esto.
Masky prácticamente la había obligado a ponerse unos shorts negros y un top del mismo color, el cual resaltaba sus pechos, robado de una de sus recientes victimas, rodó los ojos mientras que tenía uno de sus brazos estirados y el pulgar de su mano en alto.
Estaba frente a la vieja carretera que daba al bosque mientras el de máscara blanca estaba escondido tras uno de los árboles.
— Solo haz lo que te digo.
Dabria resopló y se acomodó en el lugar, una leve sonrisa se formó en su rostro al visualizar las luces de un auto a la distancia, el vehículo frenó una vez que el conductor había visto a la chica.
— Que tenemos aquí.. - habló aquel señor una vez bajó la ventanilla que daba al asiento de copiloto.
La morena lo analizó con su mirada; unos cuarenta y cinco, con poca barba y un par de arrugas, también podía observar su barriga; fondón. La chica se limitó a darle una amplia sonrisa mientras se acercaba a la ventanilla, apoyándose en esta.
— Mis amigos me dejaron aquí hace un par de horas tras la fiesta, ¿usted no podría acercarme a casa? Estoy sola y perdida.
La mirada de aquel sujeto bajó hasta los pechos de la menor, cosa que la asqueó, pero era hora de actuar así que cuando notó que su mirada estaba ahora en su rostro mordió su propio labio inferior.
— Claro que sí, preciosa, sube.
Antes de abrir la puerta hizo un gesto disimulado con su mano para darle a entender a su compañero que había funcionado.
— ¿Podría ayudarme? Estoy algo mareada.. - habló la fémina haciendo ver que no se sujetaba bien a la puerta, estando a punto de caerse.
El hombre bajó del vehículo para rodear este y acercarse a la chica, sujetándola de la cadera y posando una mano en el trasero de ella para hacerla subir al auto.
Una arcada se hizo presente, pero aguantó las ganas de vomitar allí mismo, una vez sentada giró su cabeza para poder mirarle y con su dedo índice acarició la barriga del sujeto, aún sonreía y en unos segundos este había sido tumbado al suelo debido a una mano que lo agarró del hombro y lo empujó hacia atrás, haciendo que su cabeza golpeara con una roca, pudo divisar al de máscara blanca patear las costillas del señor con rabia, descargando toda aquella ira en él hasta que decidió sacar su cuchillo y se agachó hasta quedar a su altura, una carcajada se escuchó tras aquella máscara.
Una sonrisa se formó en el rostro de Dabria, y esta vez no era fingida.
"¿Por qué se ve jodidamente atractivo?"
Masky empuñaba con fuerza el cuchillo en el pecho de aquel hombre, haciendo que la sangre salpicara en gran parte de su máscara.
Fue en ese momento donde se dio cuenta que ya estaba acabada, cuando aquello que debía asustarle se convertía en algo hermoso si era él quien lo hacía.El chico se levantó para empujar con el pie al hombre a la cuneta, la mirada de Dabria recorría cada movimiento que él realizaba, sin escaparse algún detalle de ellos. Este se dirigió al vehículo, sentándose en el asiento del conductor, antes de que empezara a conducir la ojiverde habló.
— Masky. - llamó casi en un susurro, ocasionando que le mirara, acercó una de sus manos a la máscara del contrario; acariciando con sus dedos la sangre del antiguo conductor.
— ¿Qué quieres, muñeca?
Ella odiaba aquel apelativo pero en esos momentos no le importaba, su mirada seguía plasmada en la sangre que había ahora en sus dedos aunque llevó ambas manos a la máscara para poder retirarla del rostro del castaño, dejándolo confundido por su repentina acción.
Y esta vez fue ella la que tomó la iniciativa, lanzándose a los labios del chico en un beso desesperado.
La mente de Dabria estaba vacía en esos momentos, no pensaba en otra cosa que no fuera él, anhelaba la sensación de sus labios aunque supiera que estaba mal, pero no podía evitarlo, caer a los brazos de un monstruo.
Masky no dudó en corresponder aquel beso, tomando la nuca de la chica para poder profundizar más este. Mordió el labio inferior de la chica con fuerza ocasionando que sangrara y se separó levemente para poder saborear mejor la sangre de la chica. Sonrió ladinamente y sus ojos se oscurecieron. La fémina se quitó los shorts en un rápido movimiento y con ayuda del de ojos marrones se subió en su regazo para poder continuar con el beso mientras que ella bajaba la cremallera de su chaqueta par así poder meter sus manos por debajo de su camisa, acariciando su torso.
El castaño la sujetaba bien de las caderas, apegándola a él, haciéndole sentir la erección que ya estaba presente, Dabria no pudo evitar soltar un jadeo y llevó sus labios al cuello ajeno para besar este a su antojo, dándose el placer de marcarlo sin que él rechistara, dejó de acariciar el torso del chico para centrarte en desabrochar su pantalón y bajar un poco este junto con su ropa interior; dejando su miembro al aire.
La morena se levantó un poco para poder hacer a un lado sus bragas y volver a bajar, esta vez introduciendo el miembro del chico en su interior, haciéndole soltar un gemido. Empezó con leves movimientos aunque no tardó en dar rápidos saltos sobre su regazo, los cristales del vehículo estaban empañados sin dejar ver desde fuera lo que ocurría ahí dentro y en el interior solo se escuchaba el sonido de sus cuerpos más los gemidos de ambos.
Masky tenía su cabeza tirada hacia atrás manteniendo los ojos cerrados mientras que sujetaba bien las caderas de la chica para ayudarla a moverse, aunque en aquel momento ella tenía el control, tenía una de sus manos sujetas a uno de los hombros del chico y la otra estaba apoyada en el cristal de la ventanilla.
Su mirada estaba puesta sobre el rostro del castaño haciéndole sonreír al verle de aquella manera.
Parados los minutos de pasión y lujuria ambos llegaron al clímax casi al instante, Dabria escondió su rostro en el cuello del castaño mientras que trataba de recuperar la respiración.
''Estoy acabada, me encantas.''
No tuvo el valor de decir aquellas palabras y aunque los sentimientos de Masky no fueran correspondidos, ella le pertenecía.

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MONSTER | Masky
Fiksi PenggemarAhí se encontraba ella, en el centro de aquel desastre, cara a cara con quien sería su nueva pesadilla.