Capítulo 10: La Revelación

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La instalación de los Guardianes de la Cúpula se alzaba imponente ante el TPDC, como un monumento a la opresión y la crueldad. Libany y Olivia, armados con determinación y la chispa de su recién descubierto romance, se adentraron en el oscuro edificio, preparados para enfrentar lo desconocido.

Mientras avanzaban por los pasillos sombríos, se encontraron con una serie de obstáculos desafiantes. Puertas cerradas con cerraduras electrónicas, sistemas de seguridad sofisticados y guardias armados intentaban detener su avance. Sin embargo, con sigilo y destreza, lograron sortearlos. Utilizaron sus habilidades combinadas para hackear los sistemas de seguridad y abrir paso a través de las áreas restringidas. A pesar de las dificultades, su determinación no flaqueaba.

Cada paso los acercaba más a la verdad, pero también aumentaba el peligro que enfrentaban. En varias ocasiones estuvieron a punto de ser descubiertos, y tuvieron que ocultarse en las sombras y esperar pacientemente hasta que los guardias pasaran de largo. La adrenalina corría por sus venas mientras se movían con cautela y rapidez.

Finalmente, llegaron a una sala de control central, llena de monitores y equipos informáticos. Sabían que allí encontrarían información crucial sobre los experimentos y los secretos ocultos de los Guardianes de la Cúpula. Con determinación, Libany y Olivia se acercaron a uno de los ordenadores principales.

Se apoderaron de la sala, evitando ser detectados por las cámaras de seguridad restantes. Olivia, con sus habilidades informáticas, logró acceder a los sistemas del ordenador y comenzó a buscar evidencia que confirmara sus sospechas. El tiempo era limitado, y cada segundo contaba.

Después de una intensa búsqueda, encontraron los archivos clasificados que revelaban la verdad escalofriante. Imágenes, documentos y registros detallaban los experimentos inhumanos realizados en las víctimas capturadas por los Guardianes. Era una evidencia abrumadora de la crueldad y la opresión que habían estado combatiendo.

Pero mientras examinaban los archivos, escucharon pasos aproximándose. El corazón les latía con fuerza mientras se ocultaban, sin saber quién o qué se aproximaba. Una sombra se acercaba lentamente, y finalmente se reveló como el Dr. Roberts, un científico cautivo de los Guardianes.

El Dr. Roberts, temeroso pero desesperado por escapar de su cautiverio, les habló en voz baja. Les explicó que los experimentos eran parte de un proyecto siniestro de manipulación genética y control mental. Además, confirmó que los Guardianes estaban secuestrando a personas para llevarlas a lugares fuera de la Cúpula, donde continuaban con sus investigaciones macabras.

Libany y Olivia escucharon atentamente, asimilando la gravedad de la situación. Ahora tenían la prueba definitiva de los crímenes cometidos por los Guardianes y la confirmación de que debían liberar a Coopernique de su yugo opresivo. La conversación con el Dr. Roberts reforzó su

determinación y les dio una motivación renovada para completar su misión.

Antes de que pudieran hacer más preguntas, el sonido de una alarma resonó por los pasillos. Las luces parpadeantes y las sirenas indicaban que habían sido descubiertos. El tiempo se agotaba y debían actuar rápidamente. Con el corazón palpitante, Libany, Olivia y el Dr. Roberts se prepararon para enfrentar lo que les esperaba.

El sonido ensordecedor de las alarmas llenaba el aire, y Libany y Olivia corrían por los estrechos pasillos del edificio. Las luces parpadeantes y el eco de sus propios pasos creaban una atmósfera de tensión y urgencia. Cada esquina que giraban les recordaba que el tiempo se agotaba y que su supervivencia dependía de su habilidad para evadir a los Guardianes.

Mientras se apresuraban, se encontraron con patrullas de guardias que los perseguían implacablemente. Disparos de advertencia llenaban el aire, obligándolos a lanzarse al suelo para evitar ser alcanzados. El instinto de supervivencia se apoderaba de ellos mientras se movían de un escondite a otro, aprovechando cualquier oportunidad para desviar la atención de sus perseguidores.

A medida que avanzaban, descubrieron un corredor que parecía menos vigilado. Tomaron la decisión de adentrarse en él, rezando para que los llevara a un lugar seguro. El corredor se volvía cada vez más oscuro y angosto, y la única iluminación provenía de las luces intermitentes de emergencia. Era como si estuvieran adentrándose en las entrañas mismas de la Cúpula, dejando atrás la falsa seguridad y enfrentándose a la cruda realidad.

Después de lo que pareció una eternidad, llegaron a una puerta metálica oxidada. Libany la empujó con fuerza, revelando una escalera que descendía hacia lo desconocido. Sin pensarlo dos veces, se adentraron en las profundidades del túnel subterráneo.

El aire húmedo y enrarecido les envolvía mientras avanzaban por el estrecho pasaje. La única guía era el destello de sus linternas y la tenue luz que se filtraba desde la superficie. Cada paso era un recordatorio de la opresión que habían dejado atrás y de la esperanza que ardía en sus corazones.

A medida que se adentraban en la oscuridad, comenzaron a notar las marcas de los que habían pasado antes que ellos. Rasguños en las paredes, restos de ropas desgarradas y pertenencias abandonadas se convirtieron en testimonios mudos de aquellos que habían sido arrastrados lejos de Coopernique.

En su camino, encontraron una bifurcación en el túnel. El silencio pesado los envolvía mientras debatían qué dirección tomar. Finalmente, se decidieron por el pasaje de la izquierda, guiados por una corazonada y la intuición de que allí encontrarían respuestas más reveladoras.

A medida que avanzaban, la oscuridad parecía cerrarse sobre ellos, incrementando su sensación de estar adentrándose en lo desconocido. El sonido lejano de sus propios pasos resonaba en sus oídos, mezclado con un eco misterioso que parecía susurrarles secretos ocultos.

De repente, el resplandor de una luz tenue apareció al final del túnel. Libany y Olivia aceleraron el paso, sintiendo una chispa de esperanza. Al llegar al final, se encontraron con lo que parecía el sótano de una vieja fábrica, pero necesitaban pensar su próximo movimiento.

TRAS LOS MUROS DE CRISTAL (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora