Capítulo 12: Enfrentando la Oscuridad

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El grupo avanzaba con precaución por el estrecho túnel, cada paso lleno de tensión y determinación. Los muros húmedos y el suelo resbaladizo aumentaban el sentido de claustrofobia que los rodeaba. A medida que se adentraban más en la oscuridad, los sonidos del mundo exterior se desvanecían y solo quedaba el eco sordo de sus propios pasos.

Libany, Olivia y los demás miembros del equipo se apoyaban mutuamente, confiando en su entrenamiento y en su instinto para guiarlos a través de ese laberinto subterráneo. Avanzaban siguiendo las pistas encontradas en la instalación anterior, buscando pruebas adicionales que confirmaran los horrores que habían descubierto.

En un momento dado, se encontraron con un obstáculo inesperado: una puerta de acero macizo bloqueaba su camino. Era evidente que los Guardianes de la Cúpula habían tomado precauciones para proteger sus secretos más oscuros. Pero el grupo no se dejó intimidar por el desafío.

Utilizando sus habilidades combinadas, buscaron una forma de abrir la puerta. Olivia recordó haber visto un panel de control en la sala anterior y sugirió que podrían encontrar la llave electrónica necesaria allí. Se dirigieron de regreso a la sala, buscando desesperadamente la llave que les permitiría avanzar.

Después de una búsqueda intensa, encontraron la llave y regresaron a la puerta. Con un suspiro de alivio, Libany insertó la llave en el panel y la puerta se abrió lentamente, revelando un pasillo oscuro que parecía llevar a lo desconocido.

Con cautela, el grupo avanzó por el pasillo, las sombras jugando trucos en sus mentes. Cada ruido hacía que se sobresaltaran, pero seguían adelante, impulsados por la necesidad de descubrir la verdad. El olor a humedad y a miedo se volvía más intenso a medida que se adentraban en lo desconocido.

Finalmente, llegaron a una sala amplia y lúgubre. La luz parpadeante iluminaba un siniestro escenario: jaulas vacías, tablas de operación manchadas de sangre y monitores apagados. Los corazones del grupo se hundieron ante la visión de tal crueldad y sufrimiento.

De repente, un ruido alertó a todos. Alguien se acercaba. Las voces apagadas se transformaron en pasos frenéticos que se acercaban rápidamente. En un instante, un suboficial de los Guardianes de la Cúpula apareció en la entrada de la sala, su mirada llena de odio y desprecio.

El grupo se puso en guardia, preparándose para el enfrentamiento inevitable. La tensión llenó el aire mientras las miradas se entrelazaban entre los rebeldes y el suboficial. Ninguno de los dos bandos estaba dispuesto a ceder.

El suboficial de los Guardianes de la Cúpula se abalanzó sobre Libany con ferocidad, blandiendo su arma con destreza. La batalla se volvió intensa, con golpes rápidos y movimientos ágiles por parte de ambos contendientes. Libany se defendía valientemente, esquivando los ataques del suboficial y contraatacando con precisión.

Mientras tanto, Olivia se enfrentaba a los otros soldados que llegaron en apoyo del suboficial. Utilizando su destreza en combate y su astucia, lograba mantener a raya a los enemigos mientras observaba la lucha entre Libany y el suboficial.

El túnel resonaba con el sonido de los golpes y los disparos, creando un ambiente lleno de tensión y adrenalina. A medida que la batalla se desarrollaba, uno de los compañeros de Libany y Olivia fue alcanzado por una bala perdida, cayendo al suelo con un grito ahogado. El grupo se detuvo por un momento, llenos de consternación por la pérdida de su valiente compañero.

A pesar de la tristeza y la ira que sentían, Libany y Olivia se mantuvieron firmes. Continuaron luchando con determinación, inspirados por el sacrificio de su amigo caído. Con cada golpe y cada movimiento estratégico, se acercaban más a la victoria.

Finalmente, después de una feroz lucha, Libany logró derribar al suboficial de los Guardianes de la Cúpula. El suboficial yacía en el suelo, herido y derrotado. Libany y Olivia se acercaron con cautela, sus rostros reflejando una mezcla de triunfo y preocupación. Sabían que necesitaban obtener respuestas de él para detener los oscuros planes de los Guardianes de la Cúpula.

Con determinación en sus ojos, se agacharon junto al suboficial y comenzaron a interrogarlo. A pesar de su resistencia inicial, la intensidad de la batalla y la tortura que había sufrido debilitaron su voluntad. Lentamente, comenzó a ceder, revelando información crucial.

El suboficial les habló en susurros entrecortados, describiendo los experimentos horribles que se llevaban a cabo en las instalaciones secretas. Detalló cómo los Guardianes de la Cúpula secuestraban a personas de la ciudad y las sometían a pruebas inhumanas con el objetivo de mutar a personas para exhibirlas como animales en el exterior. Mencionó la existencia de un proyecto secreto llamado "Operación Éxodo", en el que transportaban a los sujetos fuera de la Cúpula a través de túneles.

A medida que el suboficial revelaba más detalles, Libany y Olivia comenzaron a comprender la magnitud de la conspiración en la que estaban involucrados. Era una lucha no solo por la libertad de la ciudad, sino también por la vida de sus habitantes. Se dieron cuenta de que debían encontrar una manera de detener los experimentos y desmantelar la maquinaria oscura de los Guardianes de la Cúpula.

Con la información en sus manos, Libany y Olivia se pusieron en marcha. Decidieron que el siguiente paso era infiltrarse en las instalaciones secretas y liberar a las personas que estaban siendo sometidas a los horrores de los experimentos. Pero también sabían que no sería una tarea fácil. Se prepararon meticulosamente, planificando cada movimiento y considerando todas las posibles eventualidades.

En la oscuridad de la noche, el grupo se adentró en los túneles que conducían fuera de la Cúpula. Siguiendo las indicaciones del suboficial, avanzaron con cautela, enfrentándose a numerosos obstáculos y peligros en su camino. El aire húmedo y el olor a humedad llenaban el ambiente mientras avanzaban hacia lo desconocido.

A medida que se adentraban más en los túneles, se encontraron con pruebas de la desesperación y el sufrimiento de las personas que habían sido llevadas allí. Celdas abandonadas, equipos de experimentación y restos de los sujetos de prueba marcaban el camino. Cada descubrimiento aumentaba su determinación de poner fin a esta pesadilla.

Después de horas de caminar por los laberintos subterráneos, finalmente encontraron una puerta pesada y cerrada que parecía ser la entrada a las instalaciones secretas. Con cuidado, utilizaron las habilidades y el conocimiento que habían adquirido a lo largo de su arduo viaje para abrir la puerta y adentrarse en lo desconocido.

TRAS LOS MUROS DE CRISTAL (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora