Tony García es un doncel latino que trabaja como camarero en un restaurante para sobrevivir, pero la terrible noticia de su único hermanito enfermo pone su mundo de cabeza.
Necesita dinero para pagar el tratamiento y la única forma de ganarlo es ven...
Y aquí llega el tan esperado nuevo capítulo de esta historia que tanto me han pedido... recuerden que si comentan mucho y le dan estrellas publicaré más capítulos.
¡DISFRÚTENLO! 😉😉😉
Narra Alexander Stone
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¡Antonio! Ese doncel de piel canela provoca en mí una tormenta de emociones... quiero poseerlo todo el tiempo, su cuerpo me vuelve loco y hace que mi verga se ponga dura con solo pensar en su trasero, pero hay algo más... son sensaciones nuevas que no sé cómo definirlas.
Solo sé que Antonio es un doncel diferente a todos los que he conocido y me he cogido, tan distinto a Adán, ese frívolo e interesado que me rompió el corazón... no, Antonio no es como Adán... Adán solo se quería a sí mismo, pero Antonio daría su propia vida por salvar a su hermano... es un doncel noble y gentil.
Y también es muy apasionado, aunque intente ocultarlo, siempre sucumbe a mis caricias... su cuerpo solo ha sido mío, yo le he enseñado todo lo que sabe sobre el sexo y cuando estoy cerca de él, el autocontrol se convierte en un problema.
Sentado frente al escritorio de mi oficina, cierro los ojos por un segundo y entonces recuerdo lo que pasó el día anterior... en la boutique no pude contener mis instintos.
Pateé la puerta del vestidor y al ver a Antonio probándose ropa que ajustaba a sus curvas, el animal que hay en mí se desató y lo hice mío sin importarme que todos en la boutique oyeran nuestros gemidos... pero ¿a quién le importa lo que piensen los demás?
Deseaba a Antonio en esos instantes y lo tuve, igual que siempre obtengo todo lo que quiero... después de todo lo contraté para ser mi amante, tiene la obligación de abrirme las piernas dónde y cuándo yo quiera... ¡ah, ese contrato!... a Antonio y a mí solo nos une un contrato, nada más... yo mismo le pedí que no se enamorara jamás de mí, pero ¿acaso soy yo quien...?
Mis pensamientos son interrumpidos por el llamado a mi puerta... doy acceso y quien entra es mi amigo Donato, que se sienta frente a mí.
D: ¿y bien? ¿qué decidiste? ¿irás hoy a la gala del club?
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