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El príncipe del reino de los lobos se encontraba en la sala de reuniones, discutiendo sobre una misión importante que su padre le había dado el honor de ser el responsable de liderarla.

—Debe de ser difícil para ellos, ¿no lo creen?— preguntó jungwon, el único gato en la sala

—De seguro lo es, por eso tenemos que ayudarlos lo más pronto posible— respondió Jake

tenía una misión muy importante según su padre, la cuál era rescatar y ayudar a los pueblos de conejos que habían logrado sobrevivir y ahora vivían escondidos.

Su equipo el cual era liderado por el mismo, Heeseung y Jay ambos lobos negros, Niki un lobo blanco bastante joven y Jungwon, un gato que había querido participar en la misión, tampoco podían ser tantos o asustarían a los conejos, eran exactamente los necesarios.

Tenían el plan elaborado, habían estado buscando donde podrían encontrarse los pueblos y a la zona a la que se dirigían se han tenido avistamientos de conejos los cuales se escondían al instante después de sentir su presencia.

Se dirigían a una montaña con clima extremadamente frío, pequeños copos de nieve descendian del cielo y el pasto estaba cubierto por una delgada capa blanca, los lobos estaban acostumbrados a ese tipo de clima así que ninguno estaba sufriendo por eso, excepto por jungwon, el pobre gato venía usando un abrigo enorme que a duras penas le dejaba moverse y aún así seguía tiritando de frío.

un par de caballos los cuales heeseung y jay eran los encargados de llevar tenían amarrada una enorme carroza que les serviría para transportar a los conejos que encontrarán, sin embargo está hacía demasiado ruido por lo que decidieron dejar amarrados a los caballos a un árbol para no crear un escándalo y asustarlos, el resto del viaje estuvieron caminando silenciosamente por si les veían.

—Es ahí— susurro Jay señalando la cueva que antes habían estado vigilando

Jake asintió continuando con la caminata hasta llegar frente a la cueva, está se encontraba obscura y no se podía ver el interior así que no podrían saber si se encontraban ahí los conejos a no ser de que ellos salieran.

—¡hola!— niki saludó hacia la cueva, ganándose varios regaños por parte de los mayores que le repitieron debía estar en silencio— lo siento— susurro

Prefirieron comenzar buscando en los alrededores siendo que no podían entrar a la cueva ya que les asustarían, pero las horas pasaban y no tenían rastro de ninguno de los conejos. Sabían que estaban ahí, los conejos tenían ese olor particular a frutas que les hacía ser fáciles de ubicar, pero el olor estaba exparcido por toda la zona y no sabían la ubicación exacta de ellos.

Decidieron tomarse un descanso siendo que llevaban horas buscando y estaban cansados, Jake se dejó caer en el suelo bastante desanimado junto a jungwon que tiritaba tratando de cubrir sus orejitas que eran sensibles al frío.

Jay le ofreció el gorro que había traído, ayudando al menor a colocarlo, jungwon sonrió en señal de agradecimiento feliz de sentir sus orejas cálidas de nuevo.

Los cinco se sentaron en el suelo, tal vez volverían después si tenían más suerte, Heeseung estaba pensando en decir que ya se fueran siendo que ya iba a anochecer.

—¡basta!— se escuchó un regaño en un susurro, seguido de un par de jalones, hasta que un niño rodo detrás del arbusto donde se encontraba escondido, las largas orejas del infante daban a entender que era un conejo, por fin los habían encontrado.

Jay iba a acercarse para poder llevarlo pero un chico salió del arbusto interponiendose entre el y el niño.

—¡aléjate!— gritó, Jay suspiro cansado sabiendo que sería inútil intentar dialogar con el alterado chico, dio otro paso hacia el ocasionando que esté comenzará a tirar patadas y golpes al aire cerrando los ojos con fuerza esperando que alguno de esos le llegará al lobo.

Jake fue hacia el apartando a Jay pidiéndole que fuera con el resto, se hincó frente al chico a una distancia prudente esperando a que esté se calmara, un par de patadas más y el chico abrió los ojos sin entender por qué ninguno de sus golpes le llegaba. Lo único que pudo ver fue a Jake, un lobo le estaba sonriendo de manera amable y por más que sonará extraño, le transmitía confianza.

—Hola, soy Jake— tenía que hablar calmado y suave para no asustar al chico, no pudo evitar pensar que era excesivamente bonito, su piel pálida decorada con lunares, sus lindos ojos y cejas, su cabello obscuro que contrastaba con su piel, era el ser más bonito que sus ojos habían logrado presenciar, sobre todo sus largas orejas blancas que sobresalían de entre su cabello indicando su estatus como conejo— ¿tu cómo te llamas?

el chico volteo a ver al niño que se había abrazado a su torso, regresando la mirada hacia Jake

—por favor, no le hagas nada— pidió suplicante, sus ojos se llenaron de lágrimas y no tardó en comenzar a sollozar aterrado por su futuro y el de los demás conejos.

—tranquilo, no te vamos a hacer nada— aseguro jake— venimos a llevarte a un mejor lugar

—¿q-que?

—si te tranquilizas te puedo explicar

esperaron un par de minutos en lo que el chico se relajaba curioso de lo que el lobo frente a el iba a decirle.

—primero dime tu nombre

—s-sunghoon— respondió el conejo inseguro de si debía estar respondiendo eso

—lindo nombre, bien sunghoon, te explicaré

narró la historia de por qué estaban ahí y por qué su padre quería ayudarlos, le parecía adorable como el conejo le miraba con tanta atención hasta que finalizó y este se quedó pensativo.

—no sé si confiar en ti— murmuró

jake se llevó las manos detrás de su cuello desamarrando algo de este, sunghoon seguía todos sus movimientos sin querer perderse de nada, el lobo le entrego un collar con un dije circular, sunghoon supuso que era de los que se abrían y tenían fotografías dentro esos que tanto le gustaban.

—¿qué...?

sunghoon tomo el collar con sus manos mirando curioso el objeto, tenía tiempo que no veía uno.

—mi madre me lo regaló en mi primer cumpleaños, ella falleció hace un par de años así que siempre llevo esto como recuerdo— explico jake— te prometo por mi madre que en ningún momento te lastimare, ni a ti ni a tus amigos.

la manera tan segura en la que lo dijo le hizo sentir a sunghoon que decía la verdad, solo por esa vez, se permitiría creer, no sería posible que todos en el mundo sean malos.

—esta bien, confío en ti

el resto de conejos que eran aproximadamente 20 salieron cuando sunghoon les dijo, la mayoría eran niños y otros adolescentes, al parecer sunghoon era de los mayores ya que había dos chicos que se veían mucho más grandes que el.

los conejos subieron a la carroza, excepto por sunghoon que no quería separarse de jake, era la primera vez que sentía calor desde hace años, quería disfrutar un poco más de eso. jake le ayudo a subir al caballo acomodandolo frente a el, ante su sorpresa sunghoon se acurrucó contra su pecho haciéndole cosquillas en el rostro con sus orejas que estaban bastante suaves.

—¿cómodo?— el conejo asintió y cuando Jake dio la orden de avanzar sunghoon solo pudo pedir a cualquier deidad que la decisión que había tomado no hubiera sido equivocada, por qué estaba disfrutando demasiado la compañía de ese lobo.

𝘭𝘪𝘵𝘵𝘭𝘦 𝘣𝘶𝘯𝘯𝘺 ɞ 𝘫𝘢𝘬𝘦𝘩𝘰𝘰𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora