Si mi infancia fue dura mi adolescencia fue un horror.
El cambio de ciudad, de calidad de vida, de colegio, de entorno, el clima, una plaga de piojos y la varicela, le dio el paso a la pubertad y a la entrada a la adolescencia, pero vayamos un poco más atrás, cuando llegué a la civilización, a una nueva vida llena de experiencias y vivir dignamente.
El 5 de octubre de 2009 llegué a Bogotá D.C, fui recibido en la terminal por mi amaba abuelita y una sobrina de ella, el clima era frío pero me fascinaba. Llegamos a un lindo apartamento en un 9° piso en un condominio donde los edificios son de 23 pisos, con ascensor y toda la cosa... o sea yo apenas conocía la electricidad xd.
Mi calidad de vida cambió, aprendí muchas cosas buenas, me llegué a sentir millonarie y que vivía en una mansión, tanto así que lo decía en el colegio y los niños se reían de mí y bueno... mis rasgos neurodivergentes siempre estaban ahí, pero por supuesto nadie lo imaginaba, solo me decían un montón de adjetivos super feos y demás. Salir a la calle a paseos con la familia siempre era un karma y me la pasaba castigado, y vivía con meltdowns, con sobrecarga sensorial y desregulade, por lo tanto mi actitud y muchas veces mis acciones y palabras eran molestas para los demás, mis quejidos y llantos.... y solo venían más castigos, encierros y que me hicieran a un lado para situaciones sociales o algún halago... envidiaba mucho a los nietos de Mari y a todos los chicos que conocí de esa familia porque ellos se veían felices, les decían cosas bonitas, les daban regalos y veía mucho afecto hacia ellos.
Mi primer día de colegio fue bonito, pero algo pasó, no recuerdo qué hice o dije que hizo que se arruinara totalmente y ahí recibiera el primer golpe que me dio ella; me encerré a llorar y después entró a pedirme disculpas por "arruinar tu día más lindo" con un beso, pero eso no arregló nada y ahí empecé a tener miedo, a mí los golpes siempre me traumaban así fuera una vez inmediatamente para mí esa persona se convertía en alguien que ponía mi cerebro en estado de alerta todo el tiempo, la ansiedad y la paranoia a tope... a partir ahí fue cambiando todo para mal, mi actitud, mi ánimo y el trato que me daban... mi depresión empezó en esa época sino antes y bueno..
Obviamente había cosas buenas, muchas veces disfrutaba de salidas a cine, ver películas en casa juntos, escuchar la música que me gustaba, jugar en el pc, salir al parque con mis amiguitos del conjunto, ir a sus aptos a jugar, cuando salíamos a comer y ya... en el colegio habían personas que me comprendían y me apreciaban y yo a ellas, como a la psicóloga Rossemary, la hna Dolores y la hna Marta, la profe Olga quien era la que le enseñaba a los niños neurodivergentes y con necesidades especiales.
Tuve una amiga, Leidy, en ese entonces en el colegio, fue una vez a mi casa y yo varias veces a la suya, compartimos mucho, sus padres me apreciaban también y se llevaban bien con Mari, esos momentos eran lindos.
A mí me gustaba donde vivía, era un bonito apto de 3 habitaciones con balcón, pasé muchos momentos alegres ahí. Hubo un tiempo muy alegre particularmente, una amiga que se mudó a la torre de al lado justo en el 9 piso, la ventana de su habitación quedaba diagonal a la mía... por las noches nos tirábamos papelitos y esa era nuestra forma de charlar, nos cagábamos de la risa cuando se caían los papeles o chocaban con la ventana y hacían ruido y con el temor que nos descubrieran... y con el riesgo de caerme al vacío puesto que yo estaba sobre un camarote y la mitad tapaba la ventana, prácticamente yo no me caí de milagro —ojalá me hubiera caído alv así me ahorraba tanto sufrimiento—, y así muchas veces también en el día me tiraba papelitos la Sofía. Gracias a ella muchas veces me salvó de hundirme en la depresión.
Ya en Ibagué de nuevo, me marcó mucho el cambio totalmente, de entorno, vivir en una casa que parecía un fogón del horrendo calor que hacía mis ánimos vivían por el suelo y la sobrecarga sensorial, la escuela era horrible, mis compañeros eran terribles, recibí mucho bullying y muchas veces me decían que a la salida me iban a golpear, varias veces lo hicieron —nadie supo ésto—.
Tuve una amiga en esa escuela que se llama Luisa, a veces era mi amiga a veces no, tuve un juego de romance con su hermano y ajá.. a los dos nos gustaba Leonardo DiCaprio y el Titanic y bueno, pasé momentos lindos con ella. Una vez en medio de nuestra emoción me dio un beso en el baño y yo quedé tipo
👁️👄👁️ kastapazanda aki .... jaja me encantó, lástima que no se repitió.Después de que salí de la escuela me vi con ella de vez en cuando, era emocionante, pensé que se iba a perder ya que su ambiente no era sano pero bueno, el año pasado la encontré en Facebook y resulta que se volvió cristiana evangélica, de esas fanáticas y muy machista, la neta me decepcioné y me dijo cosas que me hirieron y cortamos comunicación.
Como siempre esas personas que aman a Dios y son religiosos son las que más daño me hicieron —menos mi abuelita, o quien sabe si se enteraba que era un adefesio homosexual— ... pero en general ha sido así, más raro 🤭
(Es tanto para decir que me da flojera, no tengo ánimos de escribir más. Lo siento.)
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En la mente de Taylor Min
Non-FictionSi estás aquí es porque deseas conocer la mente y vida de una persona suicida, no como "un suicida más", sino por comprender lo que lleva a una persona a tomar esta decisión tan tabú y polémica. No me sentiré tan solo si ustedes me acompañan. Quizá...