Yo:... Esta noche. -dije desde el marco de la puerta
Jesús ando hacia mi y acercó su boca a mi oído.
Jesús: Nunca pienses que me olvidaré de ti -susurró
Lo decía por lo que yo le había dicho antes, de que al irse a Madrid de concierto me olvidaría. Las palabras de Jesus me tranquilizaban un poco pero no se, la verdad es que seguía pensando lo mismo...
(...)
Jesus se quedó todo el día conmigo y dijo a su madre que se quedaría a dormir en casa de un amigo. Daniel le cubrió como solía hacer, pero obviamente dormiría conmigo.
Eran las 8 de la tarde y yo seguía en mi habitación esperando porque Jesús no me dejaba salir. Me estaba preparando una sorpresa pero tardaba muchísimo...
Decidimos antes de eso no arreglarnos ya que no saldríamos de casa.
Llevaba una camiseta larga como de costumbre y nada de patalon.
Llaman a la puerta.
Jesus: Vengó a buscar a mi niñata-dijo abriendo la puerta
Yo: Menos mal jo, tu niñata ya se aburría solita-puse puchero
Jesus se acerco a mi y me tapó los ojos guiándome por las escaleras para evitar caerme.
Llegamos al salón, supongo que era y me quitó las manos.
Efectivamente era el salón. Había puesto la mesa grande en medio con velas rojas y dos platos. Habia un rastro de pétalos hasta la habitación de mi hermana...
Yo: Dios Jesus, te quiero de verdad-dije abrazándolo
Jesus: Sientese señorita-dijo separando la silla
La noche transcurrió perfecta, como cualquiera pudiera desear. Pero durante estos días una gran pregunta rondaba mi cabeza... Que eramos Jesus y yo? Sinceramente no lo tenia claro porque su novia no soy, no hemos hablado nada, pero según él me quiere así que no se que hacemos no estando juntos...
(...)
Me encontraba otra vez con los ojos tapados por Jesus y guiandome hasta la habitación de mi hermana.
Abrí el pomo y un corazón de pétalos inundaba la cama con una frase dentro...
"Ojala pudieras ser, tan mía..."
Mire a Jesus y una sonrisa nos iluminaba a los dos.
Yo: Soy tan tuya -dije acercandome
.......
