(...)
Nos encontrábamos en el sofá, Jesús en un lado y yo en otro, dejando caer mi cabeza sobre su hombro.Yo: ¿Cuándo volvéis?
Jesus: Nos vamos mañana Lunes y volvemos el domingo por la noche... -dijo agachando la cabeza
Yo: Joder -exclamé
Jesus: Ey nena no te pongas mal, pensaré en ti todos los días te lo prometoSonreí y me acerqué lentamente a Jesús sentándome encima. Intentó besarme y le aparte la cara, mirándolo con una cara pícara.
Jesus: Que haces tonta, no me dejes así -dijo poniendo pucherito
Yo: Lo siento nene, demuestrame que me quieres de verdad y tendrás tu recompensa
Jesus: Dudas de mi? -dijo apartándome de encima suya
Yo: No. Sólo quiero saber si me quieres de verdad y puedes estar todo este tiempo sin sexo.
Jesús: Hasta el domingo... Lo haré por ti pero dormir a tu lado si que me dejas no? -dijo acariciando mi mejilla
Yo: Claro -Sonreí pero no tengo pijama -dije mirándome la ropa
Jesus: Eso nunca a sido problema -dijo subiendo las escaleras hacia arriba
Al instante bajó con una de sus camisetas grandes y anchas que sabía que me gustaban para dormir.Yo: Oh gracias señor Oviedo, mucho gusto en llevar su olor. -dije poniéndosmela
Jesus: Encantado de que usted la lleve señorita - dijo sacando la lenguaLos dos nos fuimos a su habitación y nos acostamos. Estábamos abrazados, era increíble la sensación que Jesus me hacia sentir. Jamas lo había sentido. Es inexplicable. Si, estaba enamorada de Jesús Oviedo Morilla. Lo tenia clarisimo como nunca antes había tenido claro algo.
Yo: Buenas noches niñato -dije acercandome y abrazándolo mas fuerte
Jesus: Buenas noches bebe - dijo dándome un beso en la frente.
Sonreí ante ese apelativo cariñoso que sólo él me llamaba.A la mañana siguiente...