Capitulo 10

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Habían pasado varias semanas, Emily y yo no habíamos tenido mas contacto que comer juntas, salir a algunos lugares y luego se encerraba o salía a altas horas de la noche.

Yo en cambio sentía que mi corazón latía cada vez con mas fuerza cuando se trataba de ella, no me trataba mal, de ninguna manera, era la persona más amable que había conocido en mi vida, pero me dolía su distancia.

Ya quedaba menos para ir de vuelta a Rosewood, pero antes teníamos una parada en Francia, en cierta parte estaba emocionada ya que siempre había querido ir allí.

Me había levantado temprano, así que había aprovechado para bajar a la cocina y hablar con Jenna mientras desayunaba, últimamente era una gran compañía cuando Emily salía.

-¿Cómo te encuentras esta mañana? -me pregunto mientras bebía un sorbo de su café

-Bien -me encogí de hombros -Pensé que la vería por la mañana, pero los chicos me dijeron que había salido de temprano y no sabían a qué hora volvería

-No te preocupes, Ali -cogió mi mano dándole un apretón, Jenna me había pillado una de las noches llorando en el jardín y tras mi guardia baja le dije lo que realmente sentía por Emily, le había suplicado un millón de veces que no le dijera nada y ella accedió mediante un abrazo reconfortante. -Ella volverá en cualquier momento – sonrió con simpatía

-Dentro de poco nos iremos, Jenna -la mire con lágrimas en los ojos -Os echare de menos

-Hey -dio la vuelta a la barra y me dio un abrazo -En cualquier momento puedes volver, Alison, siempre serás bienvenida en esta casa -limpio mis lagrimas

-No sé si volveré una vez firmemos el divorcio -susurre

-Ali... Em jamás te negaría la entrada a esta casa -cogió mis manos con firmeza -Ella en cierto modo te tiene aprecio, quizás no el que tu querrías, pero se le nota que te aprecia y mucho. Te avise de que tuvieras cuidado con los sentimientos -dijo con cuidado, pero aun así me dolía haciendo que soltara más lágrimas.

De un momento a otro escuchamos la puerta de la entrada, dando paso a una Emily muy cabreada, cosa que me asustaba ya que nunca la había visto así.

-Por el amor de Dios... tan inútiles sois? -grito por el teléfono que tenía en su mano mientras se quedaba en la entrada -Tendré que ir de nuevo, ¿sabes lo jodido que es? -se pellizcó el puente de la nariz intentando relajarse, otra manía que había aprendido de ella, si estaba muy frustrada hacia eso -Estaré allí en unas horas, mantén tus pantalones puestos y haz tu trabajo de una maldita vez -colgó de golpe y se colocó las manos en la cadera

-Em ¿está todo bien? -pregunto Jenna viendo cómo se acercaba a la cocina

-¿Cómo demonios no saben hacer bien su trabajo si llevan años haciendo lo mismo? -pregunto, pero creo que más bien fue un pensamiento en voz alta -Les dije que hicieran solo 2 cosas y no las hicieron bien, ahora tengo que ir hasta el cuartel para solucionar todos los problemas -respiro hondo y me miro -¿Qué pasa, Ali? -pregunto con un ligero tono de preocupación acercándose a mi

-No es nada, Em -sonrei como pude, pero ella no dio indicios de creerme

-¿Por qué has estado llorando? -cogió mis manos a la vez que limpiaba mis lagrimas con suavidad -¿Qué me he perdido por aquí? -miro a Jenna pidiendo una explicación

-No ha sido culpa de ella, Emily -hice que me mirara -Jenna y yo solo estábamos hablando de cosas del pasado y he recordado algunas cosas tristes, solo es eso -me miro como si estuviera examinándome

-Vale -suspiro y beso mi frente, yo mientras tanto cerré los ojos entregándome ante ese gesto

-Bueno, ¿qué es lo que harás? -pregunto Jenna con una sonrisa mirándome, yo solo negué con la cabeza y media sonrisa -¿Piensas en ir hasta allí? está a 1 hora y media en coche, Emily

Mi Reflejo En Sus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora