Daba gracias a que hoy era fin de semana, la semana había sido muy dura en la universidad. Las cosas se me estaban escapando de las manos, siempre he sido la chica popular y una novata que llega en el primer año de carrera no me quitara el puesto. Mis padres como de costumbre estaban fuera y solo nos veíamos los fines de semana para pasarlos en familia junto con mi hermano Jason.
Me levanté ya que escuchaba algo de barullo en la parte de debajo de la casa, no sabía que causaba tanto alboroto, pero por lo que pude escuchar eran mis padres y de vez en cuando Jason. Tras darme una ducha y prepararme baje a la cocina encontrándome con mi madre con las manos en la cabeza y mi padre de pie pellizcándose el puente de la nariz.
-Buenos días, ¿Qué pasa? –abrí la nevera cogiendo un poco de zumo y sentándome para desayunar
-Tenemos que hablar, Alison –dijo mi padre serio colocándose al lado de mi madre
-Claro ¿De qué queréis hablar? –fruncí el ceño al verlo tan serio
-Estamos en la banca rota, la empresa se está quedando sin clientes y sin ellos no tenemos dinero –abrí los ojos como platos
-¿Y cómo se puede solucionar? –pregunte preocupada
-Si no te fueras de compras la mayor parte de los días con tus amigas no estaríamos así –dijo mi hermano cruzado de brazos haciendo que yo siguiera su gesto desafiándolo
-Si no hubieras caído en las drogas y el alcohol papa y mama no se hubieran gastado dinero en psicólogos –sonrei victoriosa
-Parad! –grito mi padre enfurecido haciendo que cerráramos la boca
-Kenneth, no creo que esa sea la única solución –argumentó mi madre
-¿Qué solución hay? –me levante colocándome frente a ellos, si había una solución había que hacerla ya
-Un amigo mío me puede ayudar, es millonario y me dijo que me ayudaría a cambio de un trato –miro a mi madre que negaba con la cabeza
-¿Cuál? –pregunte nerviosa
-El trato es que te tienes que casar con su hija –dijo de golpe en lo que yo habría los ojos y me quedaba congelada
-Papa, solo tengo 21 años, no puedo casarme así de repente y con alguien que no conozco, y es una mujer –recalque la última palabra –Que sea bisexual no quiere decir que me gusten todas las mujeres –rodé los ojos
-Bueno lo de mujer -dijo mi hermano con una sonrisa maliciosa
-¿Qué? –pregunte de brazos cruzados
-Es intersexual, es una mujer, pero tiene -comenzó mi madre
-Pene –termino de decir Jason llevándose una colleja de mi padre y una mirada seria de mi madre
-Vamos a ver si me aclaro –me senté de nuevo mirando a cada uno –Me estáis diciendo que estamos en quiebra, no tenemos NADA de dinero –ellos asentían –Y un amigo tuyo te ayudara si a cambio entregas a tu hija para que se case con la suya, que es intersexual y no nos conocemos de nada –seguían asintiendo –Me niego
-Si te niegas no tendremos nada, Alison, tendremos que vender todo e irnos a un piso con el dinero que tenemos, tendrías que empezar a trabajar al igual que tu hermano y nosotros –replico mi padre cabreándose
-¿Cómo esperabas que te dijera que sí? –lo mire –Espera ¿Le disteis respuesta ya?
-Si, en unos días vendrán para conocerte y empezar con los tramites –respondió mi madre
-Pero podríamos coger la ayuda esa y alargar el matrimonio, cuando estemos bien de nuevo no hace falta que me case –sonrei por mi idea
-No es así, Alison –dijo Jason y lo mire confusa
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Mi Reflejo En Sus Ojos
RomanceEmily Fields, una conocida y respetada General militar y Doctora que cuya vida cambia cuando tiene que casarse con Alison Dilaurentis, una Queen Bee y futura profesora de Rosewood High, una unión pactada por la familia. ¿Ganara el amor o la fortuna...