Emily Fields, una conocida y respetada General militar y Doctora que cuya vida cambia cuando tiene que casarse con Alison Dilaurentis, una Queen Bee y futura profesora de Rosewood High, una unión pactada por la familia.
¿Ganara el amor o la fortuna...
Me había pasado la mayor parte del día en la habitación, no quería encontrarme con Emily y su mirada de decepción por lo que le hice a "su novia". Ella había intentado un par de veces entrar en la habitación para hablar conmigo e incluso traerme el desayuno o el almuerzo, pero me negaba a ello. Insistió hasta que Jenna le dijo que me dejara, que cuando yo decidiera saldría de la habitación, al fin y al cabo, mañana nos iríamos y tendría que verla quisiera o no pero no me sentía preparada para ello aún.
Tres toques en la puerta hicieron que me girara en la cama, sabia que era ella por los suspiros provenientes tras la puerta.
-Vete Emily -le dije en alto con un toque de dolor, sabía que querría intentar que comiera algo.
-Alison, déjame verte -dijo apenas en un susurro, su voz se notaba algo cansada.
-No quiero hablar, Emily, por favor, vete -deje que las lágrimas fluyeran por mi rostro
-¿Eso es lo que quieres? -pregunto con un ligero toque de dolor en sus palabras -De acuerdo, espero que salgas cuando no notes mi presencia y así comas algo y estés tranquila -termino por decir al no obtener respuesta de mi parte. Quizás había sido un poco dura con ella.
-Emily -me dirigí hacia la puerta intentando detenerla, pero cuando la abrí me encontré con una bandeja en el suelo y a la morena agarrando el pomo de la puerta junto con las llaves de su moto dispuesta a salir de la casa.
-Buen provecho, Alison -susurro sin mirarme, seguidamente salió de la casa sin dejar a más palabras. Su rostro era cansado, parecía que no había dormido en días y eso me había preocupado.
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Me quede un rato mirando la bandeja hasta que escuche una voz muy familiar haciendo que me asustara.
-Lo preparo Emily -se acerco hasta mi y se agacho para recoger la bandeja -Lleva toda la mañana y parte de la tarde en la cocina intentando hacer algo para que te sientas mejor -hizo una mueca
-¿Casi todo el dia? -pregunte asombrada a lo que ella asintió
-Quería disculparse contigo por como reaccionó anoche contra ti -me miro apenada -Ni siquiera me dejo entrar en la cocina y es mi trabajo -se rio un poco -Me dijo que se iría a dar una vuelta y no vendría hasta la madrugada para que tu pudieras salir y tomarte tu tiempo para que comieras algo -se dio la vuelta dispuesta a irse -Lo dejare en la cocina por si quieres bajar
-Iré contigo -agache la cabeza sintiéndome realmente culpable, Emily se había tomado su tiempo para dedicármelo y yo la he estado rechazando desde anoche que intento hablar conmigo.
Bajamos en silencio hasta la cocina donde Jenna dejo la bandeja en la isla y se fue a terminar de recoger y limpiar. Se veía realmente delicioso y mi estomago estaba siendo traicionero. Me senté en el taburete acercando la bandeja, empezando a comer en lo que notaba la mirada de Jenna con una sonrisa. No dijo nada, solo estuvimos ahí en silencio hasta que terminara de comer.
