Habían pasado cuatro días, Emily se había disculpado conmigo varias veces porque me había prometido con que solo serian tres días en Francia y llevábamos seis en Paris, la "luna de miel" se había alargado un par de semanas. Había perdido la cuenta de las veces que le había dicho que no me importaba mientras pasáramos tiempo juntas y disfrutando del viaje. Se seguía sintiendo culpable, aun así, porque la mayor parte de los días había estado ocupada de reunión en reunión y cerrando tratos; a mí no me importaba porque cada noche me lo recompensaba con dormir conmigo como había hecho desde que habíamos llegado al hotel.
Me desperté con una sonrisa enorme en mi rostro, anoche antes de irnos a dormir y se disculpara de nuevo y tuviera que amenazarla otra vez, me prometió que hoy pasaríamos un día viendo Paris. Iríamos a ver tiendas, comer fuera y aprovechar para comprar algunas cosas para las personas que nos esperaban en Rosewood.
Me quede extrañada al levantarme y no encontrarme con Emily, ya que al menos nos despertábamos juntas, bueno, ella se despertaba y se ponía a leer o mandar correos mientras yo aún dormía agarrada a ella. Me levante de la cama y empecé a buscarla por la habitación, pero no estaba por ningún lado, enseguida empecé a venirme abajo pensando que habría tenido que salir por trabajo y cancelar lo que teníamos hoy, aunque duro poco ya que la puerta se abrió dando paso a una morena muy sonriente con una bandeja de desayuno.
-Buenos días, no te esperaba despierta -dejo la bandeja en la cama dejándome con una sonrisa de oreja a oreja
-Buenos días, Em -miré la bandeja -¿Y esto? -me senté de nuevo en la cama
-Bueno -se rasco nerviosamente la nuca -Quería que empezaras con buen pie y baje a pedir personalmente el desayuno, como ultimam...
-Gracias -no la deje terminar, me había levantado en lo que ella divagaba una nueva disculpa, tomándola por sorpresa y abrazándola con todo lo que tenía.
-De nada, Ali -rodeo mi cuerpo con sus brazos
-Estoy muy cómoda así -me rei -Pero tengo hambre -la mire con una sonrisa
-Claro -me soltó poco a poco -Iré a ducharme y prepararme en lo que tu desayunas, tenemos un par de paradas que hacer -se empezó a reír cuando me vio comiendo con deseo ese gran desayuno, en lo que ella entraba en el baño y cerraba la puerta.
-Te odio -dije en voz baja con una sonrisa
-Te he escuchado, Alison -abrí los ojos lo más que pude en lo que ella seguía con su carcajada
Tras terminar el desayuno me puse manos a la obra con lo que me pondría para salir con Emily, solo necesitaba que despejara el baño para poder ducharme y estar lista, así que aproveche para admirar el paisaje en la terraza. Era precioso, jamás me cansaría de tener estas vistas.
Había pasado media hora cuando escuche la puerta del baño haciendo que me girara y me encontrara con Emily tapada solo con una toalla, trague saliva mientras yo seguía mirando un punto en específico. No me acordaba de que Emily era intersexual y digamos que la toalla hacía que se le marcara bastante. Ella seguía a lo suyo escogiendo que ponerse sin darse cuenta de que la estaba mirando fijamente, mi cuerpo empezaba a subir de temperatura de una buena manera, pero no quería que me pillara así que me di la vuelta con la cara totalmente roja como un tomate.
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Mi Reflejo En Sus Ojos
RomanceEmily Fields, una conocida y respetada General militar y Doctora que cuya vida cambia cuando tiene que casarse con Alison Dilaurentis, una Queen Bee y futura profesora de Rosewood High, una unión pactada por la familia. ¿Ganara el amor o la fortuna...