Capítulo veintitrés: Diagnóticos y planes

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Soundtrack: Your Name de Lissom, Julien Marchal y Lowswimmer / Idea 9 de Gibran Alcocer / Interstellar (Main Theme) de Hans Zimmer

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P.O.V. Quackity

Nunca te lo advierten...

Te hablan de todo el pesar que viene cuando te traicionan, cuando te engañan, cuando te hacen tanto daño que es casi imposible creer que una persona que dice quererte te haya hecho eso... Pero jamás te dicen lo difícil que es enfrentarte a ti mismo cuando estás del otro lado, cuando tú eres el que hace el daño.

"– Alexis solo dilo ¿Es o no es tu ex novia? "

Aquella línea entre cortada por parte de Beatrice no dejaba de resonar en mi mente, esa misma que era tan rota como la desilusión en los ojos. Me sentía inhumado, desastroso y culpable, lo mínimo que debía sentir después de lo que hice. Mis padres estarían decepcionados si se llegaran a enterar. Mi papá me regañaría por carecer de decisión y madre me escucharía para luego meterme un zape al ser tan tonto.

Por eso no te lo advierten, porque todo lo que sientes después de cagarla debería ser suficiente reproche como para no cometer tus errores nuevamente, pero aquí estaba... después haber vuelto a hablar con Michelle, luego de prometerle a Beatrice que no le haría daño

¡Pendejo, pendejo, pendejo!

Me dije millones de veces a lo largo de la noche, pero ni eso lo remediaba. Repudié a la persona que veía al espejo cuando llegué a la habitación del hotel, porque recordé perfectamente cómo me sentí de mal por cada acción que hacía Michelle.

"– ¿Seguro que no puedes remediarlo? Deberías decirle porqué hablabas con Michelle, ella lo entendería –"

Me dijo Emily por teléfono cuando le conté todo una vez que llegué y no vi a Beatrice.

Recuerdo apurarme por las calles, tomar un taxi y entrar a la habitación solo para encontrar la cama vacía, sin ella esperándome. Estaba triste, confundido y ansioso por no saber si esa misma noche la vería o si se iría con Aldo. Admitía que esa última opción me hacía tener naúseas, que por supuesto, intensificó Emmy con sus comentarios innecesarios:

"– Por más celoso que estés, no podrás decirle absolutamente nada ahora. Tú llevas todo un expediente en lo que llevan saliendo."

Y aunque la rabia me invadiera, yo debía admitir que como casi siempre, mi hermana tenía razón.

Beatrice con Aldo.

Beatrice quedándose con Aldo.

Beatrice tal vez cobrando con Aldo mi error con Michelle.

La sensación del vacío en el pecho, la boca seca, las náuseas y los nervios, toda la combinación de impulsividad y aceleramiento, aquello que te destroza internamente y te hace rogar al mundo dejar de existir un par de horas... Eso sentía cada que me tocaba sufrir una desilusión, y pensar que eso le había provocado a alguien que quería con el alma, me hacía revolcarme en mi propia culpa.

Culpa, eso me carcomía vivo mientras esperaba en la cama sentado viendo fijamente la puerta, viendo mi reloj cada minuto y auto convenciéndome que Beatrice nunca sería vengativa o impulsiva a tal grado de dañarme, o al menos no lo dudé hasta que vi ese beso.

Al ver que la puerta quitaba el seguro, me levanté de inmediato para ver a mi Little Bee, recibirla con un abrazo pidiendo perdón por todo y dispuesto a recibir alguna bofetada tal vez, pero la puerta no se abría y al notarlo, decidí caminar hacia esta para ayudarle.

My Beloved Q (Quackity)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora